El Cadáver Del Novio - TOMEDD [EDITADO]

"Perdón...Thomas"

- ¡Es cierto, madre! ¡Thomas está casado con una hombre muerto!

Edd gritaba exasperado, yendo de un lado a otro en la habitación, ansioso ante la mirada juzgadora de su madre y la mirada de Gildegar, la dulce anciana que aveces remplazaba el cariño materno que le faltaba- ...Y-Yo lo vi! -un tic se hizo presente en su rostro acongojado -¡Es un cadáver! - gritó parando en seco mirando a su madre que se le quedaba mirando indiferente-  Estuvo justo aquí...con Thomas!

No pensó mucho en lo que decía, necesitaba ayudar a Thomas a salir de esa complicada e inesperada información.

- Él estuvo en tu habitación!? - Tembloroso se intento acercar a su madre para así, ante el tacto, mostrarle su preocupación de lo que le pudiera pasar a Thomas.- Tenía que ayudarlo, madre...- Mas se detuvo al escucharla gritar de indignación.- Que escándalo! -a su costado una sirvienta de unos cuarenta años o más se le acercaba a Edd tomándole de las manos que sudorosas y temblorosas cubrió entre las suyas cálidas y suaves. Y hablo dulcemente- Anda, cariño, ve a sentarte. Estas temblando...-le guío hacia la chimenea sin soltarle las manos que empezó a sobar suavemente para tranquilizar su angustiado corazón-...Iré a traerte una frazada...

- Tráele una camisa de fuerza! --reclamó, harta del actuar de Edd y la ridícula bondad que le mostraba esa anciana, separándoles mientras avanzaba hacia la puerta con el ceño fruncido- Se ha vuelto loco! ...-una ves en la penumbra de la puerta volvió a decir con voz firme y desdeñosa- Ven, Gildegard...-la sirvienta solo acató la orden y se fue junto a Margaret, pero esta, llegó a encerrarle antes de que se fueran completamente. Edd entendió, entonces...que no les importaba lo que dijera, no le iban a ayudar a rescatar a Tom.

Se acercó a su ventana, decidido a buscar alguna solución y ayuda. Forzó el manubrio hasta  lograr abrirlo dejando que el frio y lluvias de la noche pasen mojando le mínimamente la vestimenta. Entró, de nuevo al cuarto, tomó su sábana que estaba tejiendo y la amarro en uno de los paladines de la alcoba y luego descendió sobre esta hasta dónde pudo, pues no era muy larga, terminando colgado de ella mientras la tormenta ascendía y el frio se le subía por los pies.

Escucho un *kisshh* mientras sentía su corazón latir desesperadamente, al volver a escuchar el sonido de la tela rompiéndose y ver la imagen de su padre frente a la ventana que tenía en frente, empezó a sudar frío y a buscar en algo en que sostenerse o esconderse. Más a su suerte este no le vio por el sueño que tenía encima, terminado por irse a dormir a la vez que Edd terminaba cayendo de golpe al suelo con la mitad de su manta en su encima.

No perdido tiempo y, cubriéndose bien con su manta, se fue corriendo del lugar.

A las afueras del pueblo, en esa noche tormentosa y gélida, se podía ver a una iglesia cerca del bosque y a un muchacho -cubierto en una manta- correr hacia ella, sin importarle cuan cansado estaba necesitaba ayuda.  Jaló de uno de los aros de la puerta y tocó varias veces sin cesar. Despertando a mala gana al pastor de la iglesia, quien con lámpara en mano se acercó a abrirle.