4| Heredera

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28 de agosto 2022

Erick nota pacientemente como Alexandra retuerce sus manos en su regazo. Es claro que no pone atención a la película en lo más mínimo. Si fuera cualquier otra persona, Erick hubiera actuado de acuerdo con la situación. Apoyado a Alexandra ante lo vivido de la forma profesional que él sabe, claramente con empatía y apoyo total. Pero sabe que con ella es todo distinto y trato de seguir su instinto.

Y es que vaya, solo se ha mantenido siguiendo su instinto y sabe esto es una completa locura. Alexandra es una chica de la que nadie parece tener el mínimo conocimiento básico de su vida, sin redes sociales en las que mirar, sin apellido que se reconozca dentro de sus círculos. Ahora, también es la chica que encontró en su cabaña allanándola y viviendo en ella con tres menores de edad que son sus hermanos y uno le dice mamá.

Tienen signos de traumas profundos en todos ellos, una desconfianza tal que señala abusos y maltratos. Nota en Alexandra un miedo quizás irracional, cierta paranoia y hasta pareciera con delirios de persecución. Por supuesto necesitaría estudiarla y hacer lo debido para afirmar tales cuestiones, solo es superficial lo que nota Erick.

Es una completa locura.

Cualquier persona cuerda y con uso de razón la hubiera denunciado, la hubiera sacado de ahí y llegado hasta el fondo del asunto, pensado lo peor. O si no quería causar problemas, sobre todo por los menores, aceptado la oferta de ella de dejarla salir de ahí y no saber más.

Pero su instinto, ese que siempre era su guía, jamás le había fallado. Y ahí estaban en esa situación tan irreal.

Ahora ella había sufrido algo aberrante, y se mostraba entera. Pero eso no significara que realmente lo estuviera.

Con un suspiro fuerte, esos orbes tan impresionantes lo miran fijamente y el, solo esboza una sonrisa sincera para que ella tome el valor.

—Ana fue nuestro ángel. —Dice Alexandra desviando la mirada sin poder ver los ojos cafés de Erick.

Tomando una gran bocanada de aire, se atrevió a continuar. Estaba un poco mareada, jamás se había puesto ebria, y aunque aún sabia no lo estaba, ya se encontraba en el escalón.

Sin embargo, eso la ayudaba a ser valiente y hablar con él.

Aun se encontraban en la sala de TV, habían visto ya dos películas y estaban tomando un poco de Whisky. Alexandra sin embargo había tomado un poco más, tanto así que comenzó a relatar todo lo que vivieron ella y sus hermanos.

—Cuando tenía yo quince años, estábamos mis hermanos y yo fuera de una enorme casa protegiéndonos de la lluvia. Llevábamos un año y medio viviendo en la calle. No habíamos comido nada en dos días, Annie estaba muy enferma de la gripe, yo me sentía desesperada, nadie quería darme trabajo, y los que aceptaban, eran con dobles intenciones. Querían favores sexuales míos o nos golpeaban. —

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⏰ Última actualización: Sep 26 ⏰

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