Clímax

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(AV)

No puedo creer lo que estoy viendo, "¿de verdad es ella?". Mi cerebro es un torbellino en estos momentos, no entiendo absolutamente nada, es más, creo que ya he perdido la razón de tanto extrañarla y estoy viendo visiones.

Al ver que intentaba irse, casi como un acto reflejo, la tomé del brazo, la pegué a mi cuerpo y la besé, la besé con total necesidad de volver a sentir sus labios una vez más, aún insegura de que todo esto formara parte de la realidad. Rodeé su cintura con ambos brazos, aferrándome a ella, deseando no volver a soltarla jamás, deseando que no sea sólo un espejismo y desaparezca de repente.

Ella correspondió a mi beso, "¿cómo podía haber dicho que la confundía con alguien más?", si ella es simplemente única e inconfundible. Es ella, es su hermoso rostro, es su precioso cuerpo, es su embriagante aroma, son sus deliciosos labios, es mi amada esposa y ¡está viva!.

Cortamos el beso por necesidad de aire, ella me quedó viendo con total confusión, y yo estaba igual de confundida que ella.

- ¿Quién eres? - preguntó y al terminar de pronunciar esas palabras se desvaneció en mis brazos.

Flashback

Piper y yo estábamos paradas en medio de la sala, por fin nos habíamos quedado solas. Luego de decirnos mutuamente que ese había sido el mejor día de nuestras vidas estuvimos ahí paradas por unos minutos, simplemente abrazadas, dedicándonos miradas tiernas y uno que otro beso. Desbordábamos amor y felicidad.

- ¿De verdad eres mi esposa? Dime por favor que no estoy soñando - le dije pegándola más a mí y acomodando un mechón de su rubia cabellera detrás de su oreja.

- No estamos soñando mi amor - me respondió pegando su frente a la mía - soy tu esposa Alex Vause, siempre tuya, sólo tuya.

Terminó de decir esas palabras y nos dimos un largo beso. Sin cortar el beso la tomé en mis brazos y me dirigí a la habitación, la cual previamente ya había arreglado. La bajé suavemente en medio del cuarto, recién en ese momento cortamos el beso y sus preciosos ojos azules se abrieron. Era hermoso ver la emoción en su mirada al recorrer la habitación con la vista, los pétalos de rosa, las flores, las velas, y algunos de los cuadros que ella misma había pintado estaban decorando el lugar.

- Mi amor... Esto es... Está... Está hermoso... - logró decir por fin, acentuándose el brillo de sus ojitos más de lo normal - pero, ¿en qué momento?...

- Por eso pedí alistarme yo en ésta habitación - le dije acariciando sus mejillas - te mereces esto y mucho más mi amor.

- ¿Vas a seguir siendo así de tierna y detallista conmigo ahora que ya estamos casadas? - preguntó rodeando mi cuello con sus brazos.

- Siempre - respondí con seguridad - Me dedicaré a mantener esa hermosa sonrisa dibujada en tu rostro, y esos preciosos ojitos iluminados - dije dándole un besito en los labios y en cada uno de sus ojos.

- Eres más de lo que jamás pude imaginar, te amo con mi vida entera Alex.

- Y yo a ti Piper, te amo con mi vida entera - le dije volviendo a besarla.

El beso se volvió cada vez más intenso, nuestras manos cobraron vida propia deslizándose por nuestras espaldas. Las manos de Piper dieron con el cierre de mi vestido, yo imité la acción llevando las mías hacia el cierre del suyo. Los bajamos lentamente, ambas estábamos temblando, porque aunque suene totalmente ridículo yo también estoy nerviosa. Nuestros vestidos cayeron al suelo dejándonos al descubierto, en ropa interior.

¿QUIÉN ERES?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora