•The witch boy• [Dorbyn]

[Nine-family seavey]

Narra corbyn.

A pasado ya tres meses y una semana de que llegue a este pueblo, debo admitir que todo esto a sido lo mejor, mi vida era más aburrida antes, solo era escuela y ir a casa. Pero aquí es muy diferente.

Daniel andaba en el bosque cerca de la casa, yo estaba sentado en una roca con su ropa en mi regazo esperando a que regresara. Mi abuela y yo estuvimos alistando un conjuro de protección a la casa lo único que faltaba era que Daniel viera todo lo que está cerca de la casa que no hubiera nadie mi nada para poder terminar el conjuro.

La semana pasada estuve peleando internamente con el demonio, era como un dolor de cabeza oía su voz ofreciéndome cosas para que le deje salir pero no logré ignorarlo después de un tiempo ya que él se rindió de mi.

Un Daniel desnudó apareció frente a mi se sentó ahí mismo y suspiro hondo.

—¿estás cansado? te siento cansado—afirmé me incline hacia el para acariciar su cara.

—si creo que debería darme un pequeño descanso pero no puedo dejarlos solos a todos, la manada, mi familia, tú todos me necesitan debo darles lo mejor y protegerles—

—babe no puedes hacer todo ya te lo eh dicho dani, déjame ayudarte, quiero estar ayudando a resolver esto—pedí agarrando su cara con ambas manos para que me mirara.

—ya hablamos de esto no voy a dejar que te expongas—

—no Daniel, yo tampoco quiero que tú te expongas y mira te has expuesto un montón últimamente estos dos últimos meses, te amo y no quiero quedarme solo en esta vida, déjame cuidarte y tu cuídame se que puedo ayudar bastante—afirmé y no le quite la mirada a Daniel y él a mi.

—está bien pero prométeme que no pelearás solo contra otros, siempre quédate conmigo y si hay que pelear peleemos juntos Corbs es importante para mi que no te pase nada de nada— asentí a sus palabras le bese y luego le di su ropa.

—te llevare a casa después de levantar el encantamiento—dije caminando con él cuando ya estuvo vestido.

—no sabes manejar—rió leve.

—lo se, manejarás tú lo que me refiero es que te acompañaré, y si tu madre lo permite me quedo a dormir— le sonreí agarro mi mano antes de que llegáramos a la casa y mi familia estuviera afuera alrededor de un caldero.

Daniel se quedó cerca de la casa y yo me acerque a ellas. Tía Rose movía con una cuchara el caldero mientras que mis primas y mi hermano decían el hechizo en latín, mi tía queene tiraba las hierbas en el caldero.