Caótico.

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-Necesitas energía, así que come un poco.- Dijo Yoongi mientras levantaba la cuchara hasta su boca, pero Taehyung no la abrió y se apartó de él. Perdió la totalidad de su apetito.

-Haré algo para mí más tarde, no te estreses, ¿no tienes que salir?- Pidió con la mayor calma posible, era difícil estar tan abierto con él después de verlo disparar a un hombre, que obviamente era inocente y joven, sin dudar.

-No lo creo, no hay nada que tenga que hacer.-  Respondió y tomó su mano, colocándola en su propia mejilla. El calor que irradiaba de la mano del menor sobre su piel fría lo hacía sentir tan amado. Siempre fue tan frío

-¿Tenías miedo? ¿Cuando disparé a ese hombre?"

-Si.- su respuesta hizo que Yoongi besara su mano y se inclinó hacia delante para envolver sus brazos alrededor de su delgada cintura. 

-Nunca más mataré cuando estés presente. Si le tienes miedo.- Murmuró y cerró los ojos, apoyando la cabeza en sus hombros. El pelirosa se giró para ver su cara claramente, sus pestañas eran muy bonitas.

Abrió la boca para hablar, pero la temperatura en la habitación bajó cien grados cuando se produjo un suave golpe desde la puerta principal.

Yoongi abrió los ojos de golpe y se levantó de la cama, -No salgas hasta que yo te lo diga.-  Habló tan frío como siempre y se fue.

Su impulso le dijo que hiciera lo que le pedía, pero no pudo detener las miles de posibilidades que pasaban por su mente. Podría ser una persona perdida en el bosque, podría ser un niño que busca refugio. O una persona en necesidad de ayuda.

Saltó de la cama y corrió escaleras abajo en una ola de temerosa renuencia. Pudo ver la espalda de Yoongi y escuchó sus pasos

 Era solo que prestaba toda su atención al hombre sonriente que lo llamaba hyung.

-Hyung, vine a darte la información necesaria y nueva. ¿Puedo entrar?- Preguntó y Yoongi se volvió hacia Taehyung con un suspiro de impaciencia.

-Adelante. Agente JiMin, váyase lo antes posible y no ponga sus ojos en él o me aseguraré de que saque sus cuencas de los ojos.-  Yoongi le habló con una voz monótona y el hombre entró con un maletín.

Yoongi condujo a Taehyung escaleras arriba y obedeció ahora. Confundido como el infierno, pero no pudo evitar sentirse feliz de que no perdió su mierda y mató al pobre hombre en el acto. No podía escuchar nada de lo que hablaron, pero como Yoongi solo era moderadamente hostil, solo podía asumir que son lo mismo. 

No como el hombre anterior, este tipo también tiene casi la misma estatura que Yoongi, ambos asesinos. Su palma suda en anticipación de lo desconocido que se suponía que iba a pasar. Pero todavía no estaba preparado para confrontarlo sobre lo que realmente hace.

Saltó asustado cuando Yoongi abrió la puerta de su habitación y le dijo con frialdad que debía irse de inmediato, con la molestia escrita en su rostro.

-¿Volverás pronto?- Le preguntó y Yoongi suspiró, poniéndose guantes blancos, tomó la bolsa negra de cuero y respondió con un brusco 'no sé'.

Estaba a punto de irse, pero lo tomó por sorpresa cuando se dio la vuelta de repente para darle un beso en los labios. Lo acercó más y enredó sus dedos en el cabello del rubio, sin romper el beso, sino que lo profundizó, gruñendo suavemente cuando aprendió a devolverle el beso. Cuando finalmente se retiró, juntó su frente y se inclinó para picar sus labios una última vez.