» Capítulo 16 ↬ Ganas.
↬ Namjoon
No había quedado con SeokJin para irnos al hueco a probar nuestro primer día como músicos juntos. Se me ocurrió salir antes de lo previsto y esperarle en su edificio. Escuché una puerta cerrarse y, en efecto, era él.
Me miró sorprendido, ya que no sabía que iba a esperarle. Jamás se me pasaría por la cabeza irme sin él al mismo sitio, más en nuestro primer día y viviendo uno en frente del otro.
"Buenos días". Señalé.
"Buenos días".
Saqué mi móvil y alargué el brazo para dárselo.
"¿Me apuntas tu teléfono? Creo que será más fácil quedar cada día y comunicarnos tal vez". Señalé entusiasmado. Cuando me devolvió el móvil estaba contento. Podía hablar con él cómodamente teniendo su número agendado.
Nos fuimos al hueco. De camino me sentí raro, no porque viniera conmigo, sino porque obviamente no íbamos a hablar de nada, pero bueno, con su presencia de momento, me era suficiente.
Las horas que nos pasamos en el tinglado fueron alucinantes. A pesar de que, como cada día que pasé aquí, canté, rapeé y estaba contento por tener compañía, también pude ver cómo Jin se pasó un tiempo haciendo ritmos. Me alegra tanto verle entretenido y que haya descubierto algo que le gusta.
Llegó un momento que se paró en frente mía a observarme como cada día que había venido a hacerlo. Sentí nostalgia recorrer mi mente, recordar esos días que veía a un chico observarme y sin dirigirme la palabra, ni echarme alguna que otra propina el primer día, ahora lo tengo a mi lado y se ha convertido en una persona muy importante para mí.
Me encantó sentir sus ojos posarse en mi presencia. Ver cómo me mira y me observa de esa manera, noto su agradecimiento, su felicidad, noto algo especial. Espero no equivocarme y solo ser el único que lo piensa.
Antes de irnos quise agradecerle a Jin, agarré su hombro, le miré y sonreí. "Vámonos".
Llegamos a nuestra calle y el pelicastaño me dio las gracias por este día. Nos despedimos levantando nuestros pulgares y cada uno se fue a su edificio. Me sentía extraño dándome la vuelta e irme vacío. Entrar a mi apartamento y concretamente al estudio donde ayer abracé al chico que me está volviendo loco, me hacía mal. Quería volver a verle.
En ese momento me percaté que tenía su móvil, no dudé en mandarle un mensaje.
Le dije que era yo y me preguntó qué pasaba. Realmente nada, solo quería hablar con él. Así que le pregunté si mañana vendría conmigo otra vez. Me dijo que sí, que esa era su intención. Nos dieron las tantas hablando de cosas, por aquí era súper fácil hablar de todo, ya que fluía todo más rápido sin tener que estar pensando en las palabras adecuadas para señalar con mis manos.
Siempre pensé que en la madrugada nos volvemos vulnerables ante todo. Es una hora que nos toca la mente adentrándose en sentimientos y en cosas que no queremos mostrar, pero acabamos sacando.
Ahora mismo te abrazaba. Eso mismo le escribí y me daba igual absolutamente todo. Me daba igual la hora que era, me daba igual los sentimientos que él tenía hacia a mí, me daba igual no tenerlo a la cara, me daba igual tantas cosas. Solamente quería que eso pasase.
Es que ahora mismo iría a su casa y ¡qué cojones! Perdón, que me da igual. Que iría y le abrazaría porque las ganas que tengo a las dos y pico de la mañana no me las quita nadie. Solo él. Solo él me puede calmar, me da igual. Me da igual lo que piense de mí.
Ábreme la puerta por favor. Me muero de frío, no sé cuál es tu apartamento. Llámame loco, eso le escribí.
Jin me dijo su apartamento, no coincidía con el mío, ya iba a ser demasiada casualidad. Segundo C. Fijaos si me daba igual todo que salí en pijama, crucé la calle y me planté frente a su puerta a esa hora de madrugada.
"Qué, qué pas-" señaló Jin nada más abrir su puerta y verme con esas pintas. Él también iba en pijama, lo normal de esa hora en casa. Le miré durante dos segundos y ahí creí que se esfumaría la magia de la madrugada. Ese sentimiento que te entra y hablas con la gente como si estuvieras borracho, como si el que actuara no fueras tú.
Abrí mis brazos, anduve dos pasos y le abracé. Noté como por detrás Jin cerró la puerta de su apartamento. Me quedé dos minutos sin separarme y él tampoco lo hizo. Fue mutuo. Ambos brazos rodeando su anatomía sintiéndole lo más cerca que había querido en ese mismo instante.
Jin se separó de mí. "¿Qué te pasa?" Señaló preocupado.
"No quiero estar solo. No quiero". Señalé y agaché la cabeza. Me estaba entrando una tristeza que inundaba mi cuerpo. Tenía ganas de llorar, quizás es que nunca podría llegar a nada con este chico, pero hoy por hoy no quiero estar solo, más que estar solo, es que no quiero estar sin él.
Jin se fue al salón y se sentó en el sofá. Me senté a su lado y una lágrima se desbordó de mi ojo. Noté como unas manos me levantaban la cara para que mirase.
—Ya no estás solo. Estoy aquí —dijo en voz alta sin esperármelo.
Me abrazó y empecé a llorar. Tenía tantos sentimientos encontrados, me sentía tan imbécil. Solamente hacía sollozar como un llorica.
Nos abrazamos y nos recostamos en el sofá, así hasta no sé cuánto tiempo. Lentamente cerré mis ojos, dejé de sollozar y encoger mi corazón. Pensé en tantas cosas que Morfeo se apoderó de mí. Me sentí cálido, arropado, incluso protegido por él.
Lo que sé es que cuando abrí mis ojos al día siguiente, lo primero que vi fue una manta suave, lo que no me cuadraba era que tenía a Seokjin dormido en un pequeño hueco junto a mí en el sofá. Habíamos dormido juntos toda una noche. Aun no era consciente de aquel suceso.
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Cuatro Sentidos ✧ NamJin #1 ✔️
Fanfiction❝¿Podrá el amor unir a un sordo y un rapero? Una historia de superación.❞ Seokjin tenía el sueño de ser cantante y dedicarse a la música, pero un día tras un accidente se quedó sordo. En su nuevo comienzo por las calles de Seúl, se para a observar a...