Gracias por tu paciencia

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(PC)

Estuvimos esperando por una media hora, hasta que nos dijeron que podíamos pasar al consultorio de Red.

- Hola Alex, hola Paig... perdón... Piper, lo siento, es la costumbre. Me alegra mucho que hayas recobrado la memoria - dijo Red al vernos entrar.

- Ah, por lo visto si sabías mi nombre - le dije algo seria. Aún no entendía como Red encajaba en todo lo que había pasado. Ella me miró algo avergonzada por mi comentario y nos hizo una seña para que tomáramos asiento.

- Preciosa, no trates mal a Red, tenemos mucho que agradecerle - me dijo Alex abrazándome por la espalda, casi en un susurro, para que sólo yo pudiera escucharla. Cerré los ojos tratando de controlarme y pasamos a tomar asiento.

- Bien, me alegra informarles que todas las pruebas salieron perfectas, pero de todas formas hay algunas pastillas que tendrás que tomar por unas semanas y otras que deberás tomar sólo si vuelves a sentir dolores de cabeza.

- Gracias, ¿eso es todo? - pregunté lo más calmada que pude, lo cierto es que ya quería salir de ese hospital donde en estos meses había pasado tanto tiempo.

- Si, eso es todo.

- Muchas gracias por todo Red, te mantendré al tanto de cualquier cosa - le dijo Alex.

Intenté devolverle a Red las llaves de su casa, pero me dijo que no era necesario, que esa siempre sería mi casa y la de Alex cuando quisiéramos. Luego de lo que me había dicho Alex, preferí no insistirle para no parecer mal agradecida con su gesto. Nos despedimos de ella y fuimos al auto para regresar a casa.

- Al, ¿podemos pasar por casa de Red un momento?, quiero aprovechar para llevarme algunas cosas.

- Claro que si princesa - respondió y comenzamos nuestro camino.

La mayoría de cosas en verdad no eran mías, pero si quería rescatar algunas cosas que tenían valor para mí, como algunos de mis cuadernos de dibujo, algunas prendas de vestir y algunos objetos personales. Ahora que lo evalúo bien, creo que no será necesario otro viaje ya que casi todo en verdad le pertenece a Red. Llegamos, saqué todo lo que necesitaba y lo acomodamos todo en el asiento trasero.

- ¿Eso es todo mi amor?

- Si, eso es todo. Llévame a casa, a nuestra casa - le dije con una gran sonrisa, acercándome a dejarle un piquito en los labios.

Nos dirigimos a nuestra casa y bajamos todas las cosas, las dejamos en la habitación de huéspedes para ordenarlas en otro momento y fuimos a nuestra habitación.

- ¿Ahora si podemos conversar? - le pregunté a Alex, necesitaba aclarar todas mis dudas sino mi mente no estaría tranquila.

- Claro que si mi vida - dijo tomando mi mano y llevándome a la cama para sentarnos ahí - Por favor, necesito que estés tranquila, lo que te voy a contar es algo un poco delicado.

- Me estás asustando Al - le dije ya algo preocupada por su actitud - Sólo cuéntamelo, voy a estar bien - ella dio un gran suspiro, y comenzó a hablar.

- Bonita, después del accidente ambas quedamos inconscientes. Yo desperté unos días después, y... me dijeron que habías muerto - terminó de decir casi en un susurro.

- ¿Muerta? ¿Pero por qué te dijeron eso? - comencé a exaltarme y me paré de la cama para comenzar a caminar por la habitación.

- Pipes, ven aquí - dijo Alex extendiéndome su mano, hice un esfuerzo por calmarme y tomé su mano para volver a sentarme donde estaba hace unos minutos - Necesito que me dejes contarte todo, por favor, no es bueno que te exaltes, lo más importante de todo es que ahorita estás aquí conmigo.

¿QUIÉN ERES?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora