Había estado toda la noche dando vueltas, intentando conciliar el sueño. Cuando creía haberlo conseguido, me acurruqué , cómoda por fin.
Sin embargo, pegué un bote cuando saltó, a todo volumen la alarma, que consistía en una pieza clásica. El famoso Canon.
"Cago en la puta, no puede ser. No he dormido una puta mierda" pensé, cagándome en todo.
-VAMOS, CHICOS- gritó Marilia, empezando a bailar. ¿De dónde coño sacaba las fuerzas esta chica?
Uno a uno, los demás nos fuimos levantando y aseando. Se supone que los domingos eran los días libres, pero para mí no. Tenía que seguir practicando.
-Vicky nos espera en dos horas, en la sala de .... - empezó a hablar Famous.
Pero Marta le interrumpió, con un abrazo desde detrás.
Medio muerta, decidí dedicarme a ensayar mi queridísima canción. Tras desayunar cuatro mierdas, me dirigí a uno de los boxes y empecé a cantar.
Juraría que durante ese tiempo, alguien me observaba desde lejos. Pero lo descarté enseguida. "Ya estás paranoica, Sam".
Como unas dos horas después, alguien dio golpecitos a la puerta y me giré. Se trataba de Vicky, quien entró y se situó a mi lado. Esta cerca. MUY cerca.
-Buenas, María. ¿Cómo estás?- preguntó, sonriente.
Yo empecé a pensar una respuesta digna de la Mari.
-Sentada, ¿y tú?
Vicky levantó una ceja y se echó a reír, dándome un golpe cariñoso en el hombro.
-Se ve que no has olvidado tu gracia.
Dejé escapar una risilla y me apresuré a decirle que estaba cansada, ya que apenas había descansado, pero bueno. Ella se mostró preocupada, pero me prometió que no me metería mucha caña.
-¿Preparada?- me preguntó, mientras salía del box.
-¿Para morir? Eso siempre, jeje- respondí con sorna.
-Anda, pupas, ven aquí.
Y Vicky abrió los brazos y me lancé a abrazarla. Me estrechó con fuerza, y yo hundí mi cara en su cuello. Noté que me besaba la cabeza y me pregunté si María y Vicky realmente tendrían algo. Esperaba que no, porque entonces la liaría mucho.
El resto de la mañana, estuvimos practicando y practicando. Yo deseaba que todo saliera bien. En un momento dado, me pareció injusto, ya que consideré que esa canción era una mierda y me iban a nominar sí o sí.
Aunque para truños, las canciones que le habían dado a Sabela anteriormente.
-Vale, creo que ya lo tenemos. La verdad es que habéis mejorado mucho - comentó nuestra profe , satisfecha.
-OH, YEAH- exclamó Famous, con orgullo. Chocamos los cinco y miré la hora.
Se supone que ya debía de ir a comer, aunque no tenía hambre. Aprovechando que no había nadie en las habitaciones, me fui allí y me tumbé en la cama, para echar una cabezada.
Sin embargo, hice lo que no había que hacer: empezar a pensar.
¿Cómo conseguir contactar con mis amigos? Mi única oportunidad era el sábado. "Pero si yo sigo en el hospital, no vendrían a las firmas..." caí en la cuenta. ¿Y si yo fuera al hospital para ver a mi yo físico? ¿Me dejarían? Tendría que hablarlo con Noemí.
Unos minutos más tardes, me empecé a aburrir, y pensé en que la idea De Alba no era tan mala. Iba a empezar a tocarme cuando oí pasos y saqué la mano del pantalón. ¡UN POCO DE INTIMIDAD POR FAVOR!
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MORIRÍA POR VOS
Teen FictionSamantha no estaba en el mejor momento de su vida, precisamente. Tras la reciente muerte de su madre, podía decirse que tenía una depresión severa. Sin embargo, todo empieza a cambiar tras despertar de un coma...