Un rato luego de que Stace se fuera de la cabaña me había quedado en la cocina mientras preparaba algo para llevar a la playa al mediodía y comer allí. Mi familia ya estaba con los Jones, por lo que solo faltaba mi hermana y yo que llevaríamos el resto de las cosas. Luego de terminar de prepararlas nos dirigimos hacia ahí, aunque no sin antes ganarme una conversación con mi hermana que al parecer, se tenía bien guardada.—Ayer estaba con Brad a la noche, ¿sabes? Y Aaron llegó con la moto un poco.. alterado.
Me freno antes de ponerme la mochila con las cosas que iba a llevar y le presto atención. Ella continúa incluso antes de llegar a contestarle.
—No sé qué le ha pasado. Estaba inquieto como la mierda. No dijo nada, yo tampoco le pregunté que había sucedido. Pero lo que si le pregunté fue si estaba bien. Claro que evadió la respuesta, pero lo escuché maldecir un par de veces bastante enojado.
—¿A qué quieres llegar, Erin?
—¿Tú estás bien?
Su pregunta me desconcierta y ella suspira.
—No soy estúpida. Sé que tiene algo que ver contigo porque la única forma de alterar a un hombre de esa manera es por estar perdiendo en algo, tener un problema con alguien. Con una chica. Y, querida hermana, estamos en plenas vacaciones y en la playa.. lo único que puede estar perdiendo es a ti. Sabes que últimamente hasta pasan mas tiempo juntos. No pido que me des detalles pero, ¿estás bien?
—Claro que lo estoy. Y ahora que has sacado el tema, tengo cosas que contarte.. pero tenemos que llegar a la playa con todo ésto antes de que se enfríe. Te cuento luego, ¿sí?
Mi hermana no parece molestarle aquello y asiente enseguida.
—No hace falta que me cuentes si no quieres. Quería saber si estás bien, o si tengo que colgar de las bolas a alguien. Ya sabes.
Una sonrisa cómplice se le escapa acertando con la que luego le termino dando.
—No te preocupes. Déjalas donde están por ahora —eso la hace estallar en risas e incluso hace una mueca extraña.
No tardamos mucho en llegar porque nos encontramos en frente de la playa y estaban casi todos cerca de la orilla. Ellos nos ven y los saludamos, aunque no está la mayoría. Los Jones están metidos en el mar, incluso Aaron. No se me pasa de la vista para nada.
Estaba de espaldas contra mi y eso me hacía notar aún más su espalda, que subía y bajaba cuando rompían las olas y chocaba con fiereza contra ellas. Sus movimientos deleitaban y aquella imagen no iba a borrarse por un rato. Sobre todo aquel gesto que hace con su mano mientras se acomoda el pelo mojado que cae sobre sus ojos nublándole un poco la vista, haciendo que entre cierre sus ojos.
—¿Estás considerando meterte al mar que lo ves tanto? —me dice mi madre. Su tono no es exactamente el normal, noto aquella pizca de humor que a veces se le solía dar. Sé que lo ha dicho por el motivo que ambas sabemos y ella no quiere desconocerlo.
Pero claro, no es el momento adecuado.
—No. Intenté el otro día, pero sigue sin ser lo mío. Nunca lo será —me encojo de hombros.
—Bueno, entonces ten cuidado si no es lo tuyo. El mar viene hacia aquí.
Decido pasar por alto el doble sentido de sus palabras que rebotan en mi mente más de lo que deberían. Fijo mi vista en frente y lo veo.
Aaron se encuentra saliendo del mar y acomodándose las bermudas que tiene de malla, miro hacia mi madre de reojo. Me había olvidado por completo que su instinto materno no iba a salir de ella jamás. No acota más nada pero capto lo que ha tratado de decirme de forma indirecta e incentivándome ante eso.
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TUS LEMAS #1
Novela JuvenilSe encontraron sin buscarse, y se fueron sin despedirse. Lo que prometía ser una buena fiesta de despedida de año, termina siendo una locura. Una en la que Audrey se cruza con Aaron.. tan arrogante, seductor y jodidamente sexy. Lo que pasa en Las V...