Katerina

7

—En nuestros corazones quedarán guardados estos grandes seres, llenos de amor, que nos dieron muchas alegrías... — dice él que oficia la ceremonial al pie de las tumbas, ya han acabado de enterrarlos, dejo de escuchar al padre y miro concentrada a todos los que están aquí: socios, trabajadores de la empresa y algunos amigos están "escuchando" el sermón con total seriedad, unos sollozan en silencio, otros murmuran.

"Pobre chica, se ha quedado sola en el mundo", "Seguramente la empresa quedará en manos de Smirnov, es hora de que aproveches, ¿qué tal si eres el próximo socio y dueño?" Dicen algunas mujeres a sus esposos, me lleno de ira, no me cabe en la cabeza que justo en este momento, discutan sobre sus intereses y que no puedo decir nada.

—Permiso— digo a la gente para que me hagan espacio y pueda salir de ese lugar, me enferma toda ese gente pretenciosa.
—Katerina espera— dice Vladimir caminando detrás de mi— no puedes irte aún, falta poco para que termine, por favor regresa.
Me paro en seco cuando escucho eso— no quiero seguir ahí, toda esa gente hipócrita me molesta, ¡No merecen estar aquí! Quiero irme ya
—Lo entiendo Kat, pero así son los negocios, tu padre ya te lo había dicho, tienes que estar aquí, no te preocupes nadie ocupará el lugar de tus padres— dice acercándose a mi.
—Claro que alguien tomará ese lugar, ¡Yo!— me mira de una forma indescriptible, creo que no esperaba que quisiera estar en la empresa, pero eso quería papá y lo haré.
—Mmm, Katerina, no lo sé, eso lo hablaremos después, ahora regresa por favor— ruedo los ojos y camino de regreso a la ceremonia.

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Me levanto un poco tarde hoy, son las 10:00 am. Ayer llegamos del entierro y no hice nada más que estar en mi cuarto, esta semana no iré a clases porque no quiero ver caras de lástima, bajo en pijama para desayunar y en el camino me encuentro con Vladimir, tiene puesto su traje gris y lleva el maletín en la mano.

—Buen día Katerina— dice sonriente— ¿Como has dormido?
—Bien gracias, ¿Y tu? — le digo mientras bajamos las escaleras.
—También bien, la cama es muy cómoda
Me quedo pensativa, creí que había dormido abajo en el cuarto de invitados, pero estaba arriba— Oh, ¿donde has dormido?— le pregunto un poco seria
— Yo, yo me tomé la libertad de dormir en el cuarto de tus padr...— no lo dejo terminar.
—¿QUÉ? Pero ¿porque rayos haz dormido ahí? Ese cuarto es de ellos y nadie se puede quedar ahí de ahora en adelante— le grito molesta.
— Lo siento no esperaba que te molestaras, pero no podía quedarme ahí abajo, tenía que tomar una ducha, por eso dormí arriba.— dice con cautela— bueno, pues Kenia ha dejado el desayuno listo, siéntate a desayunar— los dos tomamos asiento, el ambiente es un poco tenso, esa habitación se cerrará con llave hoy mismo, no quiero que nadie toque sus cosas— Katerina, olvidaba decirte que tienes que firmar los papeles hoy, el abogado irá en un par de horas a la empresa a recogerlos.
—Oh bueno, esta bien, ¿donde están?— le digo y él los saca de su maletín, me los entrega y los firmo, los pongo de nuevo en la carpeta y se los entrego

Él me sonríe victorioso y por primera vez veo algo que nunca había notado en su mirada... Un brillo de malicia que me causo escalofríos.

-No te preocupes mi bella Katerina, ahora todo estará perfecto... Tenemos algunas cosas que hablar, por ejemplo donde quieres vivir. Sabes que en mi penthouse eres bienvenida, tal vez no esté adecuada para otra persona pero eso lo solucionamos- dice con esa sonrisa en su cara.

- Oh, pues quisiera quedarme aquí, pero tu dime que es mejor.

- Pues si quieres estar aquí yo me vendré a vivir contigo, pero quiero que sepas que usaré la habitación de tus padres, porque no dormiré en el cuarto de visitas. - me quedo pensando, tal vez sea buena idea irme con él, así esta casa no se convierte en casa de nadie más.

- Pues si se te facilita... yo me mudare al penthouse contigo. - me sonríe una vez más con malicia.

- Perfecto mi bella Katerina, entonces empaca todo, por la tarde vengo a recogerte, mandaré acondicionar una habitación para ti. - asiento con la cabeza y el camina hacia la salida - Vladimir, pero... ¿Qué pasará con la casa?

-No lo sé Katerina, podríamos venderla, o alquilarla...
-¡NO! Quiero que dejemos esta casa sola, no la vendemos, no la alquilamos, así quiero que sea, Vladimir.
-Esta bien, la dejaremos sola - dice mientras se sube al coche.

Cierro la puerta y subo a mi habitación, comienzo recogiendo toda mi ropa, tengo un poco de ropa sucia así que la llevo al cuarto de lavandería. Regreso al cuarto y sigo guardando mis cosas; el uniforme del colegio, mi laptop, mis zapatos, mis perfumes y cremas las pongo en una caja aparte, etc.

El día se me ha ido en arreglar todo para irme, he cerrado la habitación de papá con llave y he bajado todas mis maletas y cajas, entonces recordé... corrí al despacho de papá y tomé la foto que tenía en el escritorio, sonreí al verla y una lagrima traicionera salió de mi ojo, rápido la limpie y regrese a la sala, la metí en mi mochila y me senté a ver la tv un momento.

Eran las 6:00 pm, Vladimir entró por la puerta - ¿Estas lista? - asiento con la cabeza y comenzamos a llevar las maletas a la camioneta, en silencio entramos y salimos, cuando terminamos, apago las luces una por una, camino a la puerta y doy un último vistazo a la casa.

- Vámonos Katerina, tenemos que pasar a comprar unas cosas para la casa.- asiento y cierro la puerta con llave. Subo a la camioneta y el arranca.

Quien iba a saber que ahí comenzaba mi tormento.