Si te gusta entenderás.
Un día despertando de lo más oscuro de la vida resulté viajando por el camino mas interminable por el que pude ir. Iba en el carro, tan veloz, tan fuerte contra el viento, tan infinito, tan maravilloso como bajar el vidrio de la ventana, asomar un poco tu cabeza y dejar llenar tu alma y todo lo perteneciente a ella de vida, más vida, olores, sensaciones, colores, sonidos y miedos los cuales van y vienen, te recorren y se marchan tan rápido como el tiempo que pierdes cuando duermes y no logras atrapar nada para cuándo vuelvas a nacer.
En instantes te vas o te pierdes a la nada; el lugar favorito para ocultar todo. Seguramente montones de cosas han estado atrapadas ahí mientras intentas alguna vez en tu vida tratar de arreglarlo, de sostenerlo, sin sufrir, sin mentir.
Mi destino era directo a la casa de la abuela María, mi espacio favorito para tomar el mejor café que ha podido saborear mi boca, mientras lo tomo la vida transcurre tan lento que puedo sentir más adelante cómo me voy a quejar después del calor tan horrible que hace en días de verano justo allí, de los vecinos poco habladores, de los lugares bonitos pero lejanos, del silencio tan profundo después de la hora del almuerzo y de lo cruel que es dormir tan temprano al igual que despertar.
Cuando algo te gusta mucho y sólo puedes ver, tener, probar, tocar y respirar un poquito entonces te gustará mucho más. A la Abauela María no le gusta que tome tanto café, dice que mi piel se volverá negra, lo dice tantas veces que incluso después de tomar una taza de cafe voy al espejo y empiezo a dudar de lo que mis ojos me enseñan y me pregunto a mí mismo, será que si me estoy oscureciendo?, es una locura pensarlo.
En los días de mucho calor salimos al patio de la casa a lograr refrescar la vida de la poca brisa que va y viene de lo más lejos del mundo, es uno de mis momentos favoritos cuando visito los primos y las tías olvidadas. Siempre nos acomodados en forma circular, posiblemente para poder vernos las caras mientras hablamos de las cosas más graciosas de nuestra vida. Mi abuela, los tíos, mi mamá, a veces los primos, una fusión de generaciones que crean experiencias mágicas al volver al pasado estando en el presente con sus historias y nuestras historias.
Me emociona mucho estar ahí pero eso no me hace olvidar las cosas bonitas por completar en mi vida y de las dolorosas por hacer algo o simplemente recordarlas.
Mi inconformidad con todo crece cada vez más, ya no estoy a gusto con mis cosas, mi casa, mis sentimientos, ni con lo que quiero, ni siquiera con lo que necesito y con las personas que me rodean. Siento que debo renovar todo todos los días porque ya me aburre y no sé dónde quiero estar y a veces siento que no estoy haciendo nada que me llene y que nunca voy a encontrar algo ni a alguien que lo haga.