Prólogo

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Año 3500 d. C o 500 d. T (después de la Tierra) después de que el ser humano dejó el planeta inhabitable para el ser humano en el año 3000, ya se contaba con la suficiente tecnología para viajar a andrómeda, a un planeta con las condiciones necesarias para asegurar la supervivencia humana, a este planeta lo llamaron Gaia.
Habían transcurrido ya 400 años de que el ser humano se había asentado allí, en cada uno de los 6 continentes que se encontraban a su disposición. En este nuevo comienzo, el ser humano ya no quería volver a cometer los mismos errores que en la Tierra, por ello, comenzaron a construir ciudades aéreas, donde solo en los edificios más altos se encontraban los líderes del mundo, y en la punta del edificio más alto, habitaba el rey del planeta, comenzaron a buscar fuentes de energía menos dañinas al ambiente, nuevos transportes, dejaron la vida salvaje en la superficie para habitar en sus nuevas ciudades.
Por otro lado, en la superficie habitaban las personas más pobres, las cuales tenían escaces de los recursos necesarios para sobrevivir. Aquí también vivían los animales salvajes, que eran muy diferentes de los que habitaban en el planeta Tierra, las diferencias, por ejemplo, son que estos animales son más grandes y más difíciles de clasificar con taxonomía humana, ya que algunos reptiles, tenían una forma de autorregular su temperatura corporal. Algunos mamíferos, tenían plumas en lugar de pelo. Los roedores, por ejemplo, poseían un pico como el de las aves. Las aves, tenían dientes afilados en sus picos. Los animales más domesticables, como las vacas, la mayoría eran de sangre fría y sus pezuñas parecían garras. Lo más parecido a las gallinas, eran aves con las alas cubiertas de pelo y un cuerno que sobresalía entre sus cejas. Los felinos de allí presentaban ocicos más alargados, y los caninos estaban cubiertos de escamas.
En ese tiempo, el ser humano recibió la visita de unos seres provenientes de otro planeta, que se autodenominaban como selenitas, ellos venían buscando mejorar su raza con los 10 especímenes humanos más habilidosos que se encontraban en el planeta.
Para cumplir está demanda, el ser humano decidió crear los juegos gamma. Estos juegos consistían en que todo aquel humano interesado en participar, debía crear un invento para mejorar las habilidades humanas, ya sea velocidad, resistencia, fuerza, etc. Esto para encontrar a los más inteligentes y hábiles a la vez. Una vez terminado dicho evento, y escogidos a los 10 ganadores, los selenitas fecundaron a 10 de sus mejores especímenes con sus ADNs, para obtener 20 híbridos, 10 se irían con los selenitas y los otros 10 se quedarían en Gaia. La diferencia entre un humano y un híbrido era imperceptible, a excepción de las habilidades con las que el híbrido había nacido, dichas habilidades comenzaban a notarse a partir de los 13 años de edad.
Cuando los híbridos nacieron, los humanos despidieron a los selenitas con un festín, sin saber que al abrirle las puertas a ellos, estaban abriendo las puertas a cosas completamente desconocidas para ellos
10 años después, los humanos fueron atacados por otra raza llamada, "aninaki", eran una raza conquistadora que obedecía órdenes de un ente desconocido. Venían liderados por Yen, uno de los mejores generales de guerra de su planeta. Dicha raza solía atacar por medio de la fuerza bruta, sin ningún plan aparente, a pesar de que tenían una tecnología casi tan avanzada cómo la de los selenitas. Los humanos, por su lado, tenían la ventaja de los hibridos y de los ganadores de los juegos gamma, por lo que ganaron la guerra a los anunaki. Dicha guerra no fue nada fácil, pues tenían con ellos armas muy peligrosas y desconocidas para el ser humano, atacaban zonas militares y comerciales importantes, dejando sin provisiones a los civiles. Sus armaduras eran de un material difícil de romper por balas normales.
Los humanos optaron por atacar de otra forma después de ver que sus bombas atómicas no funcionaban. Los 10 ganadores unieron sus fuerzas para lograr hackear sus naves, y lo lograron, lograron destruir así sus naves. Al ganar la guerra y despojar de sus armas a los soldados comunes, derribaron la nave central. Allí se encontraba Yen, y era el más poderoso de todos, así que una vez más, los ganadores de los juegos gamma, unieron fuerzas para derrotarlo y encarcelarlo en una prisión submarina, de dónde jamás podría salir.
Los demás soldados hicieron una retirada y dejaron el planeta luego de 20 años de guerra, que dejó devastados a ambos bandos.
Los humanos dedujeron que esto sería una nueva constante, por lo que decidieron celebrar los juegos gamma cada 15 años. Y aquí empieza nuestra historia, en un mundo donde lo sobrenatural y la ciencia coexisten, todo puede pasar. Nuestro joven protagonista, al ser escéptico, muy difícilmente podría estar preparado para lo que le espera

Gaia: NeogenesisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora