11. Elecciones.

31 6 0
                                    

Tres días podían hacer la diferencia, lo supe al compartir con Onew el programa del Jueves. Parecía no reponerse del viaje, estaba poco lúcido a pesar de los esfuerzos pero apenas sentí la necesidad de apoyarlo o reforzar sus comentarios.

Me sentí molesto conmigo mismo cuando puso en mis manos un pequeño paquete, incluso me quejé...¿por qué tenía cuatro fantasmas y ningún pacman? Aún así puse adorno por adorno en mi chaqueta y no dejaba de sonreír cada vez que los veía pero me sentía extraño, como si tuviese que justificarme por regresar a mi antigua habitación en su ausencia, aunque no se viese preocupado por otra cosa más que por echarse en la primer cama, suya o no, y durmió mientras me esmeraba en explicar sin necesidad alguna que Taemin estuvo estudiado hasta tarde y yo quería dormir; aunque dormí lo mismo que nada con Jjong despertándome y con largas charlas hasta dormirnos uno encima del otro, a veces vestidos y a veces no tanto.

La normalidad regresaba, mi corazón parecía arreglarse, pero una nueva aunque pequeña grieta parecía doler cuando inspiraba fuerte.

Nunca me había sentido de este modo, como un tramposo, por más que me convenciese a mi mismo que no tenía porque dar explicaciones a nadie por el modo en que hacía las cosas cada vez que compartía espacio con Onew mi estómago se encogía y una sensación de nausea me invadía entero hasta que lo veía sonreírme y me sentía capaz de soltar un suspiro como risa.

Jonghyun no me soltó aunque ya no estábamos solos, Minho y Taemin corrieron tratando de ganar el baño, Onew arrastrando los pies traspasó la puerta y nos miró con cansancio. Jjong saludó aún reteniéndome con un brazo.

-El que te faltaba- anunció y miré la pequeña bolsa arrugada en su mano con miedo hasta que la acercó más a la mía como si no esperase que me moviese un ápice más. Jjong la tomó por mí y mientras Onew seguía camino forcejeé para arrancarla de su mano.

Mordí mis labios hasta lastimarlos ante la mirada de mi compañero de sofá que parecía muerto de curiosidad.

-¡Miss Pacman!- Me sentí como una mierda mientras Jonghyun procuraba quitarla de su cartón y me mantuve mirando la bolsita entre mis manos sintiendo que trataba de hacerme volver a la realidad haciendo el inconfundible sonido de aquella cosa amarilla al comer

-¿Quieres que juguemos uno?- No tenía voluntad de decir nada, minutos después me encontré con un control en la mano, probablemente solo manteníamos aquel obsoleto aparato por mí. Perdí cada juego como si no recordase como jugarlo -A ver tonto, ¡debes comerte uno por uno a esos cosos que flotan!...vas primero por el azul...luego ve por el naranja....la señora pacman es una come hombres...no te olvides del rosa fashionista-

Cansado de perder con Minho y Taemin burlándose de cuan inútil era cedí mi control para buscar un poco de soledad. Sentado en el borde de la tina una ridícula sonrisa salió a flote mientras giraba aquel adorno entre mis dedos, tal vez yo era como miss pacman, llevaba comidos a dos de mis adversarios pero ambos me mordieron defendiéndose y dolía.

Dolía como recordar aquel segundo en el que supe que Jin Ki jamás me reclamaría.

Y nada volvió a cambiar, como si nada hubiese cambiado en un principio, él y yo cercanos pero distantes, tratándonos como si nada aún estando solos, hablando de cosas que no venían al caso mientras una parte de mí exigía a gritos eso que compartíamos cuando el resto no nos miraba pero Onew parecía ya no adivinarme y no podía perdonárselo.

Taemin me miró tras la pantalla de su celular solo para hacerme un gesto de silencio e impedir que encendiese la luz, la única iluminación en la mesilla fue atenuada por algo que reconocí como su pijama dándole a la habitación un color opaco

Winter LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora