CAPÍTULO 5

245 73 6
                                    

Karla

Siento sus besos en mi cuello, sus manos en mi espalda y la respiración agitada en mi odio derecho.

Las conversaciones han pasado a un segundo plano en cuestión de segundo en cuanto intente marcharme. Sus labios me atacaron la boca y mi arrastraron a su habitación evitando que me fuera.

—Lauren.

—No.

Me empuja hacia atrás y mi cuerpo cae sobre la cama. Sus ojos viéndome desde arriba provoca una sensación de vértigo en todo mi cuerpo que me hace tragar.

Ya es tarde para retroceder cuanto la tengo sentada en mi regazo atacando mis labios otra vez mientras me debiste.

Es imposible concentrarse en querer separarse de ella cuanto sus manos aprovechan un poco mi desnudes, se deslizan sobre mi abdomen desnudo y ahora expuesto. Ha quitado tan rápido los botones que ya sólo se mira por una línea delgada el color oscuro de mi sostén sobre mí piel bronceada.

—Vaya —sus labios tocan el hueco de mi pecho mientras su mano se desliza al borde de mi pantalón. —Quién iba a  pensar que Karlita esconde esto bajo su traje.

—Cállate.

Ella sonríe antes de atacar mis labios otra vez, su lengua entrando en mi boca a cada momento que tiene oportunidad, y  sus dientes arremeten contra mis labios cuando se separa.
Empieza a mecerse al sentir mis manos cerrarse fuertemente contra sus glúteo.

Sus jadeos y suspiros provocan un cosquilleo en toda mi piel.

Me veo arrastrando mis labios por su cuello sin perder tiempo a quitarle el vestido con desesperación. Su invitación es muy fuerte cuando me toma la nuca para que mis labios bajen un poco más.

—Karla.

Mis labios devoran su pecho con hambre hasta hacerlos enrojecer. Es exquisito como su olor me embriaga incluso mi propia saliva sobre su piel.

Ya no pude pensar en lo que estoy haciendo, sólo me dejo llevar por ella en lo que resta de la noche y sus gritos que rebotan en toda la pared en ese momento.

Compartimos esa cama por la noche, por la mañana despierto sola, sin ella y completamente desnuda bajo las sábanas.

¿Debí hacerme la idea de que esto pasaría al tocar la puerta de su departamento?

Cubro mis ojos y suspiro, ya no puedo hacer nada. Ya está hecho y no puedo arrepentirme ahora para hacer de cuenta que a sido un error.
¿Pero realmente ella siente deseos por mí, o solo fue un momento de curiosidad? Nunca hablamos de nuestra orientación sexual simplemente dejamos que las riendas sigan solas.

¿Pero estuvo mal?

Sacudo la cabeza y me siento en la cama buscando mi ropa y para sorpresa mía la encuentro doblada sobre un sillón negro a lado de la cama. Me visto, pero descubro que mi camisa blanca le faltan dos botones. Eso explica la rapidez con que me desvistió. Así que debo dejarla así, luego veo que hacer con ella. Termino de vestirme y salgo de la habitación encontrando la peor escena.

En Ti Confío; Camren [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora