Black Crown [Finalizada]

Capítulo 14: Verdad o reto

Al llegar el anochecer las preparaciones para el viaje hacia Feuer iniciaron.

Tal y como habían prometido, los hermanos aparecieron con el vehículo que Azazel le había solicitado a Úrsula esa misma mañana. Nada más y nada menos que un Jeep Renegade estaba estacionado en la puerta del hogar de ambos jóvenes, lo cual impactó a uno de ellos.

Un silbido se escapó de los labios del pelirrojo al verlo. Él siempre quiso poder tener su propio transporte para la escuela o para poder ir con Jade a pasear, aunque esto solo se había mantenido como un sueño, uno muy costoso e imposible para un adolescente sin trabajo.

Toribio abrió el maletero comenzando a meter las pertenencias de sus compañeros, el viaje sería largo y no tenían idea de cuánto tiempo estarían en el cetro del infierno, así que no les quedó más opción que llevar la mayor cantidad de ropa posible. Por su parte el resto se ocupó de que no se les olvidara nada y una vez que todo estuvo en orden emprendieron el viaje, sin perder más tiempo.

El camino era muy largo o por lo menos eso le habían transmitido los demás demonios a Chris, alrededor de veinticuatro horas de viaje, aunque probablemente deberían parar en más de un lugar para que el demonio/humano que transportaban con ellos, pudiera cumplir con sus necesidades mundanas.

Azazel se encontraba al volante, a su lado ocupando el lugar de copiloto estaba el bermejo. En cambio los hermanos claramente se vieron obligados a ir atrás, como si fueran unos niños pequeños.

Chris apoyó su cuerpo contra el asiento cuando el jeep tomó lo que parecía una carretera, alejándose de la ciudad en la que se había quedado como huésped todos estos días. No se le hizo extraño que a su alrededor hubiera otros vehículos o carteles gigantes publicitando productos desconocidos para él, pero era hasta gracioso que al no haber luz solar, no hubiera campos, animales, bosques y demás paisajes que se pueden visualizar al tomar una ruta de esa clase. Era extraño.

— ¿Por qué no usamos uno de esos portales suyos para llegar a Feuer?—Soltó de golpe el pelirrojo llamando la atención de sus acompañantes, los cuales estaban completamente en silencio.

—Se llaman pentagramas. —Úrsula encontró sus ojos a través del espejo retrovisor. —Y no podemos usarlos en el infierno, no funcionan. Esta es la única forma en la que podemos ir.

Christopher asintió cerrando la boca, percibió que el tono de voz de la pelivioleta había sido mordaz y tajante. Aunque por supuesto que lo sería, ya que no estaba contenta de estar haciendo ese viaje, aunque a decir verdad ninguno lo estaba. Era muy arriesgado para todos y por ahora no tenían un plan en concreto.

El ambiente se había sentido rígido desde que los demonios llamaron a la puerta cuando el reloj dio las once de la noche. No compartieron muchas palabras al momento de subir sus pertenencias al jeep y mucho menos cuando este se encendió comenzando su camino. La situación era horrible, lo único que deseaban todos en ese mismo instante era poder escapar de esa atmosfera de una vez por todas.

El azabache suspiró, soltando todo el aire de sus pulmones, ya no podía toléralo. —Escuchen, tenemos más de veinticuatro horas para pensar en algo que salve a Eternity. No quiero que el ambiente este así de tenso todo el viaje, por eso chicos les pido que confíen en mí, que me sigan y que me apoyen. —Los dos hermanos observaron al demonio sin gesticular expresión alguna. —Por favor, son mis mejores amigos.

Toribio sonrió cruzándose de brazos. —De acuerdo, de acuerdo, no estoy acostumbrado a oírte decir cosas tan dulces, harás que me sonroje. —Úrsula soltó una risa a su par. —Sabes que te ayudaremos, no hubiéramos venido si no fuera así.

La miró por el espejo. — ¿Urs, estamos bien?

Hizo una mueca de molestia acomodándose en su asiento antes de responderle. —Sí...estamos bien. —Bufó. —Aunque odio cuando no tomas decisiones con la cabeza en frío, siempre estamos a punto de morir porque no piensas claramente.