Mi nombre es Katerina Volkov y todo dejo de ser bueno después de que Vladimir Smirnov llego a mi vida, el mismo diablo en persona, se encargo de destruir cada diminuta parte de mi ser, arraso con mi familia, mi herencia y mi dignidad.
Hasta que apar...
Me despierto por el calor que siento, es tan cómodo que no quiero ni moverme, pero siento unas manos tocándome, así que poco a poco abro mis ojos, no sé dónde estoy - ¿D-dónde estoy? - digo abriendo mis ojos por completo, veo a Vladimir, mierda, me encuentro desnuda en mi bañera y él me observa fijamente, inmediatamente me siento incómoda - ¿Qué haces mirándome? - digo a la defensiva, pero oh mierda, no es buena idea hablarle así - es decir ¿Podrías... dejarme sola para asearme? - el solo me mira y se pone de pie, camina hacia la salida no sin antes decirme que viene a comer y que prepare algo bueno.
Cuando escucho la puerta cerrarse con llave me tranquilizo, por fin se fue, comienzo a checarme, qué tal si él... me hizo algo, con cuidado comienzo a evaluarme, me tocó mis partes y me relajo, todo se siente igual. Comienzo a bañarme bien, cuando estoy limpia por completo decido volver a llenar la bañera para estar otro rato ahí, me recuesto y disfruto el calor del agua.
Cuando el agua se enfría salgo de la bañera y comienzo a secarme, hoy gracias a dios no tengo heridas fuertes, comienzo a inspeccionarme en el espejo y es cuando mi mirada recae en mis senos, una lágrima recorre mi mejilla.
Ese hijo de puta me ha marcado como a un animal, justo debajo de mis senos tengo quemaduras del cigarro que enmarcan las curvas. Sigo inspeccionando y solo veo morados por todo mi cuerpo, en mi cara no hay tantos golpes, solo un gran morado en mi pómulo, en los brazos tengo marcados sus manos, mi cuero cabelludo arde por los jalones y las muñecas están moradas por las ataduras.
Comienzo a llorar desconsolada, ese hombre me está haciendo mierda, no queda nada de lo que fui antes, me veo demacrada y mi piel ya no luce radiante.
Decido no mirarme más en el espejo, me seco y dejo las toallas en el baño, salgo desnuda y me siento en mi cama con cuidado, me pongo crema hidratante y pomada en los morados, voy a los cajones de mi ropa interior para sacar lo que usare, pero ¡SORPRESA! El cajón está vacío, encuentro una notita adentro:
"Usa lo que compramos ayer, se acabó tu vestimenta de niña tonta." —V
Hago bolita la nota y la aviento a algún lugar del cuarto, tomo todas las bolsas y comienzo a sacar la ropa interior para guardarla, en una bolsa están los seis conjuntos que escogió la chica, son demasiado provocativos para mi, dejo el negro afuera porque es el que usaré y todos los demás los coloco en el cajón, veo qué hay más bolsas, así que curiosa las abro, una tiene muchos bras de mi talla, otra tiene panties o "cacheteros" dijo Vladimir y la última me sorprende cuando la abro; son unas pijamas muy, pero muy provocativas, me sonrojo solo de verlas.
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Espera un segundo, ¡Santa mierda!
Rápido abro el cajón de mis pijamas y lo encuentro vacío, mierda. ¿Acaso cree que usare esta lencería para dormir? De verdad que está loco, resignada comienzo a doblar las pijamas y las coloco en el cajón.
