Querida hermana, dulce melliza.
He tomado prestado un espacio que no me pertenece, escribo a través de la máscara de una antigua amiga que bien conocemos ambas.
Susurrare unos cuantos secretos en su oído mientras ella escribe mis palabras y las envió a tus ojos.
Debes ser fuerte, sin mí a tu lado ambas somos débiles, sin embargo, se fuerte, volveré, espérame con tu habitual grandeza.
Desde la distancia te comento mis proezas y nuevas cosas que junto a demás guerreros eh conocido.
Espero pronto poder regresar, yo, tu valiente caballero de armadura dorada querida hermana, ansió envolverte entre mis brazos de nuevo y protegerte de cualquier mal intencionado ser que ose envidiar tu grandeza. Sabio oráculo, recibo tus cartas y me deleito acariciando con la mirada cada letra, cada palabra escrita por ti.
Poderosa melliza, hija de la luna, deidad que alumbra nuestros días, y yo, resplandor de la luna y ferviente guerrera ansiosa de batallar y gobernar a tu lado.
En el norte eh librado tantas batallas que no logran opacar mi fuerza pues me mantengo con ella, se que es la única que me llevara de vuelta a casa, sin embargo, como guerrera era mi deber acudir y así librar nuestra exquisita nación de manos siniestras.
Llevare obsequios a mi regreso. He ordenado tallar tan preciosa joya de tan exquisito material que no cabras en ti de dicha hermana mía, y en tu mano llevaras una alianza de cuan adepto es mi afecto, una alianza forjada de las capas de la divina luna, según me aseguran, una piedra de luna envuelta en ornamentos de fina plata.
Degusto tu nombre entre mi lengua y paladar, sopesando plasmarlo aquí, entre estas letras, sin embargo me contengo. Melliza, poderosa melliza, hermana mía y gobernante de una gran tierra, prometo volver pronto, con grandes noticia volveré y estaremos juntos hasta que decidas el momento oportuno de conmigo partir a descubrir magnificencia y librar batallas junto a mi lado.
Recuérdalo siempre, tú eres mi reina y yo soy la luchadora, la del valiente corazón de león, esa de armadura dorada y espada justa cual equilibrio vital.
Te ama siempre,
Tu melliza.
