Cap 13: plan maestro

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El ejército de la Reina de Hielo avanzaba a un paso bastante rápido hacia las tierras heladas del norte.
Hiccup y Merida habían sido derretidos, pero se encontraban encadenados en un carruaje junto a la peli dorada, que les había dado la terrible noticia de Jackson. Solo por eso, era que los príncipes estaban callados en su lugar, Merida fulminando con la mirada al joven Hiro en su corcel.

Mientras tanto, con los tres jóvenes, se hallaban preparándose. Agarrando sus Armas. Poniéndose sus armaduras. Todo para poder seguir el plan de Hiro desde su perspectiva.

- yo estoy dos veces más enojada que tú...- dijo Astrid mientras afilaba su hacha con una piedra-...Hiccup fue mi primer amigo en la infancia, mi príncipe...y haría cualquier cosa para salvarlo pero ¿en serio crees que podremos confiar en Hiro? ¿Y si te equivocas con el?-.

- no necesito que tú creas lo que yo creo...- dijo Jackson mostrándole una hermosa sonrisa al final tras ajustar sus antebrazos.

- y esos para que son?- preguntó Jim mirando hacia una dirección.

Los otros dos jóvenes miraron encontrándose con las hadas sobre las cabezas de unos enormes, robustos y al parecer muy fuertes ciervos adultos. Jack camino hacia allí con confianza con las hadas y tocó el hombro de Jim.

- te daré una pista...nosotros no los vamos a cargar...- sonrió en simpatía sarcástica.

- Ja...- rio Astrid guardando su hacha detrás de su espalda-...entonces ¿que vas a hacer? ¿Viajaras hacia el norte helado? ¿Te enfrentarás a una hechicera malvada y a su ejército?-.

- trataré de hacer que Elsa me reconozca como la persona que fui antes...- la miró con confianza-...pero después de eso...si- sonrió sarcástico y comenzó a caminar hacia los ciervos.

Jim y Astrid se miraron entre ellos. Jim estaba temeroso, pero la rubia estaba un espíritu más berserker que otra cosa.

- CUENTA CONMIGO JACK!!- gritó siguiendo al peli blanco.

Jim solamente revoleo los ojos, sin tener muchas opciones a menos que sean no aceptar.

Por halla lejos, en las tierras heladas del Norte, el ejército de cazadores de la reina ya estaban atravesando el pórtico de la entrada. Al hacerlo, los caballos se separaron de ambos lados y comenzaron a desparramarse por todo el patio central.

- Tadashi ordénales que lleven a los Big Four al calabozo...- ordenó Elsa bajándose de su tigre helado, comenzando a caminar hacia el interior de su castillo-...y quiero que lleven el Espejo a mi santuario de inmediato-.

Hiro, que se hallaba a la par de la Reina, miró de reojo las miradas fulminantes de los Big Four hacia el, y se sintió muy mal consigo mismo. Después de todo lo que había hecho, esos cuatro le agradecerían sus esfuerzos y cuando Jackson atraviese esa puerta sabrían que jamás los traicionaría.

- bienvenido a casa...Hiro- le dijo la reina sacándolo por completo de sus pensamientos.

Miró a la Reina a los ojos, recordando por unos segundos lo que dijo Rapunzel de la Elsa de antes, y hizo una pequeña reverencia sin mostrar ni un poco de simpatía como siempre solía hacer. Se alejó de allí sin decir nada más, a paso rápido, sintiendo en su nuca la mirada de la Reina de Hielo.

Jack, Astrid y Jim se hallaban en su viaje hacia el palacio invernal. Hiro tan solo esperaba su llegada. Y mientras la reina tenía sus propios planes.

La reina caminó directamente a su pequeño santuario, arrastrando su hermosa capa de hielo, donde en el centro se veía el resplandor del espejo dorado chocando con todo el color gris y celeste.
Podía escuchar como el espejo susurraba su nombre una y otra vez, y decía frases como "ven a mi" o "más cerca".

The Big Four y La Reina de Hielo (Jelsa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora