Desperté en una habitación no conocida por mi. No era mi cuarto, eso estaba seguro. Abri los ojos lentamente, el sol me cegaba por completo. ¿Qué había pasado? No habia bebido, ni nada por el estilo... Oh, claro. El maldito callejón. Me habia comportado como una tonta. Seguramente estaba en la casa de Nick. Debo admitir, que tenia una habitación bastante mona.
Me giré, y me senté en la cama. Hay fue, cuando unos profundos ojos azules me miraron con preocupación.
- ¿Estás mejor?
- Si.. supongo. Me comporte como una estúpida, ¿verdad?
- Si- dijo mientras reía- Todos tenemos esas situaciones, ¿no?
Su risa, era música. Me encantaba el sonido que hacia al reír, y como se le marcaban perfectamente sus preciosos hoyuelos.. ¡Basta Jenna! No puedes pensar asi. Es totalmente desmedido.
- ¿Vamos a desayunar?
- Si, vamos.
Me levanté algo torpe, nos cogimos de la mano y salimos hacia la cocina. Al entrar, vi que estaba Tom, en la mesa comiendose una torta con sirope. Se giró y al vernos, sonrió de oreja a oreja.
- No he escuchado ruidos esta noche, ¿que habeis hecho? ¿Jugar al parchís?- dijo a carcajadas.
- ¿Sueles escuchar o qué?- pregunte riendo entre dientes.
- Eres idiota- farfulló Nick.
- Asi que bro, a dos velas, ¿no?
Una sonrisa se me escapó de los labios, captando la atención de Tom, que empezó a dar carcajadas. Nick, dijo algo, pero fue tan flojo que apenas lo escuché. Me senté en un en la silla que habia al lado de Tom, hasta que me di cuenta de llevaba el vestido rojo, y me molestaba.
- No tendreis, por casualidad, alguna sudadera o algo que ponerme. Este vestido me molesta.
- Yo tengo una sudadera mia que es bastante grande, y unos short de chandal azules de mi ex, si quieres te los presto.
- Me encantaria, gracias.
- Ven.
Vi como Nick, nos miraba algo apartado. Le sonreí coquetamente y seguí a Tom. Su habitación estaba muy desordenada, y cuando digo muy, es muchísimo. Tenia esparcida ropa por todos los lados, sin contar que habia pizza rancia por el suelo. Que asco, podia ser más ordenado.
Me tendió la ropa y fui a cambiarme en el cuarto baño. Me mire al espejo antes de salir. Me lavé la cara, y me quedé sin maquillaje, natural. Salí con una sonrisa. Puede que ahora mismo no fuera la más sexy, pero asi estaba más cómoda.
Llegé a la cocina, y vi como los dos se me quedaron mirando.
- ¿Que miran tanto? ¿Tengo monos en la cara o qué?
- Esque incluso así te ves hermosa- dijo Nick.
Me sonrojé. Espera.. ¿yo me sonrojé? A veces, podía parecer estúpida.
- Yo no te entiendo. ¿Eres bipolar? Pareces atrevida, y muy inteligente, y de vez en cuando eres tímida y te sonrojas- dijo Tom, negando con la cabeza divertido.
- No hay nada malo en eso.
- ¿Porque eres tan terca?
- ¡Porque si! Tira, a ver la televisión u ordenar tu cuarto, que lo necesita- le dije moviendo la mano en dirección a la puerta.
Nick nos miraba divertido, incluso puedo decir que se estaba aguantando la risa.
- Tranquilizate Beckita- ¿Beckita? Tenia ganas de soltarle una cachetada- No me pegues, si es lo que estas pensando. Solo estaba divirtiendome.