CAPÍTULO XIX

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—Ella ya debería haber vuelto, son casi las once de la noche. No me responde los mensajes, ni las llamadas, y la última vez que estuvo en línea, fue a las seis de la tarde.

—Jas, tranquilo, de seguro fue a dar un paseo al centro de la ciudad.

—No, no ella no haría esto —pronunció preocupado, con temor—. Maddie ya me habría contestado, algo le ocurrió.

—¿Qué quieres hacer? —preguntó con calma su hermana.

—Noah ya no debe estar aquí, pero vayamos a hablar con los de seguridad. Debe haber alguna forma de que la rastreen a ella, o su teléfono. De alguna forma, hay que encontrarla.

—Está bien, pero debes estar tranquilo. Tal vez simplemente se perdió por la ciudad, y el celular se le quedó sin batería. No hay que pensar lo peor tan rápido.

-o-o-o-o-

—¡Tío Liam! —gritó un niño de diez años, al ver al moreno, y correr a su encuentro.

—Hola pequeño, no tan pequeño —sonrió acariciándole el cabello—. Wou, estás muy alto, has crecido mucho —pronunció sorprendido, observando que le llegaba a la altura del pecho.

—Sí, mamá dice que he pegado el estirón o algo así —sonrió.

—¿Y tu madre?

—En el jardín, ven.

Liam lo siguió hasta la parte trasera de su casa, y ahí estaba su hermana, cortando el césped. El moreno observó molesto los moretones que la mujer tenía en los brazos, y en la altura del cuello.

Aún no entendía como su hermana no dejaba a ese maldito infeliz. Su marido sólo la maltrataba, tanto de forma física como verbal.

—Meli.

Dejó la cortadora de césped, y al verlo, sonrió, luciendo tan cansada.

—¡Liam!

—Bonita ¿Qué haces cortando el césped tú? Sabes que no puedes esforzarte.

—Estoy bien —sonrió abrazándolo—. Qué lindo poder verte, hermano.

—Sí, yo también tenía ganas de verte. Y me preocupas, Melisa, estás de siete meses, no puedes estar haciendo este tipo de esfuerzos.

—Sólo cortaba el césped, estoy bien.

—¿Dónde está ese infeliz?

—Supongo que trabajando, tú sabes que... Él no me dice que hace.

—Quiero que vengas conmigo.

—Ya lo hablamos a esto.

—¿Qué quieres esperar eh? ¿A qué te mate? ¿A qué pueda hacerle algo a Rory? Ya reacciona, Melisa, éste tipo no es bueno.

—Es el padre de mis hijos, y el hombre que amo. Cometió errores, lo sé, ¿Pero quién no se equivoca? Él cambiará, lo sé.

—¿En serio? No quiero que la proxima vez que tenga que ver a Rory, sea en tu funeral.

-o-o-o-o-

—¿Averiguaron algo?

—La última señal de su celular, fue en éste baldío —explicó uno de los hombres encargados de la seguridad, señalando la pantalla de su ordenador—. Hemos buscando sus últimas llamadas y mensajes, y fueron con tres personas. Una mujer a quien llamaba Clari, a ti, y a otro hombre, Liam.

—¿Qué habló con ese tipo?

—Al parecer era su pareja, la última vez que hablaron, fue cerca de las cuatro de la tarde, donde él le pedía que se tomara una foto en la fuente de agua Blue Pegasus.

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