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Decir "Adiós" podría considerarse una de las cosas más difíciles que hace el ser humano, pues al decir esa palabra es inevitable sentir una sensación de temor...

Llegó el día en que la tripulación del capitán pelirrojo tuvo que zarpar, Makino estaba parada a las orillas del mar viendo como el majestuoso barco era preparado para salir, veía como Shanks daba ordenes de como levantar las velas y de elevar anclas; a los ojos de la mujer, él se veía sumamente atractivo estando serio, a su lado tenía a Luffy que hacía pucheros debido a que el pelirrojo lo había sacado casi casi a patadas, pues lo descubrió escondido en un barril dispuesto a irse como si fuera un polizón.

- Algún día iré en ese barco- susurro Luffy sin quitar su cara de "enojado".

Makino soltó una risa y lo cargó restregándose contra él.

- ¡Ay! Makino- dijo que tenía un sonrojo en sus mejillas.

- Pero si tú te vas, me quedaría solita- dijo haciéndose un poco la dramática.

El niño inflo una mejilla y se quedó pensando.

- Cierto, nadie debe hacerte daño- dijo abrazándola.

Aquella escena fue vista por Shanks, cada día que pasaba le daba un motivo más para amar a esa mujer; sonreía como idiota y eso provocaba que sus Nakamas le hicieran chascarrillos.

- Sólo serán unos días- susurro Benn a su capitán.

- Lo se, además así podré ayudarla tan sólo espero que no les ocurra nada mientras no estamos- no podía negarlo, aquél pelirrojo tenía miedo de dejar a su amada y a Luffy solos.

Makino y Shanks no pudieron evitar hace contacto visual, sus corazones se aceleraban entonando a la perfección ambos sentían miedo, el capitán tenía miedo de que algún insolente se atreviera a tocarle un solo cabello a su amada, y Makino tenía miedo de que el pelirrojo no volviera. Pero ese sentimiento también causaban en ellos la sensación de ansiedad; conforme el barco se alejaba deseaban que el tiempo pasará rápidamente para volver a estar juntos. Ella desconocía la razón por la que Shanks había decidido zarpar ahora.

/Shanks, regresa pronto\ pensaba Makino mientras lo veía alejarse.

Las personas que habían ido a presenciar como los piratas se iban; poco a poco dejaban el puerto y Makino junto a Luffy no fueron la excepción.

- Makino, carne carne- le dijo de pronto a la mujer haciendo cara de súplica.

Obvio ella no pudo reprimir una risa.

- ¿Carne? Estás de suerte el menú de hoy es carne- lo volvió a tomar en brazos.

Luffy se sonrojo y fingió que no quería esa clase de tratos, pero como buen niño disfrutaba de que le dieran muestras de cariño así que tampoco hizo mucho para resistirse.

Sin embargo Makino analizaba si sería buena idea abrir el bar; le daba miedo que vinieran a cobrarle y está vez estaba sola con Luffy, no podía permitir que algo le sucediera al niño, pero tampoco podía dejarlo con el antojo de su carne, así que ideó un plan brillante que consistía en que si veía que si los cobradores llegaban, mandaría a Luffy a casa de inmediato, de esa forma si algo le pasaba a ella, por lo menos el niño estaría a salvó.

Por fortuna ese día las cosas transcurrieron en total calma, claro excepto por qué Makino extrañaba mucho a Shanks, era sorprendente ver cómo aquel hombre se había vuelto muy especial y esencial en su vida. Pero ella sabía que no podía detener su rutina, así que mientras pensaba en su pelirrojo limpiaba la vajilla, observaba en dirección a la puerta pues Luffy aún no llegaba a verla y a pedirle de desayunar. Justo cuando los nervios la estaban matando e iba a salir a buscarlo, el pequeño pelinegro entró corriendo.

-¡Makino! ¡Makino! Carta carta- en sus manos traía un sobre.

En un inicio la mujer se asustó, tomó el sobre el cual no tenía el nombre de la persona que lo enviaba; estuvo tentada a tirarlo a la basura pero un extraño presentimiento le decía que lo abriera; tras meditarcelo un rato se decidió ver el contenido.

/Más deudas\ pensó deprimida.

Cuando sacó la hoja de papel,tras darle un vistazo se llevó una enorme sorpresa al ver que estaba algo escrito con una hermosa letra.

- Luffy ¿Podrías ayudarme a limpiar unos platos? Es que me duelen las manos- mintió

- Claro que si Makino- hizo una posición imitando a un soldado y se fue.

La mujer se sentó y con total calma empezó a leer.

Makino

No sé con exactitud cuantas horas han pasado desde que zarpamos, tan solo te puedo decir que ha sido horrible, me parecía increíble que en tan pocos días te convirtieras en alguien muy importante para mi; pero sabes, tras el meditarlo me di cuenta que no me sorprende ya que eres una mujer maravillosa y solo hay una en un billón alrededor de todos los mares, soy el hombre más afortunado.

Me preguntó si a ti te pasa lo mismo que a mí, es decir veo los cambios en el cielo para intentar saber cuantas horas han pasado,el problema es que siempre me distraía por pensar en ti. Tan sólo espero no agobiarte con todo este sentimentalismo; pues todo esto es nuevo para mi. Cada día te escribiré una carta demostrando como me tienes enamorado y a tu Merced, contándote de mis aventuras y así será cada vez que salga de viaje pues soy tan débil que necesito contactar contigo de una o de otra manera.

Espero que Luffy te entregué la carta, por cierto si gustas responder a mis cartas (lo cual me haría muy feliz) puedes dársela a Luffy el sabe dónde dejarla para que yo la reciba.

Atte; Pelirrojo.

La sonrisa que adornaba su rostro la hacía ver más hermosa; tenía un sonrojo en sus mejillas tras leer aquellas líneas.

- Shanks- susurro y apretó la carta contra su pecho.

La debilidad del Younkou (Shanks x Makino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora