•The witch boy• [Dorbyn]

[Fourteen-Coven]

—lo siento lobo no puedes venir—dijo mi abuela a Daniel. Yo ya estaba listo con la ropa que tenía que llevar puesta, entonces Daniel me miro y me fue a abrazar.

—cuídate bebé estaré cerca cualquier cosa—susurra Daniel, me aleje de su abrazo y bese su mejilla.

—gracias—luego de eso Daniel se fue de la casa.

—toma mi mano—me dice mi abuela Fiona y no lo pensé dos veces y lo hice y de inmediato todo se encogió y luego algo se pareció de pronto mi abuela me soltó respire profundo viendo hacia el piso y noté a mi alrededor que ya no estaba en la casa estaba en medio del bosque y a unos pasos de nosotros y estaban un grupo de personas entre ellas mis primas y mis tías y Perrie. En el centro había un hombre de pelo largo algo joven pero tampoco tan joven de unos 30 años tal vez.

Camine hacia el sabía que hacer mi abuela insistió en explicar todo lo que tenía que hacer y decir, estando a su lado él me observa de pies a cabeza.

—bueno iniciemos...—

Todo fue pasando como me dijeron, los del coven también decían cosas mientras yo me empecé acercar el cuchillo a mi piel. El supremo me señaló que tenía que ser mi marca, en mi regazo derecho.

—y tienen que ser...—nuestro líder se quedó callado y espere a que lo dijera pero pareció confuso.—un pentagrama—

Estaba nervioso y asustado, no quería clavarme el cuchillo pero tenía que hacerlo entonces sin pensarlo lo clave con fuerza en la zona indicada, grite cuando el cuchillo entró en mi piel me quedé quieto sin tampoco mover el cuchillo pero el supremo parecía no tener paciencia conmigo y puso sus manos sobre las mías y me ayudó a mover el cuchillo para dibujar el pentagrama, mi instinto me decía que viera todo el proceso pero solo quería cerrar los ojos y gritar pero trate de no hacerlo mordiendo mis labios y sentí como las lágrimas recorrían mis mejillas.

Apenas termino de hacer el pentagrama me ayuda a sacar el cuchillo y fue ahí donde me desahogo gritando, estaba deseando demasiado hacerlo.

—múdate otra vez hermano y bienvenido al coven—dijo el y todos los demás en el círculo gritaron algo en latín. Yo no lo pensé dos veces y me puse el vestido otra vez y todos en el círculo se empezaron a ir al igual que el líder y mi familia y Perrie se acercaron a mi.

—estoy orgullosa de ti—dice la tía Rose.

—yo también mi niño bien hecho—la tía queene puso un abrigo largo sobre mi—se que disgusta andar así de provocativa—ríe levemente.

—fuiste débil—gruñe mi abuela —debiste mover tu solo ese cuchillo—

—y tú me imagino que lo hiciste—le respondí por primera vez en todo este tiempo.—lo siento abuela pero no soy masoquista—

Ella no respondió solo sonrió un poco y se fue caminando.

—estuviste bien corbyn yo en mi iniciación calve el cuchillo donde no era tuve que volverlo hacer—me comenta Perrie y reí con ella.

—debió doler—

—no te imaginas cuanto pero bueno ahora puedes contar con cualquiera del coven para cualquier cosa que necesites—

—hablando de eso saben por que un pentagrama?—pregunté y mis tías me vieron con una sonrisa.

—cariño tú madre también tenía un pentagrama y el supremo deimond también tiene uno ósea eres el candidato para ser el lider y también el más fuerte del coven pero todo a su tiempo aún no has presentado tus cambios a supremo—dice mi tía queene.

Asentí y empezamos a caminar a casa, cuando llegamos Perrie se fue para su casa, yo me fui a mi habitación y me quite todas esa ropa infernal quedándome desnudó, noté que marca ya se hizo por completo, un pentagrama de color carmesí porque se dibujo con mi sangre tal como lo dijo mi abuela.