Lo de anoche fue algo raro e incómodo en cierto modo. Luego de el último mensaje simplemente no contesté nada más, no pensaba hablar con un extraño.
Ayer, luego de ayudar a Jimin con las cajas de azúcar, café e ingredientes para la cocina, le conté acerca de ese chico guapo y me fui tranquilamente. Ahora, sobreviviendo a dos horas de trabajo y sin clientes hasta el momento, me encuentro contándole a mi amigo sobre el mensaje de anoche. Él está detrás de la barra de entregas con sus codos apoyados sobre esta y yo del otro lado, estando así enfrentados.—¿Estás seguro de que no le pasaste a nadie tu número? —hace énfasis en el "nadie"— Al menos a alguien a quien le hayas coqueteado en los últimos días.
—No le he coqueteado a nadie en los últimos días —respondo por enésima vez—. Ni en las últimas semanas ni meses.
—Esto es raro, JK —levanta las cejas volviendo a leer el mensaje en mi teléfono como si no pudiera creerlo—. ¿Y sólo dijo que se llama V? —asiento— ¿Es un chico o una chica?
—No tengo la más mínima idea. —digo con total sinceridad mientras me encojo de hombros.
La campanilla sobre la puerta suena. Jimin y yo volteamos notando que dos chicas de nuestra edad o un poco menos entran. La rubia y la pelirroja están bastante abrigadas por la baja temperatura del día de hoy. El par de amigas se ubican en una mesa y me acerco para entregarles el menú. Vuelvo con Jimin y pero el no me mira. Sí, estaba concentrado en las chicas.
—Que guapas. —comenta en un susurro.
Volteo, les doy una mirada rápida y vuelvo a mirarlo.
—No tanto. —suelto algo incómodo, bajando la mirada.
Jimin suelta una risita.
—¿Lo dices en serio? A ti porque te asustan las mujeres, yo me las llevaría a ambas a la cama. —comentó sin sacarles la mirada de encima.
—Ugh. —comento con asco y el ríe, dándome un golpe amistoso en el brazo.
Camino hasta donde esas chicas se encontraban charlando. Ambas me miran y me sonríen.
—Buenos días —saludo—. ¿Ya saben que van a ordenar?
—Buenos días —saluda la rubia—. Una malteada de fresa y una de chocolate.
Me mira de arriba a abajo y trago en seco incómodo.
—Enseguida —hago un gesto con la cabeza y vuelvo donde Jimin estaba—. Una malteada de fresa y una de chocolate. —le paso la orden.
Se da la media vuelta y va hasta la cocina a preparar los pedidos. Me doy cuenta que mi teléfono recibe un mensaje cuando oigo la campanita de la las notificaciones. Lo desbloqueo y leo.
Desconocido: ¿Por qué no contestas? ¿Acaso te asusté?
Abro los ojos con asombro y suspiro. Pienso unos segundos en que responder y luego tecleo algo.
Jungkook: Ni siquiera sé quién eres, ¿qué te parece?
El mensaje se marca como leído al instante, como si estuviera esperando mi respuesta con ansias.
Desconocido: Oh, que tierno.
Desconocido: Solo quiero conocerte.
Desconocido: Tranquilo, no muerdo.
Desconocido: A no ser que quieras, claro.
Jimin aparece con una copa de malteada en cada mano y las apoya en la barra delante de mí. Dejo el teléfono sobre esta y se lo señalo con la mirada mientras levanto copas.
—Lee. —ordeno llevo los pedidos a la mesa de las chicas.
Ellas me agradecen y vuelven a su charla. Yo vuelvo con Jimin.
—Dios. —suelta.
—¿Qué hago? —le pregunto.
—Pregúntale como se llama.
Tomo el aparato y escribo.
Jungkook: ¿Cómo te llamas?
Desconocido está escribiendo...
Desconocido: ¿Acaso importa?
—Maldición, ¡sí! —se cabrea él.
—Shh. —lo callo y hecho una rápida mirada para verificar que las chicas no nos estén oyendo, pero se encuentran charlando animadamente.
—¿Es hombre o mujer?
Sin responderle, vuelvo a teclear.
Jungkook: ¿Eres hombre o mujer?
Desconocido: ¿Te asurarías si te digo que soy hombre?
Sonrío inconscientemente.
Jungkook: Aunque suene como un idiota, me tiene más tranquilo jaja.
Desconocido: Hey, no es idota. Cada uno tiene sus gustos y comodidades.
—¿Vas a hablarle? —pregunta Jimin como si no pudiera creerlo.
—No. —bloqueo mi celular al darme cuenta lo que estaba haciendo.
—Disculpa... —volteo ante el sonido de la tercera voz, encontrando a ambas chicas. La rubia continúa hablando:— Lamentó interrumpir, solo quería avisarte que dejé el dinero sobre la mesa.
—No se preocupen —habla Jimin despacio, intentando coquetearles—. ¿Cómo se llaman?
—Yo soy Yeri —sonríe, causando ternura— y ella es Joy. —mira a la pelirroja.
—Bueno, yo soy Jimin y este es mi amigo Jungkook. Encantados de conocerlas.
—Bueno, seguramente volveremos algún día y quizá podemos hablar un rato... —coquetea de vuelta la rubia, esta vez, a Jimin.
—Cuando quieras, linda. —le guiña el ojo y ella ríe como idiota.
—Nos vemos. —sonríe y ambas salen del local.
—Cuando quieras, linda. —repito con una voz graciosa haciéndole burla a Jimin y comienzo a guiñar repetidamente como si tuviera un tic.
—Era linda, ¿Sí? —se avergüenza un poco.
Otra vez la campanilla. Una familia entra y se sientan en una mesa junto al ventanal.
—Mejor nos ponemos a trabajar. —suelta Jimin y yo asiento.
ESTÁS LEYENDO
Coffee [Taekook/ KookV]
FanfictionJeon Jungkook trabaja como mesero en una cafetería de Seúl llamada Moka. Un día como cualquiera, un chico de traje entra al lugar con la intención de beber una buena taza de café en el intermedio de su trabajo. Jungkook queda cautivado por él, pero...