Capítulo 3

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Había estado toda la noche dando vueltas, intentando conciliar el sueño. Cuando creía haberlo conseguido, me acurruqué , cómoda por fin.

Sin embargo, pegué un bote cuando saltó, a todo volumen la alarma, que consistía en una pieza clásica. El famoso Canon.

"Cago en la puta, no puede ser. No he dormido una puta mierda" pensé, cagándome en todo.

-VAMOS, CHICOS- gritó Marilia, empezando a bailar. ¿De dónde coño sacaba las fuerzas esta chica?

Uno a uno, los demás nos fuimos levantando y aseando. Se supone que los domingos eran los días libres, pero para mí no. Tenía que seguir practicando.

-Vicky nos espera en dos horas, en la sala de .... - empezó a hablar Famous.

Pero Marta le interrumpió, con un abrazo desde detrás.

Medio muerta, decidí dedicarme a ensayar mi queridísima canción. Tras desayunar cuatro mierdas, me dirigí a uno de los boxes y empecé a cantar.

Juraría que durante ese tiempo, alguien me observaba desde lejos. Pero lo descarté enseguida. "Ya estás paranoica, Sam".

Como unas dos horas después, alguien dio golpecitos a la puerta y me giré. Se trataba de Vicky, quien entró y se situó a mi lado. Esta cerca. MUY cerca.

-Buenas, María. ¿Cómo estás?- preguntó, sonriente.

Yo empecé a pensar una respuesta digna de la Mari.

-Sentada, ¿y tú?

Vicky levantó una ceja y se echó a reír, dándome un golpe cariñoso en el hombro.

-Se ve que no has olvidado tu gracia.

Dejé escapar una risilla y me apresuré a decirle que estaba cansada, ya que apenas había descansado, pero bueno. Ella se mostró preocupada, pero me prometió que no me metería mucha caña. 

-¿Preparada?- me preguntó, mientras salía del box.

-¿Para morir? Eso siempre, jeje- respondí con sorna.

-Anda, pupas, ven aquí.

Y Vicky abrió los brazos y me lancé a abrazarla. Me estrechó con fuerza, y yo hundí mi cara en su cuello. Noté que me besaba la cabeza y me pregunté si María y Vicky realmente tendrían algo. Esperaba que no, porque entonces la liaría mucho.

El resto de la mañana, estuvimos practicando y practicando. Yo deseaba que todo saliera bien. En un momento dado, me pareció injusto, ya que consideré que esa canción era una mierda y me iban a nominar sí o sí. 

Aunque para truños, las canciones que le habían dado a Sabela anteriormente.

-Vale, creo que ya lo tenemos. La verdad es que habéis mejorado mucho - comentó nuestra profe , satisfecha.

-OH, YEAH- exclamó Famous, con orgullo. Chocamos los cinco y miré la hora.

Se supone que ya debía de ir a comer, aunque no tenía hambre. Aprovechando que no había nadie en las habitaciones, me fui allí y me tumbé en la cama, para echar una cabezada.

Sin embargo, hice lo que no había que hacer: empezar a pensar.

¿Cómo conseguir contactar con mis amigos? Mi única oportunidad era el sábado. "Pero si yo sigo en el hospital, no vendrían a las firmas..." caí en la cuenta. ¿Y si yo fuera al hospital para ver a mi yo físico? ¿Me dejarían? Tendría que hablarlo con Noemí.

Unos minutos más tardes, me empecé a aburrir, y pensé en que la idea De Alba no era tan mala. Iba a empezar a tocarme cuando oí pasos y saqué la mano del pantalón. ¡UN POCO DE INTIMIDAD POR FAVOR!

MORIRÍA POR VOSWhere stories live. Discover now