-Something.

Capítulo 10.-

Salí al jardín del instituto, caminé por ahí sin saber a donde ir, las gotas de agua caían ya ligeramente sobre mí, así que me apuré a encontrar un lugar para pasar el rato sin mojarme.

Caminé un poco mas y me senté bajo un gran árbol, saqué un libro para leer y después de rato sentí que la lluvia caía con mas fuerza, el árbol ya no me cubría lo suficiente de la lluvia, me preparaba para huir de ahí cuando una sombra frente a mí llamó la atención.

—¿Estás loca? Si sigues aquí vas a coger un buen resfriado. -George estaba

—Lo sé, estaba a punto de huir.

—Aun falta mas de una hora para que comience tu otra clase, vamos a una cafetería cerca de aquí ¿te parece?

—Si, supongo que es mejor que mojarme aquí.

George me dirigió una amplia sonrisa, comenzó a casi correr para no mojarse y yo lo imité. La  cafetería estaba casi a la vuelta del instituto por lo que no demoramos nada en llegar.

Entramos e inmediatamente tomamos la mesa mas cercana que se encontraba junto al enorme cristal.

—¿Es acogedor verdad? preguntó George mientras se recargaba en su silla.

—Si, además es muy bonito. ¿Vienes seguido por aquí?

—Si, cada que puedo, todo lo que cocinan aquí es delicioso, además muchas veces ponen Rock, mi género favorito.

—¿Rock? ¿Aquí? -Pregunté un poco incrédula.

—Si, de verdad. -Comentó sonriendo. —¿Que pedirás?

—No lo sé, todo se ve muy rico.

—Yo pediré por ti, creo que te gustará mi decisión.

—Vale.

—¿Que van a pedir? -Frente a nosotros se encontraba la mesera quien sostenía un pequeño cuaderno en sus manos.

—Lo de siempre, pero esta vez para dos. -Contestó George con una sonrisa amable.

—En un momento está listo.

Mientras la mesera se alejó, me dediqué a contemplar el paisaje de fuera, aun caían gotas de lluvia, el cielo permanecía gris y la gente pasaba casi corriendo para refugiarse.

Noté que George mi observaba detenidamente, abría la boca al parecer en un intento por hablar pero simplemente se quedaba callado.

No pasó mucho tiempo en lo que llego la mesera y colocó nuestra orden en la mesita donde estábamos.

—Esto se ve realmente delicioso. -Dije mientras contemplaba frente a mi una rebanada de algo que parecía ser pay de manzana y un capuccino.

—Y sabe mejor. Tengo una duda, jamas te había visto por aquí.. ¿De donde eres?

—Bueno, yo vivía en Estados Unidos.

—Vaya, si que te costará acostumbrarte a las constantes lluvias y al frío de aquí.

—En realidad, el clima de aquí me gusta bastante. Es perfecto.

—A mí también me gusta.