Jaula de amor

1.1K 128 47
                                    


—Que te vaya bien, ponte una bufanda — hablo Regina sentada en el sofá viendo a Fuuta quien le ayudaba a editar sus fotografías en la computadora

—Esta bien, nos vemos — sonrió el castaño despidiéndose de su familia y Arcobalenos

—Reborn, regresa tú trasero a la silla — ordeno sin mirarlo mientras le señalaba las pestañas del programa a Fuuta

Todos miraron al hitman quien intentaba escapar por una de las ventanas, quedando un pie dentro, y uno fuera, agachando su cabeza con un rifle en mano.

—¿Cuando tu..? — Colonello juraba que estaba sentado frente a él bebiendo su café como de costumbre

—¡Esta yendo a una cita, no me trago ese cuento de la jaula de pájaros! — grito aún tratando de salir de la casa

Hace unos días Hibari regreso pidiéndole ayuda al castaño para elegir una jaula para Hirbid, y como el buen ser humano que era, aceptó ir con él al centro comercial.

Excusándose que no sabia nada de eso y necesitaba ayuda.

—Seguro ese mocoso le hará algo.

—Pero tu le diste tu permiso para actuar, aún si fuera para hacerlo ver el infierno se lo diste — dijo con el menor sentado en su regazo —. Solo confía en él.

Gruño maldiciendo por lo bajo —. No confió en Hibari Kyoya.

—Yo hablaba de Tsuna, tarado — le lanzo la revista mas cercana, a la cara regresando su atención con Fuuta

El hitman quito la revista de su rostro viendo el título "cosas de novios en citas" hojeó un poco las paginas hasta ver que en una de ellas había una encuesta diciendo que el 15% de las parejas mentían a sus padres con respecto a los lugares que iban, que probablemente pasaban sus citas en moteles.

Jodida mierda.

¡Su Tsunayoshi no!

—¡Sobre mi cadáver! — vocifero tirando la revista al suelo con enojo, asustando a todos, Lambo dejo caer su jugo de uva en la mesa al igual que I-pin

Fong derramó un poco de té, Fuuta casi deja caer la computadora y los demás lo veían como un loco.

Regina vio de reojo un párrafo de la revista, suspiro negando mientras sentaba a Fuuta en los cojines —Ah, reborn ya hablamos de esto debes confiar, él es.... — el hitman la ignoro por completo subiendo a la habitación, regreso con una maleta llena de armas, posiblemente.

—No me esperen para comer — anuncio girando la perilla de la puerta, pero se detuvo al sentir su vida peligrar

Renato, vuelve ahora mismo — con el cuchillo en mano, en su mano no fracturada, amenazo al hitman para que volviera su lugar —. Sabes que odio repetir las cosas, vu-el-ve.

Le llamo por ese nombre, diablos.

—Tch, pero.

—Pero, ¿acabas de decir pero? — sonrió mientras los demás se ocultaban detrás del sofá

Trago en seco y se sentó en el  lugar frente a ella, Regina se sentó con Natsu en su regazo acariciándolo mientras ronroneaba feliz.

—Oí se que te preocupas, pero ten tantito de confianza en él, ¿qué pensara cuando descubra que lo espías en una simple salida? Cuando no son novios ni nada, solo compañeros, guardián jefe. Si, es obvio que es mentira lo de la jaula, pero si Tsuna descubre eso, le tomara una vida entender porque hizo eso, temo que ese niño es muy inocente — bufo negando mientras Natsu reclamaba por más cariño —. Suponiendo que él sepa por su intuición, tal vez coman helado, o se alejen en un parque, conociendo lo antisocial que es la nube — susurro cerrando los ojos —. En resumen, solo confía en Tsuna. 

La hermana de Reborn ||#PremiosKhr2019||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora