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'¿Para… siempre?' Serena sintió su sangre helarse con sólo pensarlo. No, Darien no podía quedarse así, es decir, el pequeño Darien era adorable, pero necesitaba recuperar a su novio.
"Pero los chicos dijeron que era sólo temporal, ¿verdad?" Lita trató de traer de vuelta la esperanza.
"Aunque yo no me confiaría de sus cálculos" por más que sonara a amargo sarcasmo, Rei tenía razón y todas lo sabían.
La rubia mordió sus uñas pensando, recuperarían a su Darien a como diera lugar, después de todo, habían superado cosas peores, ¿verdad? Aunque esto no estaba muy a su alcance, ¡no sabía nada de ciencias! Tal vez Ami podría ayudar… 'No, más les vale a Andrew y a Tom que arreglen este lío, o ¡Sailor Moon los castigará en el nombre de la Luna!'.
"¿Serena?" la voz del niño junto a ella la sacó de sus pensamientos, la rubia dirigió su atención a él y el pequeño continuó "Te hice un dibujo"
Se escuchó un coro de expresiones de ternura por parte de las chicas, mientras Serena sonriendo aceptaba el papel que Darien le entregaba. Lo tomó con amabas manos, estirándolo para poder verlo bien, y su corazón se hinchó como un globo cuando vio lo que su pequeño había plasmado; era un hermoso dibujo del Milenio de Plata, en él estaba la princesa Serenity y el Príncipe Endymion tomados de la mano.
"Oh, Darien" la rubia besó su mejilla con fuerza, haciendo que el pequeño cerrara unos de sus ojos "¿recuerdas todo esto?"
El niño asintió y Serena le entregó la hoja de papel a las chicas, quienes volvieron a suspirar de ternura admirando la obra de arte de Darien.
"¡Serena!" la chica dejó de estrujar entre sus brazos al niño y volteó al sentir la voz de su rubio amigo, quien venía acercándose a ellas en compañía de Tom, ambos con una sonrisa en sus rostros "Serena, chicas, Tom tiene una buena noticia que contarles" Andrew anunció entusiasmado.
"Sí, hoy estuvimos trabajando en el laboratorio con el doctor Chen," comenzó el castaño ante la atenta mirada de los presentes "y creo que descubrimos un 'antídoto' para la condición de Darien"
La expresión general de las chicas fue de asombro y se escucharon unos grititos de alegría por parte de Serena.
"¿Y lo tienes ahí?" Rei preguntó señalando un pequeño contenedor en las manos del chico.
"Sí, creo que deberíamos probarlo ahora" Tom dejó el contenedor sobre la mesa y lo abrió, sacando de éste un tubo de ensayo lleno hasta la mitad con un líquido viscoso color ámbar, idéntico al que había iniciado todo este embrollo.
Todos asintieron y el chico destapó el tubo, listo para entregárselo al pequeño Darien, pero Serena lo detuvo justo antes de que lo hiciera.
"¡Espera!" todos voltearon a mirarla, incluso Darien, quien no entendía mucho qué estaba pasando "¿Estás seguro que no empeorará con eso?" todos siguieron mirándola, así que clarificó su punto "¿no va a seguir encogiéndose, verdad?"
"Bueno, lo probamos en ratones..." Tom sonrió algo nervioso.
"Con eso bastará, ¿no?" Lita estaba impaciente, al igual que las demás; esto era casi como ver un acto de magia, sería entretenido.
"Bueno, hagámoslo" Andrew también se veía ansioso, tan optimista como siempre "Darien, tienes que tomarte ese jarabe que te dará tío Tom, ¿sí?"
El pequeño de cabello azabache miró a Serena dudoso antes de obedecer, cuando esta le sonrió asintiendo, el niño tomó el tubo de ensayo que le estaban ofreciendo y dando una última mirada a todos, se tomó el contenido rápidamente.
"¡Puaj!" arrugó su nariz y sus ojos luego de haberse terminado el jarabe, y las chicas lo miraron curiosas.
"¿Azúcar?" ofreció Andrew, ya habían pasado por eso la vez anterior.
El niño tomó un poco de azúcar con una cuchara para pasar el mal sabor, mientras todos lo miraban como si fuera un mono del zoológico.
"¿Qué?" abrió grande sus ojos de la manera más tierna y los miró a todos sin saber por qué lo miraban tanto.
"¿No te sientes distinto?" Serena tomó el pequeño rostro entre sus manos y lo observó más detenidamente, al parecer no había ningún cambio. El niño negó con su cabeza.
"Puede que tarde en hacer efecto, ya sabes, no es una poción mágica" el castaño estaba seguro de que funcionaría, esta vez les había ayudado el experto y lo habían probado en ratas, ¿qué podría salir mal?
"Sí, la última vez..." Andrew hizo una pausa al ver la mirada asesina de Serena y sonrió como disculpándose "la última vez hizo efecto luego de dormir, así que puede que sea eso lo necesario para que haga efecto"
"Entonces mañana lo sabremos" Ami tenía curiosidad, pero era paciente y sería interesante para ella saber si realmente el sueño tendría algo que ver con la transformación.
"Bueno, parece que tendremos unas horas más con este bomboncito" a Mina le parecía más divertido el pequeño Darien que el grande, y aprovechó para sacarle otro par de fotos.
Serena sonrió ante el comentario de Mina, no quería perder a esa ternurita de niño, lo extrañaría mucho, por lo menos ahora tenía unas cuantas horas más para aprovechar junto a él. 'Ojalá pudiera quedarme con los dos' la rubia pensó suspirando.
"Lo mejor ahora será que vayan a casa y si a Darien le da sueño que duerma, así podremos saber lo antes posible si resultó o no"
Aceptando la recomendación de Andrew, Serena y Darien caminaron de vuelta al departamento, pasando primero a comprar algo para comer más tarde, ya que la rubia recordaba perfectamente el berrinche que había hecho el niño la noche anterior. Luego de esa breve parada caminaron unas cuadras más hasta llegar al hogar de Darien Chiba, que ahora los albergaba a ambos.
"Muy bien Darien," Serena al entrar dejó la comida sobre el mesón de la cocina y se dirigió al pequeño "vamos a comer y luego te vas a acostar a dormir, ¿sí?"
El niño asintió y ambos se sentaron a la mesa a cenar. Esta vez no hubo berrinches ni reclamos, de hecho Darien parecía más tierno que nunca, lo que ponía a Serena algo nostálgica al pensar si realmente funcionaría el antídoto y si este pequeño bomboncito desaparecería para siempre. El sonido del timbre del departamento sacó bruscamente a Serena de sus pensamientos y la trajo de vuelta al aquí y ahora, donde el pequeño Darien se dirigía a atender la puerta. La rubia se levantó rápidamente para alcanzar a Darien, nunca se sabe quién puede estar detrás de la puerta. Logro llegar a la entrada justo cuando el pequeño la estaba abriendo.
"Hola" dos voces femeninas saludaron al niño al unísono.
"Hola" fue Serena la que respondió, abriendo más la puerta y sorprendiendo a las chicas frente a ellos.
"B-buscamos a Darien Chiba" una de las chicas habló dudosa, mirando el número en la puerta, asegurándose que estaban en el lugar correcto "¿es este su departamento?"
"Sí, sí, aquí vive" la rubia sonrió mientras las otras dos miraban, algo desconcertadas, al niño y a ella alternadamente, como no comprendiendo "pero él no está ahora"
"¿Y a qué hora lo podemos encontrar?" la otra chica preguntó "es que necesitamos hablar con él"
"Darien no va a volver por unos cuantos días más" comentó Serena, quien estaba comenzando a molestarse "pueden dejarle el recado conmigo"
"Disculpa, pero ¿y tú quién eres?" fue la primera chica la que habló y sonó bastante descortés por cierto.
La sailor de la Luna se quedó en shock, ¡cómo se atrevían! Pero antes de que ella pudiera contestar, el pequeño Darien sacó la voz.
"¡Ella es Serena!" su expresión indignada sorprendió a las mujeres, quienes parecieron además reconocer el nombre.
"¿Tú eres Serena?" de alguna manera eso había sonado totalmente despectivo y la aludida estaba comenzando a sentir como su sangre le hervía.
"Sí, yo soy Serena, la novia de Darien" se notaba la furia contenida detrás de su sonrisa cortés "¿Quieren que le diga algo cuando hable con él?"
"Em no, sólo dile que vinimos"
"Bueno, que tengan buenas noches" se despidió Serena, cerrando la puerta de inmediato.
Pero aún con la puerta cerrada, la rubia pudo oír parte de la conversación que las chicas mantuvieron mientras se marchaban.
"¿Puedes creer que esa se quedó con Darien?, no sé qué le vio"
"¡Sí, ni siquiera le llega a los talones!, ¿crees que vive ahí, con él?"
"Espero que no" se notaba que las dos estaban babosas por Darien "¿y ese niño?, ¿viste que era igualito a Darien?"
"¿Crees que es su hijo?"
Luego las voces comenzaron a hacerse cada vez más distantes y pronto dejaron de ser audibles para la rubia, quien estaba que hervía de rabia apoyada contra la puerta. Desafortunadamente para el pequeño, esa rabia tenía que descargarse en alguien y él era el más cercano.
"¿Quiénes son ellas?" la chica se cruzó de brazos y miró al niño con desafiante expectación "¿por qué saben dónde vives?"
"No-no sé" Darien se sintió algo intimidado por las preguntas de su Serena "creo sólo son compañeras"
La rubia entrecerró sus ojos observándolo con detenimiento, el niño no parecía estar mintiendo, de hecho parecía algo confundido, probablemente las cosas no estaban muy claras en su cabeza con todo esto de, bueno, de haberse encogido, pero ya le preguntaría cuando todo volviera a la normalidad, y más le valía tener una buena explicación.
"Ok Darien, ven, vamos a dormir" le tendió una de sus manos al pequeño, sonriéndole con ternura, a lo que el niño correspondió con una enorme sonrisa.
Serena siguió la misma rutina de la noche anterior, pero esta vez ambos dormirían en la pieza de Darien, después de todo, ya sabía que el pequeño no dormiría solo, y a decir verdad, no había sido muy cómodo dormir los dos en esa cama de huéspedes en esa diminuta habitación, así que la cama grande los acogería a ambos por el tiempo que quedara. Luego de acostarse, el niño se durmió muy pronto, pero la rubia junto a él mantenía su mente ocupada pensando en lo que sucedería al despertar al día siguiente, ¿volvería todo a la normalidad ahora que le habían dado el antídoto a Darien?, ¿o tal vez simplemente nada sucedería?, ¡o quizás Darien crecería un poco! 'Eso sería interesante' Serena rió en sus pensamientos 'ver a un Darien adolescente sería muy divertido' y con esos pensamientos, la rubia se entregó a los brazos de Morfeo, soñando con todas las posibles situaciones con las que se podría encontrar cuando despertara.
Y seguía entre sueños cuando sintió que sacudían su brazo. Tardó unos segundos – tal vez minutos – en darse cuenta que ya era de mañana y que debía despertar. Abrió con recelo uno de sus ojos, tratando de adaptarse a la luz que entraba por el ventanal, y pronto recordó que ese era el momento de la verdad, al fin vería qué había pasado con su novio. Se volteó rápidamente y sus ojos se encontraron de lleno con la figura de Darien, quien estaba sentado frente ella en la cama mirándola. La rubia suspiró, era uno de los resultados esperables.

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