Que paso anoche?- Jortini

Capitulo 51

Miraba el reloj de mi muñeca con angustia reprimida. Faltaban cinco minutos para las doce. Creería que me iba a dar un paro en cualquier momento, el corazón casi se me salía del pecho de lo rápido que latía. Cerré mi buzo negro y amaré mi cabello en una coleta. Tomé el bolso de gimnasio y salí de la habitación, vigilando por donde miraba. Baje las escaleras, esperando que en cualquier momento saliera Peter de la nada, mi mente paranoica no me permitía razonar. Metí el bolso a la lavandería y prendí la lavadora para fingir que lavaba. Estaba de espaldas lavando una camisa holgada.

-Cariño, salgo y vuelvo en una hora, ¿Va?. -Preguntó Mirta a mis espaldas.

-Ok, que te vaya bien. - Murmure 'concentrada'. Escuche los pasos alejarse y Mirta no pudo notar la inusual escena, ya que, no tenía mi uniforme sino un leggins negros junto a un buzo y unas converse que había encontrado en mi armario. Consulté mi fiel reloj 12:05 pm. Diego cambiaba de turno con Anibal. Tres golpes en la puerta me hicieron sobresaltar era Anibal. Lo miré fingiendo estar extrañada.

-¿Si?. - Pregunté como si no supiera lo que me fuera a decir con mia manos mojadas.

-Señorita me acaban de llamar del hospital y dicen que mi mujer esta en labor de parto y yo... - Venía diciendo como quien no quiere la cosa, lo interrumpí.

-Claro que puedes ir, Anibal, no hay problema. - Murmure con un toque de inocencia.

-¿Podría no decirle al Señor?. - Preguntó con temor en sus tiernos ojos, negué de inmediato.

-Será como un secreto entre los dos. - Prometí mientras le regalaba una sonrisa cómplice. Él me regresó la sonrisa agradecido.

-Muchas gracias, señorita. - Susurró y se dio la vuelta para irse. Todo iba viento en popa, Fabiola había simulado ser una enfermera y le había hecho creer a Anibal que su esposa Matilda había acabado de romper fuente. Para lograr aquello tuvimos que sacarle información disimulada a Mirta esta mañana. Sólo nos quedaba a Adrián para distraer y pues Fabiola se encargaría de ello. Diego podría quedar a salvo de ello, ya que no tendría que involucrarse con Anibal. Las almohadas ya estaban en la cama y cuando el reloj marcó las  12:10 pm me subí en el lavabo y subí el bolso conmigo, arrodillada con mis manos quite la tabla y destrabé el ventanal. Abrí la ventana que me separaba de mi libertad y lancé el bolso al verde pasto, pasé primero una pierna y luego la otra para luego dar un pequeño brinco. Con cada hazaña la palabra "Embarazo riesgoso" se repetían como un disco rayado. Trataba de no caer duro y hacer el mínimo esfuerzo. Tomé el bolso, y salí corriendo rodeando la casa lo más sigilosa posible. En ese momento Fabiola ya estaría con Adrián en la parte tresera. Salté la verja para no abrir el portón y divisé el auto del que hablaba Diego. Lo encendí y maneje hasta la estación de buses pude divisar a Diego y como movía su mano para despedirse de mi antes de subir los vidrios polarizados. Tomé veinte minutos en llegar a la estación, pude ver tres buses aguardando. Me baje del auto, dejándolo con seguro. Baje mi capucha y metí todo mi cabello en ella, me acerque a los letreros y solo uno de los buses tenía como destino Madrid, los otros iban a Valencia y el otro a Barcelona. El de Madrid estaba apunto de partir por lo que me subí con prisa.

No habían puestos, las mujeres con sus niños me observaban con extrañeza y con algo de temor toque la ventanilla del conductor y este me abrió, me examinó y me señaló el puesto a su lado, me senté con el bolso en mis piernas.

-Tini Stoessel. - Murmure sin mirarlo a los ojos. Vi de reojo que el conductor asintió.

-Lo se. - Dijo antes de arrancar y salir de la estación. Me puse a detallar al conductor, al contrario de lo que pensaba era un joven que no pasaba de los 20, cabello castaño y ojos mieles que me miraban inquisidores por el retrovisor, tenía una barba de una semana y le daba un toque más  masculino.