-Something.

Capítulo 9.-

Mientras charlábamos la tarde iba pasando, y pronto todas nos teníamos que ir, Sophie y yo nos despedimos de todos y nos fuimos por nuestra parte.

Cuando llegué a casa salude a mis padres y decidí no cenar, no tenía tanta hambre y quería leer un poco. Subí a mi habitación y me di un baño, peiné mi cabello y lo acomodé en una trenza, me fui a la cama y tomé el libro que estaba leyendo.

No había avanzado ni dos páginas cuando me encontré pensando en George, era más guapo de lo que recordaba, y a decir verdad, aunque era demasiado tímido se notaba que era caballeroso.

Durante la tarde George y yo nos miramos unas cuentas veces, pero fue pura coincidencia donde nuestras miradas se encontraron.

A la mañana siguiente, al abrir los ojos y revisar el reloj, me di cuenta que me había quedado dormida, me cambié y peiné lo más rápido que pude y salí en seguida a la parada del autobús, que por supuesto, éste ya se había ido. Maldecí unas cuantas veces antes de resignarme y decidir caminar, el instituto no estaba lejos, pero si que llegaría tarde.

Tomé el camino que recordaba, cuando llegué al instituto, tomé el móvil de mi bolsillo y revisé la hora.

-Es muy tarde, dudo que el profesor Sheridan te deje entrar.

Voltee rápidamente y ahí está George, recargado en una pared.

-Em si, ya es muy tarde.. ¿Tu cómo sabes que tengo clase con Sheridan?

-Tengo tu cuadernillo, y ahí está tu horario.

-Es cierto.

-¿Vamos por un café?

-Yo.. sí, está bien

Caminamos por los pasillos en silencio hasta llegar a la cafetería, en sí, era un silencio bastante cómodo, George de vez en cuando me observaba detenidamente y luego bajaba la mirada.

George era alto, su cabello era café y su piel demasiado pálida.

Cuando entramos a la cafetería una chica que estaba sentada en una mesa junto con otras chicas, se acercó casi corriendo con George.

-George, hola, oh por dios te ves muy bien hoy, ven siéntate conmigo.

-Kate, gracias pero ahora no.

-Bueno eh, te veo después George. -Dije un poco incómoda y me fui de ahí lo más rápido que pude.

Me sentía un poco incómoda con todo aquello, es decir, me sentía tonta y no sabía realmente porque.