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Camino 40 minutos, entro por la puerta principal y subo las escaleras, decidí no usar el elevador por ahora, entre más tarde mejor, planeo lo que le diré, memorizo cada parte, estoy segura que se enojará muchísimo cuando le diga que me robaron mis cosas. A mitad de camino tomo el elevador, son 15 pisos y ya voy cansada.

Marco el piso donde está el penthouse y sube poco a poco, la puerta se abre y salgo del elevador, camino lento hacia la entrada, abro, esta con llave, seguramente no ha llegado.

Respiro aliviada y camino rápido a mi cuarto, me cambio de ropa y llevo mi uniforme junto con más ropa sucia al cuarto de lavandería, pongo el jabón y la prendo, camino al cuarto de Vladimir, saco su ropa sucia y la meto junto con la mía, ya que está funcionando correctamente camino al cuarto, pero me quedo paralizada.

Vladimir me observa en silencio, sentado en la sala, no lo vi cuando llegue, pero él a mi si, en su mano tiene un vaso con whiskey, mis manos tiemblan, me quedo estática, él camina lento hacia mi, comienzo a respirar con rapidez.

-Katerina, ¿eres sorda? - dice tranquilo, pero esa furia no la puede esconder, niego con la cabeza - ¿Hablé en francés o en italiano hoy? - niego de nuevo - ¿Puedes repetir lo que te dije hoy en la mañana afuera de tu escuela? - No digo nada, no me muevo - ¡TE ESTOY HABLANDO! ¡CONTÉSTAME! - dice alzando la voz

- Qué regresará a casa en cuanto saliera de la escuela - digo rápido con la voz temblorosa y el me mira fijamente
- Muy bien Katerina, entonces si escuchaste claramente lo que te dije - asiento con la cabeza, tengo miedo, esta reaccionando muy raro.

- ¡ENTONCES EXPLÍCAME, ESTUPIDA! ¿PORQUE LLEGAS TAN TARDE? ¿DONDE PUTAS ESTABAS? - me grita y me toma de los brazos, comienza a sacudirme con fuerza
- Suéltame, por favor suéltame, Vladimir, me estás lastimando - le digo en súplica con la voz quebrada
- Parece que no entiendes con palabras, ¿LO VEZ? Eres ESTÚPIDA, pero no te preocupes, ya encontré la manera de hacerte entender - Lo miro con lágrimas en los ojos, mi llanto es incontrolable, el miedo en mi es palpable y cuando dice eso me deja helada.

Sin aviso llega la primera cachetada, me impacta tan fuerte que caigo al piso, grito cuando me toma del cabello y me arrastra hacia su cuarto
- ¡SUÉLTAME! POR FAVOR, TE PROMETO QUE NO LLEGARÉ TARDE NUNCA, POR FAVOR NO ME GOLPEES MÁS - le digo con gritos entre lágrimas
- ¡CÁLLATE MALDITA! - grita, me deja en el piso de su cuarto y se voltea para cerrar la puerta con seguro, yo intento levantarme y él se percata de eso, me suelta una patada en el estómago, grito de dolor, me arrastro hacia la puerta, pero él me toma del pie y me regresa a donde estaba.

- Levántate- dice autoritario, le hago caso, lentamente me levanto y él se acerca al closet, aprovecho y con trabajo camino hacia la puerta - No dije que podías irte - me quedo quieta, él camina hacia mi, escucho sus pasos y me encojo en mi lugar, él suelta una risa ronca - Te dije, encontré la forma de educarte, quítate la ropa - volteó a verlo, él me mira furioso - QUÍTATE LA ROPA, ¡HAZLO! - Mi dignidad va decayendo poco a poco, con cada pieza que me quito, me quedo en ropa interior, él me mira con una sonrisa maliciosa - Entiende preciosa, desde ahora, si no obedeces tendrás un castigo
- P-por favor, déjame explicarte, ¿si? Te prometo que ya no llegaré tarde, pero déjame explicarte porqué llegue hasta ahora, por favor, te lo suplico - le digo llorando, él niega con la cabeza y yo me asusto más, lleva un cinturón de cuero en la mano, sé lo que está por hacer - P-POR FAVOR NO LO HAGAS VLADIMIR, POR FAVOR POR FA- AHHH - grito cuando la hebilla del cinturón impacta contra mi pierna, comienza a golpearme más duro en las piernas, yo solo grito de dolor, caigo al piso y él aprovecha, golpea mi espalda, mis brazos, cada parte de mi.

Dejo de sentir el dolor de los golpes y dejo de moverme, sollozo en silencio mientras él me golpea hasta el cansancio.

¿Qué será de mi ahora?

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Por fin se ha cansado, la sangre corre por mi cuerpo, observo las grandes marcas moradas formándose poco a poco, pero no me muevo y no digo nada, tal vez si digo algo él se moleste y de nuevo me golpee - Largo de mi vista, no quiero verte así, toma tus cosas y ve a tu cuarto, cuando te asees vienes a limpiar este desastre - dice mientras camina a su baño.

Yo no digo nada, pero poco a poco comienzo a levantarme, mi cuerpo arde, me duele todo, me quedo sentada en el piso, tomo fuerza y me pongo de pie, no me cambio de nuevo solo tomo mi ropa y camino a paso lento hacia el cuarto.

Al entrar cierro la puerta de inmediato, tiro la ropa al piso y entro a la ducha, el agua cae sobre mi y el piso se mancha de rojo. Comienzo a inspeccionarme, la pared de la regadera es un espejo, me miro y siento lástima por mi misma, luzco terrible y en ese momento la realidad me golpea, comienzo a llorar amargamente, grito y grito, tallo con cuidado mi cuerpo y al salir tomo el botiquín.

Ya en mi cama comienzo a ponerme pomada, en la pierna tengo un golpe muy fuerte, la hebilla del cinturón logró abrir un poco mi piel, pongo más pomada y tapó con unas gasas la herida, voy al baño a ponerme pomada en la cara, mi ojo y labios están muy hinchados.

Ya en mi cama comienzo a ponerme pomada, en la pierna tengo un golpe muy fuerte, la hebilla del cinturón logró abrir un poco mi piel, pongo más pomada y tapó con unas gasas la herida, voy al baño a ponerme pomada en la cara, mi ojo  y labios están...

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Salgo del baño, no volveré a verme en el espejo pronto.

Termino de vestirme y salgo a limpiar todo, he dejado un rastro de sangre en el piso, así que comienzo por ahí, cuando llego al cuarto la puerta está cerrada, tocó tres veces y le escucho decir adelante.

Entro con la mirada en el piso porque no quiero que me vea llorar, me horroriza ver toda esa sangre, pero rápido comienzo a limpiar, lo único que quiero es salir de este cuarto. Él se encuentra recostado en su cama, lleva puesto un pants y una camisa negra, mira la televisión tranquilamente, ni siquiera voltea a verme, no hay remordimiento en su mirada, me asombra lo cruel que llega a ser.

Termino de limpiar y cuando estoy por salir me llama.
- ¿Si? - le digo sin girarme - Voltea a verme - me dice autoritario, respiro sonoramente y giro, él observa mi rostro, mis brazos, pero no hay remordimiento en su mirada - mañana no irás a clase, luces terrible, de hecho lo pensé seriamente, ya no irás a la escuela, mañana iré a darte de baja

Lo miro asombrada, primero me golpea y ahora me saca de la escuela, es un hijo de puta, ruedo los ojos y le miro de frente tengo ganas de decirle tantas cosas, pero no me atrevo, él me mira con esa sonrisa burlona ya sabe que quiero matarlo.
-¿Algún problema con eso, Katerina? - niego con la cabeza y me quedo mirándolo, espero que diga algo más, pero lo único que hace es ponerse de pie y caminar hacia mi, me tenso enseguida cuando lo siento frente a mi, bajo la mirada y él sonríe - Así me gusta, que me temas - dice cerca de mi oído, siento escalofríos por toda mi espina dorsal.
- ¿P-puedo irme? Por, por favor- digo nerviosa, él retrocede y asiente, salgo como un rayo del cuarto y voy a la cocina, tomaré unas pastillas para el dolor y me iré a dormir.

Camino hacia mi habitación pero él me detiene - Katerina, espera - dice serio, ojalá sea una disculpa o algo - tengo hambre, prepara algo de cenar, AHORA - Yo me quedo confundida mirándolo, creí que hoy vendría la señora Lourdes a hacer la comida - ¿Empezamos de nuevo? Parece que no escuchaste bien - dice caminando hacia mi.

- Oh no, no lo, yo lo siento, prepararé la cena, ¿si? No te molestes co-conmigo por favor - digo cerrando los ojos.

- Me parece perfecto Katerina, apúrate que muero de hambre.- dice y yo camino derrotada a la cocina.

Vaya manera de celebrar mi cumpleaños.

KaterinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora