RAGUEL

Epifanía

- Me olvidé la billetera.-escupió Raúl cuando Miguel fue a saludarlo. Casi se podía ver la nube de mal humor sobre su cabeza

- yo puedo pagarte el viaje-sonrió-pero como hiciste para llegar?-le dijo intrigado. Él entendía que era importante tener dinero en algún bolsillo por esos imprevistos que golpean la rutina.

- me vine en taxi.-resolvió mientras se ponía un chicle en la boca.

Dejando el interés de lado, el menor miró el bolsillo del saco de su superior

- me das uno?-pidió Miguel.

Raúl se acercó un poco y le ofreció el que tenía en la boca sobre la lengua.

El menor soltó un suspiro, y con los párpados caídos le contestó desganado.

-Deja, deja.

Era casi la hora de salir y el moreno comenzó a ordenar los papeles de su escritorio. Quería dejar todo ordenado antes de que Raúl pase y salgan juntos. Algo le emocionaba, y sostuvo esa sonrisa ligera hasta que escuchó como el pesado libro de pagos cayó en su escritorio. El encargado de los pagos, le había traído un par de depósitos para hacer a las 13:30.

Rápidamente recepcionó los pagos y calculó las tasas, sus dedos se movían de memoria sobre el teclado numérico, los números iban y venían.

Finalmente para su suerte solo tenía que emitir cheques, y cuando logró autorizarlos por los contadores se percató de la hora, 14:15.

No sabía si Raúl se había ido o si lo esperaba afuera. De verdad quería ayudarlo, se acercó a la oficina de planeamiento pero no estaba. Marta que iba saliendo le comentó que lo vio saliendo con Rosa de planeamiento.

Volvió solo a casa.

Entendía que podría haberse ido con cualquiera que le pagara el pasaje, entendía que tenía que irse, entendía que se hacia tarde, pero aún así, le dolió. Se sentía estúpido, cómo iba a sentirse mal por alguien que consiguió volver a casa? Cómo no iba a sentirse aliviado por su amigo? Era un idiota.

El resto del día transcurrió pero Miguel no tenia descanso, seguía intranquilo.Esa noche mascullo y rumió la idea hasta que se durmió. Estaba tan perturbado que soñó con su amigo.

Se despertó en una cama sin fin, había una atmósfera pura y blanca, celestial, su cuerpo era liviano. Miró a un lado y encontró a Raúl mirándolo, estaba ahí con él, sonriendo amablemente. Se sentía en una nube hasta que se percató que solo las sábanas lo tapaban.

Era tibio, limpio, la suavidad de la tela rozaba cada parte de su cuerpo. Volvió a ver a Raúl, tampoco parecía tener algo puesto. Al menos su torso bien formado y sus brazos fuertes se veían tan bien, incluso le surgió la idea de dibujarlo.

En ese momento sintió que ese hombre se le acercaba, cada vez más, sus latidos se empezaron a escuchar como tambores, profundo, fuerte, en todas partes. Ya no sabía qué iba a pasar cuando Raúl le golpeó la oreja con su aliento al decirle bien cerca.

-Celoso?

La calma se había ido, la gravedad lo aplastó contra la tierra. Sentía que caía, se alejaba de la nube rápidamente. No podía controlar su cuerpo. La palabra "celoso" en un tono malicioso pero juguetón le recurría la cabeza.

-No! no estoy celoso!- negó agitado y en ese movimiento brusco cayó de su cama.

Ya despierto y con el dolor del golpe, la negación hervía en todo su ser. Imágenes de Raúl brotaron de su memoria. En ellas lo recordaba sonriendo, haciendo payasadas, serio, mirándolo, cada una lo golpeaba. Era como una epifanía que llega después de una búsqueda exhaustiva, después de mucho tiempo. Miguel extendido en el piso se tomó la frente. Y finalmente confesó a su habitación y a su silencio.

-No puede gustarme así.

*****Nota del autor

Hey! cámo están? después de un tiempo vuelvo a escribir Raguel, la verdad mi musa volvió a sus andanzas jajajaja. Así que Raul y Miguel van a volver a histeriquear a full XD 

¿Qué? ¿"la salsa"? jajaja bueno recién voy en el cap 8 y son tan histéricos estos hombres, aish! Pero a mi también me gustaría! 

YA! BESENSE! (le gritaba mientras le quitaba la ropa a sus propios personajes) jajajaja ok no...o si?

No voy a prometer subir otro a la brevedad, pero trataré de escribir otro mas "zukulentho" para la proxxxima XD

BYE

MICK