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Taehyung.

  Abrí la puerta del piloto ubicándome sobre el asiento de cuero negro de mi auto. Me puse el cinturón de seguridad y observé a mi mejor amigo a mi lado repitiendo la acción, sentándose con las piernas separadas. Cerró la puerta.

—Deja de maldecir, YoonGi —lo reté mientras ajustaba el espejo retrovisor—. Ya estás seco y te llevaste un té gratis.

—Es la última vez que te acompaño para que veas a Jungkook, Taehyung. —habló molesto mientras se ponía el cinturón de seguridad.

—¿Aquí es donde se supone que te doy las gracias? —coloqué la llave en su lugar y la giré. El motor sonó.

  Arranqué el auto pisando el acelerador y dirigí mi vista al frente para conducir.

—Ahm, ¡Sí! —respondió como si fuera obvio. Logré ver por el rabillo del ojo que sacudía la cabeza— Tu vienes a ver al chico que te gusta ¡¿Y yo qué gano?! ¡Que me empapen con té caliente! —señaló su pantalón aún algo pegajoso por el agua.

—Si, claro, como si no le hubieras echado el ojo a su compañero.

—Ese era el tal Jimin, ¿cierto? —asentí— Pues sí, debo admitir que es lindo, pero no sé, parece un poco engreído.

YoonGi era mi mejor amigo desde la secundaria y al mismo tiempo uno de mis mejores empleados. Es mi confidente y mi compañero en el crimen.
Obviamente él sabía todo lo que estaba pasando con Jungkook y me daba su opinión y ayuda al respecto.

—¿Entonces sí te gustó? —reí.

—Ahm sí... —admitió en un tono bajo.

—¿Entonces que fue eso de "tengo novio"? —imité su voz con gracia— ¿Desde cuando tienes novio, YoonGi? ¡Inventaste eso totalmente!

—¿Olvidas a Hoseok?

—Hoseok no es tu novio.

—Hey, Hoseok es un chico dulce... demasiado enrealidad, ¡MI PUNTO ES...! Ambos nos llevamos muy bien, podríamos serlo. Recuerda que te dije que nos hemos besado un par de veces.

—También que han tenido sexo un par de veces, pero eso no lo vuelve tu novio. En todo caso sería tu amante.

—No importa, Jimin no sabe eso. —se cruza de brazos en su lugar, sonriente, asumiendo que ganó ante mi silencio.

  Minutos más tarde encendí la radio. Al cabo de cinco minutos de cantar a todo pulmón con mi amigo llegamos a nuestro destino; Kim's. La empresa productora de la revista de fotografía más popular de Corea.
YoonGi ya estaba tranquilo y yo feliz por ver a mi pequeño en mi descanso.
Entramos al gran edificio de paredes blancas y negras. El suelo de baldosas de blancas y delicados candelabros de piedras luminosas en los techos. En la entrada la se encontraba mi recepcionista, quien al conocernos ni siquiera nos echó el ojo. Presionó el botón en la pared para llamar al ascensor y subimos hasta el quinto piso, donde había gente yendo y viniendo ocupados por la sesión de fotos de una de mis amigas de confianza y a la vez una de mis modelos más bonitas: Lalisa Manoban.

Me acerqué a ella junto a YoonGi y al vernos sonrió.

—¡Tae! ¡YoonGi! —nos saludó mientras la maquillista le daba los últimos retoques a su maquillaje.

Lalisa era hermosa en todas las formas que pudieran imaginar. No solo tenía un cuerpo cuidado y unos ojos encantadores, sino que también era pura, original y carismática. La mayoría de las modelos con las que he trabajado suelen ser engreídas, pero ella es la excepción.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2020 ⏰

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