Capítulo 2

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Oh, un, dos, tres
Un, dos, tres
Si te doy un beso ya estás a mis pies
Dime un, dos, tres
Un, dos, tres
La, la, la, la, la

-¡Con más ganas, rubia!- me animó Vicky.

Llevábamos desde las siete ensayando la maldita canción. Los pases de micros fueron pospuestos para el domingo, lo que me daba unas horas para aprenderme la canción. La letra no me suponía ningún problema, ya que era muy simple. 

Ni siquiera la coreo me resultaba difícil, ya que aquello años en los que formé parte de un musical me ayudaban a la interpretación.

Lo complicado era sincronizarme con Famous. El baile no era de mi estilo. No estaba acostumbrada a pegarme mucho a la gente y menos hacer pasos sensuales.  Sin embargo, sí era del estilo de María, por lo que debía actuar como ella.

-Mira, ya casi lo tienes - intervino mi compañero. -Te has vuelto a aprender la canción, recuerdas las técnicas vocales que nos enseñó Mamen y el baile lo llevas bien.

-¿Entonces por qué siento que estoy haciéndolo como el culo?- repliqué, sentándome en suelo.

Vicky se giró sobre sus talones, se inclinó y me dio un tierno beso en la cabeza.

-Lo que te falta es actitud. Estás de bajón, lo que es normal con lo que acaba de pasar. María lo estás haciendo bien, pero no transmites ese buen rollo que tienes.

Asentí, dándole la razón. Es cierto que no estaba muy animada, pero había algo que era irremediable.

María era la que transmitía ese buen rollo. Yo, Sam, transmitía depresión, en especial estos últimos meses.

-Venga, la última vez, chicos.

-Siento todo esto, tío... - me disculpé ante Famous.

Pero él me sonrió ampliamente y le quitó importancia.

-¡No pasa nada, Mari! Si a mí también me cuesta.

Una vez más, Vicky reprodujo la canción y yo me situé en posición. Poco a poco, fui haciendo tal y como habíamos practicado, intentando no parecer que estaba de luto.

Al acabar, unas luces parpadearon y miré la hora. Eran las 22:45, y aún no habíamos cenado.

-Se acabó el directo. Y la clase. Muy buen trabajo, chicos. Y María, recuerda, lo estás haciendo bien - sonrió nuestra profesora, guiñándome un ojo.

Mi compañero bostezó y se estiró, mientras que yo me quedaba pensando. 

Tenía la suerte de haber ido a clases de canto y baile. De haber participado en musicales. Aquello me ayudaba a disimular, pero el ritmo que llevaban allí no era el mismo. En la Academia, cada día se aprendían una nueva técnica, junto con un paso nuevo, aparte de bajar o subir tonos en las canciones.

Y yo no estaba segura de poder aguantar ese ritmo. Suponía que sólo disponía de una hora después de comer, y otra después de cenar, para buscar una solución a esto. Yo no podía hacer como María, no pertenecía a este lugar.

-María, tía- me llamó Famous. -Deja de darle vueltas a lo que sea que te pase por la mente. Tienes que descansar.

-Es que siento que la voy a cagar..me voy a la cama.

-¿NO CENAS? TAS LOCA.

No pude evitar una carcajada, pero insistí.

-No tengo hambre, la verdad. No te rayes.

Me fui de allí directa a las habitaciones. Por el camino, me paró Sabela y me empezó a contar algo sobre unas firmas, para la semana que viene  y demás.

MORIRÍA POR VOSWhere stories live. Discover now