Capítulo 14

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Mis amigos habían ido a buscarme a la entrada de la playa para salir un rato luego de quedarme junto a mi hermana y los Jones un tiempo más. Cuando habíamos decidido ir al centro había sido una buena idea al principio, pero comenzamos a arrepentirnos incluso antes de llegar.

Hoy era un fin de semana turístico y nos enteramos por los carteles que aparecían de camino mientras nos acercabamos cada vez más hasta terminar en pleno centro con una cantidad de gente impensable.

Los caminos principales de arena que daban hacia la entrada estaban cubiertos y repletos, por lo que proseguimos hasta llegar a uno de los puestos cerca del final. No quisimos adentrarnos en los puestos que se encontraban del otro lado porque sabíamos que iba a llevarnos el doble de tiempo recorrerlo, por lo que simplemente fuimos a pedir helado y a recostarnos en uno de los accesos detrás del recorrido.

—Ésto es peor que la caminata de The Walking Dead —dice Chad algo frustrado, mientras se recuesta sobre el piso de arena formado sobre nosotros.

—Qué serie pésima —le responde Stace a lo que ambos tocamos nuestros corazones, haciendo ademán de la ofensa que ha sido escuchar eso—. No jodan, son todas iguales. Siempre el mismo problema, la misma solución. Y luego el mismo problema aparece otra vez, solo que en vez de ser un zombie con medio cuerpo roto, le falta un diente.

—Por favor. Las primeras fueron buenas.

Aún carcajeo por la frustración con la que explicó el por qué de su opinión.

Entre los tres hablabamos mucho de películas y series, solíamos recomendarnos bastantes. A veces nos juntábamos solo para prender netflix o bajarnos películas pirateadas para luego comentarlas.

Nuestro lazo más fuerte comenzó así, disfrutando del cine y haciendo comida para entretenernos. Aunque con Chad habíamos ido desde el jardín juntos, Stace se unió en secundaria. Comenzamos a hablar y terminamos siendo el trío favorito del colegio, uno que no se rompió una vez que lo terminamos. Nuestras salidas eran de principiantes pero disfrutabamos ver de unas buenas películas.

Por lo menos las primeras veces antes de que comenzaramos a salir a fiestas que organizaban cada vez con más frecuencia.

Las universidades no quedaban tan lejos uno de los otros, y si bien no nos veíamos tan rutinariamente como solíamos, siempre nos hacíamos algún espacio entre medio.

—Aud, mira quién está por allí —me señala por lo bajo hacia la izquierda, en donde me encuentro con Jacob hablando con unos cuántos chicos más. La miro intrigada y ella se mueve a un costado, como si yo pudiera esconderla detrás de mi espalda—. No quiero ir a saludarlo, está con todos.. ¿Dices que me escondo aquí o salimos corriendo?

—¿Acaso tienes diez años?

—Yo diría que aceptes su saludo. Porque viene para acá —le dice Chad mientras con la mirada nos guía hacia al frente, en donde nos encontrabamos observando cómo él se acercaba hasta aquí. De repente Stace se inquieta y tengo que sostenerla por el codo para que no se vaya.

—Ey —saluda una vez que está frente a nosotros—. ¿Cómo va?

Mi amiga parece ausente por un momento.

—Muchísimo mejor si mitad de la gente de aquí desapareciera. Comienza a parecerse peor que en la ciudad —protesta Stace y todos nos reímos.

—Ni lo digas. Tuve que mostrarle mitad del lugar a mis primos y tíos que vinieron por este fin de semana, contribuyen a la multitud de éste par de días. Al menos la mayoría de ellos —responde gracioso, luego se dirige a mi—. ¿Cómo se está portando el molesto de mi amigo, Audrey? ¿Más o peor estúpido?

TUS LEMAS #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora