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- ¿Crees que el amor les puede llegar a todos?-

Shanks fue el primero en despertar, miro por la ventana percatándose de que aún no había anochecido, vio como Makino descansaba acurrucada en sus brazos; sonrió como tonto enamorado, le encantaba, la sensación de calor transmitido por esa mujer lo volvía loco y a la vez lo calmaba con tan solo un movimiento; fue ahí que una felicidad lo cubrió al descubrir que aquella mágica noche no había sido producto de su imaginación; en verdad estaba ahí, abrazando a la mujer que se había vuelto prácticamente su todo; fue en ese momento que a su memoria vino el recuerdo de su antiguo capitán "Gold D. Roger" recordaba la cara de alegría que tenía su ex capitán cuando estaba junto a la señorita Portgas D. Rouge.

¿Me veo igual?


Estaba seguro de que esa escena se repetía casi con u a exactitud que a muchos asustaría, pero no al pelirrojo de hecho a él lo llenaba de gusto el saber que después de tanto tiempo y sin buscarlo, literalmente el amor toco a su puerta, tal vez incluso y hasta era el mismo destino el que lo había unido a esta mujer.

- Shanks- su tierna voz lo saco de sus recuerdos.

 
El con una sonrisa le dio un beso en la cabeza y con un tono de voz suave le pregunto.

- ¿Dormiste bien?-

Makino aun adormilada asintió y se restregó más contra el varonil cuerpo de Shanks, pasaron unos minutos todavía hasta que ella reacciono de todo y repitiendo la acción de el pelirrojo, sonrió alegre de que no fuera tan solo un sueño lo ocurrido en la noche anterior. Mas sin embargo la felicidad no podía ser del todo duradera, pues aun recordaban las circunstancias por las que acabaron en ese mágico momento.

- No te preocupes Makino, ya verás que te ayudare- susurro Shanks sintiendo el temor de ella.

Makino no le preocupaba que le pasara algo a ella, lo que más le tenía miedo era que se llegaran a meter con el pequeño Luffy. Además de que ella quería mucho a ese niño, se había hecho cargo de el desde que Garp lo trajo y si perdía su restaurante, sentía que de los más afectados seria Luffy pues ya no tendría su lugar donde podría comer hasta que su estomaguito de niño dijera basta; mas sin embargo también le aterraba el solo pensar  que el pequeño intentara defenderla y saliera herido en su intento de valentía.

-  ¡Makino!- y como si un momento de mala suerte la invadiera, la voz de Luffy resonó en el lugar.

Ambos adultos giraron a ver como el infante entraba con sus ojos un poco humedecidos.

- Makino- repitió lanzándose a la mayor.

-  Luffy- ella le acaricio el cabello.

-  ¿Estás bien? Pensé que te había pasado algo- dijo soltando una especie de cascaditas de lágrimas por los ojos.

- ¿eh? Claro que está bien, ella no es débil como tú- dijo el pelirrojo sacándole la lengua.

-  ¡cállate! Shanks idiota- le contesto enojado Luffy.

Makino no pudo evitar soltar una risa debido a la situación, la cual a pesar de todo no dejaba de ser cómica.

-  ¿Te divierto?- pregunto Shanks sonriendo y besándole la mano.

Luffy puso una cara de total confusión pero casi de inmediato hizo un puchero.

- Mucho acercamiento- separo a Shanks con sus brazos, o al menos eso intento.

- Venga Luffy, no seas grosero con el capitán- dijo tierna y maternal la mujer.

Obviamente eso no bastaba, claro que el niño actuaría como un angelito frente a Makino, pero le haría muchas travesuras a Shanks cuando esta se distraía; pero eso no quería decir que una relación de odio entre el adulto y el niño iniciara, todo lo contrario su relación creció mas, pues el mayor le contaba grandes historias sobre sus aventuras y sus futuros planes y esto aumentaba el entusiasmo en el menor por querer ser mayor y poder salir a emprender aventuras como esas. Mas sin embargo el asunto de la deuda de Makino no fue tema olvidado, Shanks estaba un tanto misterioso y eso ponía un poco inquieta a la mujer.

Los dias pasaron con una extraña calma que no le gustaba mucho que digamos a Makino y la situación empeoro cuando Shanks llego y la miro un poco serio.

-  Hoy tenemos que zarpar- soltó de golpe.

La mujer palideció de golpe y de milagro no se desmallo.

-   Wowow, tranquila, lo siento lo dije muy serio, si zarpamos pero será un viaje muy corto regresaremos en un par de días-

El color regreso a las mejillas de Makino.

- No, vuelvas a asustarme así- dijo dándole con el trapo que utilizaba para limpiar.

- ¿Acaso me extrañarías?- pregunto con una sonrisa coqueta.

-  Idiota- susurro sonrojada y apartando la mirada.

- Pues, yo si te extrañare- susurro pegándola a su cuerpo dejándola escuchar el suave latir de su corazón.-           


La debilidad del Younkou (Shanks x Makino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora