• Capítulo I •

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- Vamos Zarina será solo hasta la 1:00, ven y diviértete con nosotros

-No gracias, la verdad no me apetece salir esta noche

Soy de esas chicas a las cuales le fascina disfrutar de la vida, pero cuando no me siento de buen humor no me gusta festejar.
Por cierto, hola! Soy Zarina Jackson, tengo 17 años, mi cabello es de color negro, mis ojos son café con verde, mido 1,66 y la verdad no soy la chica que todo el mundo cree que soy, se que se estarán imaginando una chica hermosa, con un perfil de modelo y carismática sonrisa ... Pues no damas y caballeros, la verdad que no, tampoco soy un alien, no me malinterpreten , pero no soy la chica de la que todos los hombres se enamoran con verla en la calle, y en este momento sé que más de una mujer se está identificando conmigo.

Aquel día mi amiga Laura me invitó a una fiesta y la verdad no deseaba ir, prefería estar en mi casa viendo peliculas comiendo un gran pote de helado de chocolate.

Me dirigí a mi casa, entré y decidí ir directo a la cocina por el helado, me senté en mi cómodo sofá y encendí la televisión, apagué las luces y me dispuse a ver una película.

Pasaban las 12:00 y los párpados me comenzaron a pesar, pero en ese momento escuché un fuerte estruendo en mi cuarto ¿Que sería?
Me dirigí con cautela y encontré la lámpara del lado de mi ventana en el suelo hecha pedazos, pero eso no fue lo que me dejó atónita, lo que estaba al lado de mi cama fue lo que me dejó con la boca abierta, pude ver una sombra vestida de negro, por su contextura y su estatura se notaba que era un hombre, llevaba puesto un gorro de lana y unas gafas oscuras que cubrían gran parte de su rostro.
El efecto dulce del helado que había comido se me bajó en un par de segundos.
Intenté correr pero mis piernas no respondían, cuando logré hacer que funcionaran me dirigí rápidamente hacia la puerta principal.
Pude sentir sus pasos tras de mí persiguiéndome pero aún así no me detuve y en el instante en el que mi mano tocó el pomo de la puerta, uno de sus brazos se enrolló en mi cuello evitando que pudiera gritar, mientras que con el otro sujetaba mis manos.
Por más que intentara safarme de su agarre, me era imposible, era demasiado fuerte, así que en un ataque de adrenalina con mi pie derecho golpeé su rodilla para que flaqueara, pero no sirvió de mucho pues después de eso , me empujó hacia la pared golpeando mi cabeza contra ella.

-shhh!

Eso fue lo único que alcancé a escuchar antes de quedar completamente inconsciente.

¿Por qué demonios no acepte la invitación de Laura esa noche?

†JUNTO A MI VENTANA†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora