CAPÍTULO 1

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Karla


Es genuino el placer que recorre mi cuerpo cuando las personas se apartan asustadas al ver el arma en mi mano y la sangre salir del elevador.

Es una escena que muchos recordarán y lo que me hace sonrío ligeramente al pensar eso. Quizás tengan que ir al psicólogo más tarde cosa que mí no me importa.

Detono el arma contra los ventanales del edificio causando que los cristales terminen de romperse en el suelo. La gente grita al escuchar el alboroto y terminan apartándose de mi camino en cuanto salgo a la calle para entrar a mi auto.

La policía no tardara en llegar, necesito salir de ahí lo antes posible, entonces cuando estoy en marcha puedo verlo.

Los idiotas pasan a mi lado sin percatarse de que la causante del alboroto se escapa de la escena del crimen.

Sonrío aún más guardando el arma en la guantera del auto y enciendo el estéreo para que me regale una exquisita melodía que me relaje el cerebro, pero en su lugar solo recibo las noticias.

Los hechos ocurridos en el hotel Hilton Midtown han acaparado todas las estaciones de radio por la mañana y seguramente continuara así hasta poder encontrar al culpable, cosa que no me preocupa en lo más mínimo. A pesar de saber que investigaran los hecho lo único que encontrarán es a una persona acribillar a un sujeto en la habitación de un hotel.

Saco una goma de mascar del bolsillo de mi chaqueta, y lo pongo en mi boca para distraer la ansiedad que mi cuerpo recorre en el momento que estaciono el auto bajo uno de los puentes del Central Park en la espera de mi paga.

Cambio de emisora un momento después y la trasmisión es la misma.

"Una victima es encontrada acribillada dentro del hotel Hilton Midtown. Hasta el momento no se registra ningún arresto por parte de la policía. ¿Qué ha pasado?, ¿ya no es seguro Nueva york?, ¿o el asesino trata de dejarnos un mensaje?"

Me río ante la referencia tan ridícula que le han puesto. ¿Victima?, ese hombre no tenía ni una pinta de víctima, sino una basura involucrada en trata de personas que se hacía pasar por un empresario exitoso.

Suspiro en cuanto veo un auto negro llegar por detrás dando clara señales de que es la persona que espero. Me quito el cinturón y salgo del auto tirando el chicle al suelo para luego echar tierra sobre él.

—Karla, mi querida Karla.

Miro al hombre calvo, obeso, enfundado en un traje caro salir del auto con dificultad, por lo que sus guardaespaldas tienen que ayudarlo.

Qué molesto.

No hago ningún movimiento cuando ellos se acercan a mí, pero el hombre obeso y calvo sonríe.

—¿Cómo has estado? —saluda él, extendiendo su mano hacia mí, cosa que no tomo —Me han dicho que eres una mujer de pocas palabras y de mucha acción.

Se ríe al ver que no tomo su mano, así que se la lleva al bolsillo en busca de sus cigarrillos.

—¿Quieres uno?

Mi cara de pocos amigos lo dice todo.

—No hagamos esto más largo.

En Ti Confío; Camren [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora