Simplemente me olvidó

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(AV)

Quedé congelada con sus palabras, las preguntas que habían en mi mente se multiplicaron exponencialmente, pero no lograba reproducir ninguna. ¿Quisieron matarla?, por más que lo repetía en mi mente no lograba comprenderlo.

Red se disculpó con algunas personas que estaban al rededor por la pequeña escena, y me jaló del brazo para llevarme a su consultorio. Mi cerebro había quedado atrapado en las palabras que me acababa de decir.

- ¿Me puedes explicar a qué te refieres con que quisieron matar a mi esposa? - pregunté por fin cuando estuvimos solas.

Flashback

Han pasado ya algunos meses desde que Piper y yo nos casamos. En este tiempo, mi amor por ella sólo ha sabido crecer. Aún no logro comprender cómo, pero mi pecho parece ensancharse cada vez más para poder contener tan grande sentimiento.

Ya nos conocemos a la perfección, sabemos diferenciar de qué humor estamos, descifrar cada gesto y leer entre líneas las palabras que decimos. Nos complementamos a la perfección en todo sentido. Ya conocemos de memoria cada centímetro de nuestros cuerpos y sabemos cada punto débil de la otra.

No puedo decir que todo ha sido perfecto, como toda pareja tuvimos algunas diferencias de opinión mientras nos adaptábamos a la convivencia, pero nada que no pudiéramos resolver. Habíamos acordado jamás ir a dormir estando molestas, lo cual no era difícil ya que no durábamos ni una hora peleadas.

Hoy tuve clases, estoy llevando un curso que me ayudará a mejorar la gestión de la galería. Quién diría que yo me interesaría por estudiar en algún momento de mi vida, pero Piper me motiva a crecer y ser mejor cada día, ella saca lo mejor de mí.

Estaba camino a la galería, contando los segundos para ver a mi esposa, porque aunque sólo nos separábamos por algunas horas, para mí se sentía como una eternidad.

Llegué y la vi conversando con una clienta que se la estaba comiendo con la mirada. Los celos comenzaron a apoderarse de mí, pero no podía permitir que me dominaran.

Me acerqué a donde se encontraban y al verme una preciosa sonrisa se dibujó en su rostro.

- Mi amor llegaste - dijo con total emoción abrazándose a mí y dándome un tierno beso en los labios. Pareció olvidar por completo la presencia de la clienta, quien tenía una cara de disgusto impresionante. Luego de unos segundos Piper pareció recordar que no estaba sola, por lo que volteó en dirección a la clienta para presentarnos - Amor te presento a Stella, Stella ella es mi esposa, Alex.

- Mucho gusto - dije extendiéndole la mano para saludarla, mientras que con la otra sostenía a Piper de la cintura pegándola a mí.

- Igualmente - dijo ella con una sonrisa fingida.

- Stella, en unos minutos te traerán el cuadro que seleccionaste, muchas gracias por tu compra. Si nos disculpas, ya debemos retirarnos - dijo Piper al notar la tensión que existía. Me tomó de la mano y nos dirigimos a la oficina.

- ¿Todo bien mi amor? - preguntó luego de cerrar la puerta.

- Si mi vida, todo bien - le dije abrazándola por la cintura y pegándola a mí, porque aunque esa tipa ya no estaba ahí, yo seguía con la actitud posesiva.

- Te amo celosa - dijo con una sonrisa burlona. Por supuesto que se había dado cuenta. Solo pude agachar la mirada, sabía que era inútil negarlo.

- Princesa... esa tipa te estaba desvistiendo con la mirada - dije aún sin alzar la mirada.

- Pero tú eres la única que puede desvestirme en la realidad. Sabes que no tengo ojos para nadie que no seas tú hermosa - dijo tomando mi mentón con su mano y obligándome a alzar la mirada. Con ese simple comentario me hizo olvidar de todo.

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