Diosa de la Luna

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_____Capitulo_3_____

Leo

Cuando ví a la hermosa joven, hija de Zion; uno de los primeros Spectros creádos por los dioses y de Victoria; una de las brujas mas poderósas que el mundo a conocido, me quedé sin respiración.

Su hermoso cabello negro caía y se acomodaba casi rozándo la curva de su trasero, sus ojos bicolores de un verde suave y ambarino me mirában a los ojos con la misma admiración con la que yo la contemplába a ella.

Sus labios...

Con la forma de un perfecto corazón y rosados como una hermosa flor de primavera, parecían tan suaves que sentí un deseo cási irrefrenable de besarla.

Y su cuerpo, Dioses esa mujer tenía un cuerpo de infarto...

Largas piernas, caderas estrechas, vientre completamente plano y unos pechos, que te hacían sentír la necesidad de hundír tu cara entre ellos y aspirar ese dulce aroma a fresas y rosas que desprendía.

Era perfecta, preciosa e inocente. Muy inocente, una niña.

Pero que niña...

- Hola.

Saludé a la hermosa joven.

Mi voz había sonado algo seca ahunque realmente no era esa mi intención.

- Hola.

Respondió Elena, parecía algo sorprendida por mi tono de voz.

Idiota, así no lograrás llamar su atención.

- Asi que eres tú.

Díje y traté de sonar mas amistoso esta vez y al parecer lo conseguí ya que su rostro se suavizó.

Ella me miró extráñada al oír mis palabras y me miró a los ojos con intensidad.

Es tán hermosa, ahora no me fastidia tanto ser el encargado de tratar de conquistarla.
Es mas, puede que incluso empiece a gustarme realmente la idea.

- Mi nombre es Leo y soy un Spectro, como tu padre.

Elena miró a su padre y después me miró a mi.

- Es un placer Leo.

Respondió y me miró a los ojos de nuevo concentrándose en mi mirada.

Cada vez me ponía mas nervioso, difinitivamente conocer a esta hermosa joven iva a resultar interesante.

- El placer es todo mío, nunca creí que llegaría el dia en que podría conocerte.

Díje empleando el tono de voz mas sensual que tenía y púde comprobar como su cuerpo se estremecía.

Respiró profúndamente antes de hablar de nuevo.

Mi mirada se perdió en la sensual visión de su pecho inchárse al maxímo para despues volver a la normalidad cuando dejó que el aire abandonára sus pulmones.

Interesante...

- La verdad esque no comprendo que es lo que tengo de especial pero, gracias.

Al escuchar sus palabras devolví mi mirada a su hermoso rostro y la miré algo divertido.

Intenta disimular... Pero no le soy indiferente.

- Eres especial, porque eres la elegida...

Nuestra elegida.

Susurré y miré a Zion su padre.

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