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Marie
Estaba tan nerviosa, y a la vez molesta por todo lo que había pasado, tenía sentimientos mezclados y eso era horrible. Sacándome de mis pensamientos, escucho como tocan a la puerta, me paro y voy rápidamente a abrir, no esperaba su visita, tampoco me creía que iba a venir pero aquí está, no sé cómo es que se me va el enojo con solo verlo y lo único que quiero es besarlo, besarlo tanto, que no se aleje de mí ni un segundo, porque lo necesito en mi vida, lo necesito conmigo y junto a mi...

Vi como sus ojos se cristalizaron y antes de que pudiera decirle algo, me tomo de la cadera, entro a la casa y cerró la puerta, me pego a esta y como si dependiera de mis labios me beso tan desesperadamente, tan apasionante.

No puedo negarlo, me encanta y me vuelve loca, y siempre caeré a sus pies, aún sea el más malo de todo el mundo. Lo amo, lo amo tanto.

Devoraba mi boca con más brusquedad, me pegaba a él, pudiendo sentir el calor que emitía su cuerpo, nuestros cuerpos.

Me cargo poniendo mis piernas alrededor de su torso, llevándome al gran sofá que estaba en la sala, se sentó mientras yo estaba encima suyo.

-perdóname... -dijo con la respiración agitada- fui un idiota y no lo volveré a hacer jamás.

-Perdóname tú también.. -lo bese- pero necesito tenerte...

-Siempre me has tenido..

Me beso tan apasionante, poso sus manos en mi cadera acercándome más a él, me quito la blusa con todo y sostén que traía, lo ayude con mi pantalón y mis bragas, quedándome así desnuda. Continué quitándole el cinturón, bajando su pantalón deportivo, Till bajó su bóxer dejando ver su gran miembro erecto.

Me empecé a frotar sobre este haciendo que Till sacara uno que otro gemido.
En eso su voz ahora más ronca de lo normal me interrumpió.

-Carajo linda.. no juegues.. -dijo cómo pudo, cerrando sus ojos por la excitación-

Me alce un poco y agarre con una mano su miembro, metiéndolo con cuidado en mi estrecha y mojada entrada.

Los dos soltamos un sonoro gemido, Till agarro con fuerza mi trasero y empezó a moverme, como pude le quite la camisa que tenía puesta y mis manos viajaron por todo su torso. El ritmo era lento lo cual nos mataba a los dos pero así nos torturábamos.

-Till.. dame más..! -gemí como pude-

Me empezó a mover un poco más rápido, claro que eso no duro ya que cada minuto iba aumentando el ritmo, mis manos llegaron a su espalda.

-Márcame.. quiero que me rasguñes.. -me dijo roncamente, para luego meterse a la boca uno de mis pechos-

No tenía de dónde agarrarme así que obedecí y como pude clave mis uñas en la espalda de Till, mientras más rápido íbamos más era la excitación y más lo rasguñaba sin darme cuenta que le "hacía daño".

Ya no sabía si los gemidos de Till eran de dolor o excitación, aunque no podía pensar tan claramente ya que estaba segada por el placer que me daba Till.

-Te amo.. tanto ! -dije entrecortada-

-Yo más.. -me dio una nalgada la cual me hizo dar un leve gemido- Vamos.. córrete..

Me beso y nos movíamos más y más rápido, me embestía fuerte la cual me excitaba más, tanto que mi orgasmo no tardo en llegar, sentía más presencia del calor en mi cuerpo y el de Till. Hasta que llegamos juntos por fin. Seguía sin salir de mi, y eso me excitaba, tanto que todavía sentía salir mis líquidos por mi entrada.

-Dios estás tan mojada.. -me besa y baja hasta mi cuello- te extrañe..

-Yo igual Till.. -sonrió- Perdóname.. te lastime la espalda.

-No, era exactamente lo que quería.. aveces me gusta el dolor.

-Por eso las cicatrices..? -toco su pecho luego su brazo, me vio un poco a penado pero no dijo nada.-

-Fueron por otras cosas...

That's My Heart  // TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora