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Otra vez era el primer día de la semana y faltaban veinte minutos para cerrar la cafetería. Creo que nunca en mi jodida vida tuve tantas ganas de trabajar desde que Taehyung dijo "Te veo el lunes." Estoy demasiado ansioso e inquieto. Realmente quiero verlo. El hecho de que el otro día haya hablado con él con tanta comodidad me da una linda sensación y un buen humor que sorprendió a Jimin cuando me vió llegar.

La campanilla sobre la puerta suena mientras estoy limpiando las mesas con un trapo húmedo. Giro mi cabeza ansioso, pero solo era la chica rubia de la otra vez. Aquella vestía una falda tableada roja, camisa blanca y zapatillas del mismo color. Su cabello rubio estaba recogido en media cola. Se acercó a nosotros con una sonrisa en el rostro y nos preguntó si la recordábamos, a lo que el baboso de Jimin obviamente contestó que sí. Yo por otro lado me negué aunque fuera mentira y seguí atendiendo las mesas. Yeri se fue luego de pedir un latte para llevar y yo me acerqué a mi amigo. La barra de los pedidos nos separaba.

Mire la hora en el reloj de mi muñeca y ya era tarde. Estaba empezando a desilusionarme, Taehyung aún no llegaba.

—Que buena está. —comenta el rubio mientras de muerde el labio, observándola a través de la ventana caminando en dirección a la calle.

—Ajam. —le resto importancia sin siquiera mirarlo.

Realmente no sabía que contestar cuando Jimin hacía esa clase de comentarios. Yeri parece ser hermosa en todo sentido; es bonita, tiene un buen físico y es agradable, pero hasta ahí llego yo. No logro hacer comentarios sobre su trasero, sus tetas o ni siquiera decir que tengo ganas de llevármela a la cama como él.

—¿Qué te pasa, JK? —pregunta al ver mi expresión triste, apoyando sus codos sobre la barra de mármol y madera.

La campanilla suena otra vez, y está vez Kim entra con su característico traje. Una sonrisa de oreja a oreja se extiende por mi rostro inmediatamente.

—Nada. —le digo rápidamente en voz baja a mi amigo y él sonríe al unir los puntos en su cabeza.

—¡Jungkook! —me saluda Taehyung, acercándose a mí con una sonrisa.

Siento que mi corazón late más rápido al oírlo llamarme por mi nombre.

—¡Hola! —devuelvo el saludo feliz— ¿Cómo estás?

Suspira serio y mi sonrisa se desarma ante su seriedad.

—Bien. Algo cansado en realidad. —sus ojos se conectan con los míos.

  Nada que un buen desayuno no solucione.

—¿Qué puedo prepararte para subirte el humor? —intento bromear para que me devuelva su sonrisa, pero fracaso en el intento.

—Un café y una galleta de chocolate, por favor.

—Jimin —volteo llamando su atención—, ya oíste.

Él asiente y desaparece tras la puerta de la cocina, dejándome a solas con el chico de traje.

—¿...Y tú? ¿Cómo estás? —habla él luego de unos segundos de silencio, como si buscará conversación.

—Bien —asiento lento con la cabeza. Luego de soltar esas palabras creo que soné muy cortante, así que busco algo más que añadir:— Y... ¿Cómo va la revista?

—Estamos trabajando en la nueva edición. Aún faltan hacer algunas cosas antes del lanzamiento. Ya tenemos programadas dos sesiones de fotos esta tarde y una entrevista a uno de los fotógrafos para mañana.

—¡Que bien! ¡Ya quiero leerlo! —sonrío otra vez.

—Podría traerte una copia apenas salga como un pequeño regalo si quieres —me sonrió sin mostrar sus dientes.

Coffee [Taekook/ KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora