Darien seguía siendo el mismo niño de cinco años de la noche anterior. Y ahí habían quedado las ganas de Serena de volver a ver a su novio.
"Ya voy, ya voy" la rubia se levantó lentamente de la cama ante la insistencia del pequeño, hasta que se dio cuenta de qué hora era, desde ahí todo fue en cámara rápida.
Tenía mil cosas que hacer y ya estaba muy retrasada. Por suerte Tom había quedado de pasar por el pequeño para llevarlo con Andrew, y llegó justo a tiempo para que Serena pudiera salir relativamente a tiempo para la escuela. La rubia se despidió del niño con un rápido beso en la frente y salió corriendo tan velozmente que Usain Bolt era una alpargata a su lado. Pero a pesar de todos sus esfuerzos y a pesar de llegar medio muerta a clases, no había logrado salvarse del castigo, pues como de costumbre, había llegado atrasada.
Como habían acordado, Tom pasó a dejar al pequeño Darien al centro de juegos de su amigo – y ahora prácticamente cómplice – Andrew. Y ahí estaban ambos, como en los viejos tiempos, o bueno, casi como en los viejos tiempos; Andrew haciendo su trabajo, mientras Darien se sentaba en la barra a esperar por Serena.
"Oye Andrew," el pequeño llamó la atención de su rubio amigo "¿y Serena?"
"Está en la escuela" el rubio desvió su atención de la máquina de helados para mirar a su pequeño amigo "va a venir por ti a las tres"
El niño sólo se limitó a gruñir y fue a sentarse del otro lado de la barra, más cerca de Andrew. Ahí sentado apoyó sus codos sobre el mesón y su cabeza sobre sus manos, con cara de resignación.
"¿Andrew?" el pequeño habló sólo unos minutos después.
"¿Hm?" el rubio contestó mientras preparaba una orden.
"Estoy aburrido"
Andrew suspiró y buscó en uno de los cajones "Toma" le entregó unas cuantas fichas "¿por qué no te diviertes un rato en las máquinas?"
Darien tomó las fichas y se fue obedientemente hacia la sección de las máquinas, aunque no de muy buena gana. Se sentó frente a la máquina de Sailor V y ahí se mantuvo entretenido por un buen rato. Pero antes de lo que el administrador del Crown esperaba, el pequeño de cabellos azabache volvió a su lado.
"¿Aún no llega Serena?" la pregunta del niño sonaba a ilusión.
"No todavía, faltan dos horas" le contestó Andrew sirviéndole una hamburguesa a modo de almuerzo, era lo mejor que podía ofrecerle estando ahí en el Crown "come esto mientras tanto, así se te pasa más rápido la hora"
El pequeño volvió a dejar escapar un gruñido como contestación y se sentó con los hombros caídos a comer obedientemente y sin muchas ganas, la comida que su amigo le había puesto en frente.
"Quiero que Serena venga ahora" hizo un puchero luego de terminar de almorzar.
"Tiene que terminar sus clases primero" explicó el rubio con paciencia "ven a ayudarme para que no te aburras"
Darien ayudó a Andrew a limpiar las mesas, al parecer el pequeño Darien era igual de pulcro que el Darien grande, y se entretuvo con su misión de limpieza. Pero pronto el diminuto pelinegro había terminado y ya se volvía a sentar cabizbajo frente a la barra.
'Debe estar pensando en Serena' pensó el rubio 'si a alguien le quedaba alguna duda de lo mucho que la ama, ahora sí que nadie podría cuestionarlo'. Y de pronto, mientras pensaba todo eso, su mente hizo click. ¿Qué era lo que habitualmente animaba a su mejor amigo cuando estaba deprimido pensado en Serena?
'¡Un café!' fue como un grito de victoria en su mente.
"Oye Dar," el niño levantó la cabeza para mirar a Andrew "¿quieres un café?"
Al oír la palabra mágica, el pequeño abrió grande sus ojos y asintió enérgicamente. El rubio sólo sonrió ante el entusiasmo de su amigo y fue a prepararle un café a su pequeño acompañante.
"Aquí tienes amigo" le puso en frente la taza de café y luego recordó que ahora su amigo tenía cinco años "ten cuidado, está caliente"
Darien lo probó un poco temeroso, soplando para enfriarlo un poco, y su primera reacción fue fruncir el ceño, al parecer el sabor del café era algo fuerte para su paladar ahora infantil, pero poco a poco se fue acostumbrando y tomándole el gustito, disfrutando tanto como siempre, su característica taza de café.
Y así se pasó la hora, Andrew haciendo sus cosas en el local y Darien tomando café, como en los viejos tiempos, hasta que por fin dieron las tres de la tarde y el pequeño volvió a recordar inmediatamente a su princesa de cabellos rubios.
"¿Y Serena?" su voz sonó a decepción e hizo un puchero nuevamente "Tú dijiste que llegaba a las 3, ya son las 3:15"
"Ya debe estar por llegar" y mientras Andrew le contestaba al pequeño, vino a su mente un recordatorio de los constantes castigos por los que Serena se quejaba, cuando tenía que quedarse después de clases. Sólo esperaba que este no fuera el caso.
Lamentablemente, sus sospechas se vieron confirmadas cuando vio atravesar por la puerta del Crown a todas las amigas de Serena, sin ella. La expresión de Darien cambió del cielo a la tierra al ver a las chicas con el uniforme de su Serena, pero pronto su mirada se entristeció al notar que la rubia que él esperaba no venía con ellas.
"¿Y Serena?" otro puchero apareció en su rostro cuando las chicas llegaron al mesón.
"¡Pero qué ternura ese pucherito!" Mina aprovechó el momento para sacarle una foto.
"Serena está castigada por llegar tarde" Lita contestó la pregunta de Darien, mientras se oía un "como siempre" de Rei.
"Ya no tarda, ¿sí?" Ami le dedicó una cálida sonrisa al pequeño y luego, fijándose en la taza que el niño tenía enfrente, se dirigió a Andrew "¿Qué está tomando Darien?"
"Ah, le di un poco de café" contestó con la mayor simplicidad, pero se puso un poco nervioso al ver la mirada que le dirigían las chicas "¿qué?"
"¿Le diste café?" Rei alzó una ceja con incredulidad.
"¡Hombres!" comentó Lita llevándose una mano a la frente, mientras el resto de las chicas movía la cabeza de forma desaprobatoria.
"¿Qué tiene de malo?" el rubio no entendía nada y se encogió de hombros involuntariamente.
Las cuatro chicas se miraron, como preguntándose silenciosamente ¿quién le explica a este tonto?, y como Ami era la más calmada de todas, se decidió a ser ella quien le explicara, sino cualquiera de las otras lo hubiera golpeado en la cabeza.
"Andrew, ¿tú sabes que el café es un estimulante, cierto?" la peliazul partió por lo básico, Andrew asintió "¿sabes también que los niños tienen mucha energía por naturaleza, verdad?"
El rubio pareció un poco contrariado, "Así como mucha energía…"
"¡La tienen!" Mina lo cortó con impaciencia.
"Entonces, ¿qué crees que pase si le das un café a un niño?" Andrew parecía confundido y miró a Ami con cara de no sé "¡lo hiperactivas!"
"Oh" musitó el rubio sorprendido, ¿cómo no pensó en eso?
"Serena te va a matar" fue la declaración de la sacerdotisa.
"¿Y si no le contamos a Serena?" sugirió Lita. Las chicas y Andrew estuvieron de acuerdo.
"Gracias chicas" el rubio sabía que hacer enojar a Serena sería una sentencia de muerte.
"Hey chicos, ¿y Darien?" Mina miró a todos lados buscándolo.
"Demonios Andrew, por tu culpa"
"¡Miren, allá está!" el rubio apuntó a las puertas de vidrio del Crown, a través de las cuales se veía al pequeño Darien corriendo hacia la calle.
Las chicas casi sufren un infarto al ver al niño a punto de cruzar la calle, pero se relajaron al ver que Serena lo esperaba del otro lado y que la calle estaba totalmente desierta de autos.
"Viste, ya está hiperactivo" Lita negó con su cabeza "¿Cuánto café le diste?"
"Esta era la tercera taza" Andrew dijo tímidamente apuntando la taza sobre la barra.
"Oh, Dios" murmuraron a coro las chicas.
Volvieron a mirar por la puerta y vieron que Serena ya venía entrando al Crown, con Darien dando brincos tomado de su mano.
"¿Qué le hicieron a este niño?" se rió Serena viéndolo.
Todos se miraron con culpabilidad, mientras el rubio rápidamente se llevaba la evidencia a la cocina.
"Sólo debe estar muy feliz de verte" comentó con una gran sonrisa plástica Mina.
"Sí, eso debe ser" Serena también sonrió, ella lo había extrañado igualmente.
Así pasó la tarde, las chicas conversando y chismeando, como siempre, Andrew atendiendo a la gran cantidad de clientes que venían por la tarde, y Darien dando vueltas por todos lados pero, como Serena le había dicho, donde sus ojos lo pudieran ver.
Ya un poco más tarde, la rubia de coletas se despidió de todos y tomando a Darien de la mano, caminó hacia el departamento que ahora compartían.
"¿Te divertiste hoy Darien?"
"¡Sí, mucho!" contestó el pequeño entusiasmado "Andrew me dio café"
Un pequeño detalle con el que el rubio y las chicas no habían contado; los niños no mienten ni omiten cosas. Pero para suerte de ellos, Serena no hizo la asociación que todas habían hecho, ella sólo pensó en lo mucho que a su amado Darien le gustaba el café y pensó que debería haber estado extrañando su bebida típica.
"Te gusta mucho el café, ¿verdad?"
El pequeño asintió y ella le dedico una cálida sonrisa.
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Error de calculo...
FanfictionDarien trabaja en un laboratorio con sus compañeros de trabajo emosionados y confiados de su trabajo pero lo unico k falta es provar en alguien su experimento no hay ningun vokuntario ¿alguno se ofrecera para ser de conejillo de india? ¿Saldra tan b...