Capitulo 41

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Diego me quedo mirando con el ceño fruncido cuando logre salir de ese recuerdo que ahora me resultaba doloroso. Quien sabe cuando volveré a ver a Jorge, a mi Jorge. Suspire y seguí limpiando, desinfectando y echando alcohol en su herida. Él hacia muecas de dolor cada vez que la palpaba y mas cuando aplique el alcohol.

-Mierda, arde.-Murmuro entre dientes. Solté una carcajada lo cual hizo que me mirara indignada.- ¿Y te atreves a reírte de mi dolor?.-Murmuro mientras se llevaba una mano al pecho,dramático. Solté otra risita.

-Es un ardor soportable, no deberías estar haciendo tantas muecas.-Murmure mientras ponía la bandita allí. El se perdió por un momento en su mundo, lo cual respete y seguí con su labio. De un momento a otro pareció reaccionar mientras su rostro se ensombrecía con tristeza pura.-¿Que pasa?.-Susurre mientras le desinfectaba el labio. Mire fijamente el labio para dejar un lapso de tiempo en lo que decidía si contarlo o no. Suspiro audiblemente.

-Lodovica siempre me acusaba de que era un flojo tremendo a la hora de una herida.-Murmuro mientras una sonrisa fortuita salia de sus labios. Mi mano se congelo cuando estaba por poner la bandita. Mis ojos se abrieron como platos y lo observe sorprendida. ¿Lodovica?. ¿Mi amiga Dodo?. ¿Cual seria la posibilidad de que estuvieras pensando en la misma persona?. Italiana, morocha de ojos claros y piel blanca.

-¿Lodovica Comello?.-Pregunte mientras trataba de guardar compostura. Él me observo como si fuera adivina o alguna buena vidente. Entonces supe la respuesta. Estábamos hablando de la misma Lodovica.

-Si....-Murmuro mientras se rascaba la nuca.-¿La conoces?.-Susurro mientras se frotaba las manos en su pantalón.

-Si es una gran amiga mía.-Exclame emocionada mientras le ponía la bandita. Luego recordé el ultimo día y la emoción se evaporo.-Bueno, era.-Susurre mientras fruncía el ceño y seguía limpiando la sangre de su nariz.

-¿Porque ya no son amigas?.-Pregunto interesado mientras cruzaba las piernas. Un nudo se formo en mi garganta.

-La estrategia que utilizo Peter para que no fuera buscada, fue hacerme escribir una nota donde dijera que odiaba a todos y que siempre había amado a Peter y que me iba con él, eso incluyo a todos mis amigos.-Susurre mientras reprimía las ganas de llorar. Él acaricio mi hombro mientras me daba una mirada comprensiva.

-Estoy seguro que ellos no te odian, en especia Lodovica, ella no seria tan estúpida para creer en semejante carta.-Susurro mientras se cruzaba de brazos. Termine con su nariz y me quede pensando en lo que dijo.

-¿Tienes aun el numero de ella?.-Pregunte mientras observaba su ojos morado. Él asintió despacio, no muy seguro. Salte emocionada del asiento mientras aplaudía. 

-¿Piensas llamarla?.-Pregunto cauteloso. Asentí emocionada. Él negó con la cabeza con seguridad. Yo hice un puchero tratando de convencerlo.

-Necesito saber si me odian y si no es así que me ayuden a escapar de este lugar.-Susurre mientras lo miraba suplicante. Él suspiro resignado y saco su móvil del bolsillo trasero de su pantalón, lo desbloqueo, busco el numero y me lo dio. Se levanto dispuesto a irse.

-Gracias Diego, ¿Podrías traer hielo de la cocina, por favor?.-Pregunte con la mano donde tenia el móvil temblorosa. Él asintió y salio de allí dejándome sola con la duda. Mordí mis labios y temerosa oprimí el botón de llamar. Despacio lo puse en mi oído. Al segundo timbre me arrepentí y colgué. Respire hondo y tomando valentía volví a llamar. Al tercer timbre contestaron al otro lado de la linea.

-Alo??.-Pregunto Lodovica con aburrimiento. Me quede muda.-Alooo?????.-Alargo la o enojada de que no le contestaran.-Mira Diego se hombre por una vez en tu vida y dime lo que tengas que decirme, no estoy para perder el tiempo con tus estupideces.-Murmuro con ira. Al ver que no contestaban gruño molesta y se dispuso a colgar.

Que paso anoche?- JortiniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora