"Sube al auto, ahora"

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Sabía que estaba absolutamente mal lo que estaba haciendo pero no me importó en lo más mínimo. Estaba furiosísima y eso no me dejó pensar con claridad lo que estaba haciendo. Estaba enojada, molesta, sentía mi corazón latir con velocidad por el coraje. ¿Acaso Hunter no me había escuchado? ¿No había escuchado cuando le dije que no quería que esa chica estuviera cerca de el?

Habíamos tenido ciertos problemas una semana anterior y todo por culpa de una arpía que comenzó a ligarle a lo descarado. Lo tocó "accidentalmente" en lugares que me pertenecen, incluso se atrevió a proponerle una noche de pasión aún sabiendo que tiene novia. Hunter de inmediato me lo dijo y también me aseguró que le había dicho que tenía novia y que no quería que lo tocase nuevamente. Le creí, sabía que me había dicho la verdad, y lo había comprobado con mis propios ojos, cuando Hunter no sabía que estaba presente, como el la rechazaba y se alejaba completamente de su maligna presencia.

Pero justo ahora, en la fiesta de cumpleaños de un chico del equipo, el estaba charlando con ella y la mano de la chica estaba enrollada en su brazo. Hunter no la apartó, ni siquiera parecía irritado por el contacto y eso me enfureció tanto que tome al primer chico que encontré en mi camino y lo utilicé para ponerlo celoso y vengarme. Fue lo más estúpido e inmaduro que pude haber hecho por mucho tiempo pero estaba tan enojada que no me importó.

Aterricé en la realidad y mis pensamientos se evaporaron cuando sentí dos manos apretar mis nalgas con fuerza. Sabía que no era Hunter pues el me observaba con furia desde el otro lado de la habitación. Reaccioné soltando un grito ahogado de sorpresa y apartando con velocidad al chico extraño de mi lado. Hunter soltaba chispas de los ojos, jamás lo había visto tan furioso, la arpía que lo acompañaba se dió cuenta de lo que sucedía y cuando me observó sonrió con triunfo. La odié pero no más que a mi misma.

—No me vuelvas a tocar— Le dije al borracho castaño. Ni siquiera le di tiempo de responder, salí corriendo cuando visualicé como Hunter salía disparado del lugar.

Oh dios. ¿Que había echo? ¿Porque mierdas lo había echo? No podía perder a Hunter. No por una estupidez. Mi corazón comenzó a latir con fuerza y rapidez, pero esta vez de miedo y no de furia. Estaba solo y caminaba velozmente hacia el estacionamiento con pasos decididos. La oscuridad de la noche no lo hacía tan visible pero su figura era clarísima. Alto, fornido, su chamarra de cuero negro brillaba con la luz de la luna. Estaba nerviosa, apenada, y muy, pero muy arrepentida.

—Hunter, detente— Le pedí con suplica.

Corrí para estar a su lado y detenerlo. Su espalda se erugió pero aún así, no volteo a verme. Sujeté su brazo y lo empuje hacía mi para que dejara de caminar. Trató de soltarse de mi agarre con un movimiento suave, no lo permití. Quería que me mirara, quería ver su rostro pero no se dejaba. Me di cuenta de que me estaba evitando a toda costa, el en cambio, no quería verme.

—Hunter, porfavor, hablemos...— Dije sin aliento.

Me sentí menos valiente cuando sus ojos finalmente me obervaron. Fue una mirada gélida, una mirada sin interes... fría. Hunter jamás me había observado de esa forma, sentí como mi mundo entero se venía encima.

—¿De que quieres hablar?— Sonaba irritado y desesperado. Su seriedad me congeló. — ¿De como dejaste que ese tipo te manoseara solo para que me enojara?

—¡Yo no quería que me manoseara! ¡El lo hizo, yo no se lo pedí! ¡Sabes que no haría nada así, Hunter, porfavor!— Exclamé con urgencia. —¡Además tu estabas hablando con esa zorra a pesar de que sabes a la perfección que quiere tener sexo contigo, dejaste que te tocara!— Lo apunté.

—¿Y eso qué? ¿Acaso estaba haciendo algo malo? ¡Solamente estabamos platicando yo estaba a punto de irme contigo!— Levantó las dos manos en simbolo de no entender mi comportamiento. —En cambio tu lo que hiciste fue agarrar al primero con el que te toparas para ponerme celoso. ¿Qué clase de novia hace eso, Lennon? ¿Acaso no pensaste en que podías hacerme daño?

Me quedé callada unos segundos. Hunter tenía toda la razón. Lo unico en lo que podía pensar era en lo idiota que estaba siendo.

—¡Lo sé! ¡Soy una estúpida! ¡La cagué! Admito que si lo utilicé para molestarte pero juro por lo que mas quiero que no planeaba tener un contacto con el. Lo juro, Hunter.

Me observó callado, analizando la situación. Se le notaba que no estaba nada contento. Temí por la respuesta que saldría de sus labios.

—¿Sabes que?— Hizo una pausa queriendo no soltar lo que estaba a punto de decir. —No quiero estar con una persona que hace ese tipo de cosas para lastimar a su pareja, porque me lastimaste, ¿Lo sabías?— Arqueó una ceja y apunto hacía la casa. Abrí la boca con sorpresa.

–¿Qué quieres decir con eso?— Tartamudeé. Negó suavemente pero no respondió. —¡Contesta!— Exclamé sin paciencia.

—Sube al auto— Respondió.

—No voy a subir— Afirmé dedicandole una mirada retadora.

—Vas a subir quieras o no— Me atacó.

—¿Qúe vas a hacer? ¿Obligarme?— Me burlé pero Hunter no lo dudó ni un segundo. Me tomó entre sus brazoz y colocó mi estomago en su hombro, estaba en una posición en donde mi trasero quedaba al lado de su rostro.

—¡Bajamé ya! ¡No quiero que me toques! ¡Vete y dejame en paz si es que ya no quieres seguir conmigo! ¡VETE!— Grité mientras pataleaba y veía como nos acercabamos a su auto.

—¡Ya callate!— Gritó y con eso bastó para que me quedara callada con la furia viva recorriendo mi cuerpo.

Abrió la puerta trasera y me dejó ahí. No me llevó adelante con el. Me dedicó una última mirada cuando cerró la puerta y se dirgió al asiento del piloto. ¿Acaso estaba haciendo mucho drama? Hunter también tenía la culpa al haberme dicho eso, también me había lastimado.

En todo el camino a casa, permanecí en silencio. De vez en cuando Hunter me observaba desde el retrovisor y yo ignoraba sus miradas curiosas para no toparme con sus ojos. Cuando finalmente llegamos no esperé a que estacionara el auto, me bajé lo más rápido que pude y cerré la puerta de su auto con fuerza. Escuché que maldecía mientras se apuraba para perseguirme. Mis hermanos no estaban en casa y mis padres estaban de viaje, por lo cual, estaría sola. Abrí la puerta rápidamente y entré, poniendo llave para cerrarla. Pero Hunter Lancer fue muchísimo más rápido, me detuvo y entró ágilmente.

Eso era lo único que me faltaba.

Perdón por tenerlas abandonadas.... SOY LA PEOR!!! Ojalá y me perdonen y voten por esta nueva escena!!

Una cosa más...

¿LA CONTINÚO O NO? Todo está en su desisión.

Relationship goalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora