CAPÍTULO 8

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Karla

Escucho voces en el pasillo, y por la rendija de la puerta puedo ver la luz encendida.

—¿Ella está aquí? —alguien dice.

—Sí, señor. Llegó por la mañana —es Chela quién habla, ¿pero con quién lo hace? —En la noche estuvo recorriendo el pueblo.

—¿Algo más?

¿Quién es?

—Susi la llevó con Don Tomas. Quiso ir ahí.

La puerta hace un ruido y cuando se que esta por abrirse meto mi mano bajo la almohada, al sentir el arma la sujeto con fuerza mientras me hago la dormida. Sé que está acercándose, puedo escuchar las pisadas y mi cuerpo inmediatamente produce adrenalina.

Al estar de espaldas hacia la puerta no logro ver quién es, pero si sentir el trapo que en mi cara ponen. Es Cloroformo puedo sentirlo por un instante entrar en mi sistema y lucho para no quedarme dormida al detener mi respiración.

Abro mis ojos y lo primero que veo al girar mi cabeza es al tipo que a estado siguiéndome desde ayer, pero ahora sobre mí intentando que mi cuerpo caiga rápido en el sueño al presionar un poco mas el trapo en mi nariz, pero no se lo permito. Como puedo pataleo logrando golpear su entrepierna y alejarlo de mí con una maldición.

Me siento mareada en cuanto me paro de la cama, debo sacudir mi cabeza para que mis ideas se aclaren y que mi visión pueda volver a la normalidad cuando apunto hacia él mi arma.

—¿Quién rayos eres?

El tipo me embiste, trata de poner otra vez el trapo en mi nariz, pero sus dedos terminan doblados hacia atrás y los gritos no se hacen esperar. Mi arma apuntándole su muslo se dispara, pero un golpe seco en mi cabeza no me hace escuchar más los gritos.

Siento agua fría con hielo mojar mi cuerpo en cuanto despierto. No soy capaz de llenar mis pulmones con aire porque el dolor en mi cabeza palpita. Cuando aclaro mi vista estoy atada a una silla de pies y manos, encerrada en una habitación donde sólo hay una ventana por donde entran los rayos del sol y los sonidos de alguna playa cerca.

—Al fin despierta la bella durmiente.

No soy capaz de mover mucho la cabeza. Me duele y estoy segura de que el golpe me ha roto la cabeza, pero si soy capaz de levantar los ojos para ver al tipo frente a mí.

No lo reconozco. No sé quién es. Lleva un traje celeste con un gato mal puesto en su cuello. Su cabeza está rapada y los tatuajes decoran cada parte de su piel expuesta incluso su cara. Tiene apariencia de ser asiático, pero no estoy segura.

—Dime algo... —Toma mi cabello húmedo y lo aprieta con fuerza en su puño haciendo que mi cabeza se mueva hacia atrás y tenga una mejor vista de él, pero con mucho dolor —¿Cómo te atreviste hacerle daño a mi primo Dan?

No puedo evitar reírme.

—¿Hablas del asiático en el bar?

—Sí.

—Bueno debería ponerse mejor los pantalones y dejar de ver a cualquier...

En Ti Confío; Camren [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora