Capítulo 1: Intentémoslo

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Poché:
Daniela Calle, se va, sin vuelta atrás, se irá lejos de mi, no por gusto, no, sino por insistencia de sus padres.

¿Yo podré acompañarla? No, esa escuela es demasiado cara como para que mis padres puedan financiarla.

Malditas escuelas caras.

Era un día lluvioso, lo cual deprimía aún más, si, soy de las personas que se deprimen con la lluvia, y no me cuesta admitirlo.

"Yo no quiero una relación a distancia Daniela." Esas palabras bastaron para que saliera de mi casa hecha un mar de lágrimas.

Mi dolor simplemente estaba disfrazado de frialdad, pero poco a poco ese disfraz se quitaba.

Dolor, confusión, tristeza.
Era exactamente lo que sentía.

Dolor porque me dolía mucho verla así.
Confusión porque no sabía si era lo correcto.
Tristeza por ver a mi "chica" (si es que aún así la puedo llamar) triste.

Pero, ¿qué podía hacer yo? Ella se va a ir, y ya no va a estar conmigo, ya no más...

Indecisa.
Esa es la palabra que me define, toda mi vida he sido así. Y ahorita solo tengo segundos para pensar en si esto es lo correcto.

"Rápido Poché, el tiempo corre." Carajo, lo sé, créeme que lo sé.

Pero, ¿Acaso estoy haciendo lo correcto? No, la respuesta es simple, no. Puede que no esté de acuerdo con una relación a distancia, pero ¿qué más da? ¿Qué no haría por Daniela Calle? La chica que me trae loca desde hace años.

No la quiero lejos de mí, ustedes entienden. Sé que físicamente va a estar lejos, pero me refiero a que en el fondo sabré que ella piensa en mi.

Corrí con todas mis fuerzas y a lo lejos vi su sombra. -¡Daniela espera!-grité frenándome frente a ella.

-Poché ¿Qué haces aquí?-dijo con la voz entrecortada. Sin embargo, trataba de ser firme.

-Por favor, ya no llores.-comenté tratando de controlar mi respiración.

-Poché te vas a resfriar.-dijo mientras sostenía una sombrilla rosa, tratando de evadir mi mirada, tomé con mi mano su mentón y así comenzó a observarme.

Sentía el agua caer en mi rostro, y agradecí a Dios el no haberme caído. Pero, no me importaba mojarme. Necesitaba hablar con ella, y aclarar todo.

-Solo escúchame por favor, ¿recuerdas que te dije que no quería una relación a distancia?-Asintió. -Intentémoslo Dani, haría lo que fuera por ti, pero créeme que esto solo será temporal,-su rostro cambió al instante lo cual provocó que una risa saliera de mi. -No hablo de terminar mi Dani, te prometo que para cuando entres a la Universidad voy a estar ahí contigo, solo necesito conseguir una beca, te visitaré, no sé como, pero conseguiré el dinero y para cuando veas ya estaremos las dos juntas.-una sonrisa comenzó a aparecer en su triste rostro, aquella esperanza había regresado, y eso me alegraba.

-Te amo.-Soltó la sombrilla para acercarse a mí y abrazarme.

Esas fueron su últimas palabras para después darme un beso, no importaba quien estuviera ahí, simplemente éramos ella y yo.
***
Esfuerzo.
Esa palabra determina mis próximos 3 años de estudios.

Nada ni nadie me detendrá, y joder que terca soy, cuando se me mete algo a la cabeza es muy difícil que salga.

No fiestas, no vida social amplia, pero todo eso valdrá la pena cuando esté con ella, y me diga a mi misma: "¿Ves Poché? Tú terquedad te trajo hasta aquí, para los que dicen que ser terco es malo, ¿qué me dicen ahora perros?" Ok, Poché, tranquila.

Solo espero que no conozca a nadie más...
Mi mayor miedo, que conozca a alguien más y me deje, lo he vivido, no me importó tanto cuando otras personas lo hicieron, pero si Calle lo hiciera mi mundo se vendría para abajo.

No dudo en que ella me amé, pero la distancia no ayuda.

Los días ya eran contados para entrar a estudiar, pero, sin importar eso yo ya necesitaba comenzar a buscar un empleo.

"El tiempo es oro."
Al parecer no era la única que creía lo mismo.
Villalobos, Sebastián Villalobos.
Un chico carismático, tierno, que además siempre ve por los demás. Su situación no es tan diferente como la mía.

Dinero.
Ambos necesitábamos dinero, la única diferencia es que él solo lo necesita para mantener a su familia.

¿Yo para qué lo necesito? En parte para ambas cosas, la casa y visitar a Calle, gracias al cielo tengo beca.

Dirán, "Entonces, ¿¡para qué carajos quieres la otra?!"

No se alteren antes de tiempo, esta beca solo cubre una parte, y no, no es como cuando te dan el dinero, no, ellos simplemente te hacen un descuento.

Es por eso que necesito este empleo...

Calle:
Nueva vida...
Nuevo comienzo, nuevos compañeros, nuevos lugares.

No niego estar emocionada. Pero el simple hecho de pensar en que no estaré con Poché me aterra.

¿Qué tal si me olvida? En un inicio ella no estaba de acuerdo con esto. ¿Se podría arrepentir en un futuro? Millones de posibilidades invadían mi mente. Cabe mencionar que ninguna era positiva.

Y para terminar este trago amargo, (nótese mi sarcasmo) no viviré yo sola, no, me quedaré con la hija de la amiga de mi madre que conoció por la jefa de su prima de la amiga de la esquina de la casa de su abuela.

A mi madre no le bastó con dejarme afuera en otro país, no, sino que también, vivir con esa chica.

Llegué al aeropuerto y ahí estaba esperándome con un letrero sostenido por ambas manos que decía "Daniela Calle".

-Hola, ¿tú eres Daniela?-

-Así es.-dije frenándome enfrente de ella con mis maletas a los lados.

-Mucho gusto, mi nombre es Georgina pero dime Geo.-comentó extendiéndome la mano.

-El gusto es mío.-respondí tratando de tomar su mano para saludar.

Subimos al auto y partimos rumbo a mi nuevo hogar.

Lo que me espera.

¿Juntas? ¿Sin importar la distancia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora