Vejez

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Había un anciano de unos 90 años aproximadamente, salió a comer a pasos lentos y con mirada caída, cuando pidió su comida en la esquina de su vecindario, notó que se le caían los fideos, le temblaba la mano y ya no podía mas comer solo, sentía que dependía de alguien, pero nadie le ayudaba, ni siquiera podía pedir ayuda, solo afirmar con la cabeza. Entonces en su conciencia murmuro...quiero morirme...ese deseo tan grande fue escuchado. 

+Entregándole un tenedor para que comiera, el demonio le dijo- No están felices los humanos por tener más vida? -riéndose le ayudo a comer.

-El anciano abrió bien sus ojos blancos y pronuncio unas palabras- No claro que no, es una maldición- asombrado de que podía hablar se dio cuenta que era un sueño o ese personaje era alguien de otro mundo. 

+Pues claro, de que sirve la vida sin la juventud, no sirve de nada vivir tanto tiempo para no servir en absoluto-mírate aquí, nadie te oye, nadie te atiende, solo sienten pena por ti. cada parte de tu cuerpo a las justas te responde, das pena hombre, bueno ya ni hombre eres. 

-Lo sé, me han abandonado a mi suerte, pero a quien puedo culpar, mis hijos me han dejado porque les estorbo, soy un gasto más, tengo mal todo y ahora no valgo nada. 

+ A quien puedes culpar?  Es a ti mismo-riendo el demonio le decía- mira, cuando ya no sientan las fuerzas, y vean que ya no son útiles a su sociedad deberían ustedes los humanos auto destruirse, así me ahorrarían la búsqueda de almas. Ademas que le harían bien a sus familias, en realidad un humano a esa edad y en ese estado como el tuyo solo es una carga triste que tiene que llevar una familia, no lo crees? 

-Lo sé, pero tengo miedo de hacerlo, tengo miedo del castigo divino...esas cosas  que la religión ha creado, y si es verdad? y si en verdad el infierno existe y arderé por toda la eternidad, solo por suicidarme. 

+ Te confesaré algo anciano, aun no te das cuenta? lo único que es real es que tu infierno es tu propia vida de ahora, ya estas agonizando y ardiendo en él! No existe mayor castigo que una vida como la tuya...Te has portado bien con tus hijos, has sido amable con la gente que te amaba, has hecho mucho bien a esta sociedad, ya te puedes ir tranquilo. Déjame ayudarte, no tengas miedo...No duele la muerte, lo que duele es la vida en proceso a la muerte. 

-Entonces me aseguras que no hay nada?-pensando el anciano, sin fuerzas, solo le pidió un único deseo- Déjame soñar siempre con mi juventud, con mi familia, quiero estar eternamente en ese sueño y ayúdame a morir, puedes hacerlo? cierto?

+Te aseguró que no sufrirás, y será como un sueño y luego no habrá nada. cierra los ojos- el demonio se acerco al anciano puso sus manos frías y puntiagudas sobre los ojos del anciano y aspiro su alma, como si fuera un sorbo de liquido... el alma del anciano iba saliendo. 

-El anciano quedó sentado en silencio, su cuerpo yacía muerto, estático, poco a poco se iba enfriando, pero nadie se percataba de aquel suceso. Lo que antes tenia vida, ahora era un objeto inanimado, y la gente no tomaba importancia aquel suceso- La mujer se acercó y descubrió que había muerto, grito y llamo a la ambulancia, no sabia como había muerto mientras comía, cuando vienen a llevarlo, descubren que murió con una leve sonrisa en sus labios. 

+Gracias anciano, una hermosa alma y una penosa vida, que criaturas mas extrañas son estas- pensaba el demonio- se paró y se fue sin que nadie más pudiera verlo, porque los demonios solo se les aparece a los que están a punto de morir o los que desean tanto la muerte...

Relatos de un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora