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-Besame.

 Mirando fijamente a la persona que acaba de exigir un beso por decimoquinta vez, su boca estaba ligeramente boquiabierta y el rubio se burló, colocando el libro que estaba leyendo sobre la mesa.

 -No.

 -Taehyung...- Yoongi apoyó los codos en la mesa y se cubrió la cara con ambas manos. Ambos tuvieron una competencia de miradas fijas, los ojos se miraron mientras exigían dos cosas muy diferentes. Seguramente iba a ganar el acaramelado, ya que desde hace mucho tiempo fue un truco suyo para conseguir lo que desee.  

 Hizo todo lo posible por no verse afectado, pero se tapó los ojos de la vergüenza cuando deslizó Yoongi deslizó su lengua sobre sus labios lentamente. 

 Hizo un gesto hacia su cara en un intento por enfriar el calor acumulado, pero su sonrisa se hizo más amplia.

 -Taehyung, no hay que ser tímido. Sé que hace calor.

 -N-No, no lo fue. ¿Quién dijo que lo era?- Se giró y miro a su alrededor, a cualquier lado menos a Yoongi.

 Ni siquiera noto cuando se levantó de su silla hasta que lo agarró de la barbilla y le palmeó las mejillas. -Porque te lo dije-, le dejo un suave besó en la frente, -y porque piensas que sí.- colocó un casto beso en sus labios.

 -¡Oye!- Se cubrió la cara, riendose entre dientes a través de sus mangas.  

-Tengo que mostrarte algo. TaTa, debes saber esto.- tomó su mano suavemente y lo guió a la parte de atrás de la casa al aire libre. 

Se sentó en la piedra colocada cerca de un pequeño charco y las hojas caídas del otoño contrastaron perfectamente con su pelo negro. Taehyung lo miro divertido y se agachó cerca de él. 

-¿Qué es?

-Cuando nos conocimos, se parecía a este lugar, bueno, casi.- Cruzó las piernas y señaló las hojas rojas: -¿Ves esas? Están ellas y yo.

Taehyung estaba sentado debajo del árbol, mirando nerviosamente el campo sin unirse a la risa. Yoongi lo miró fijamente y luego se acercó a el, preguntándose qué poco astuto era que un chico fuera tan tierno y tímido.

Pero tomó su mano y corrió con Taehyung entre los árboles rojos. Recordó en su mente, todas las imágenes de su primer encuentro.

Tenía miedo de los hombres vestidos, pero apretó su mano y lo llevó a través de los árboles para mostrarle al nuevo niño quién es el jefe y su lugar secreto.

 Cuando estaba a punto de irse, él estaba errático, agarrando su mano dijo: -Todo por aquí está muriendo. TaTa, pero te gustó la caída.

Levantó las rodillas y lo miró, terminando su narración de la primera reunión que tuvieron ellos dos, sus orbes marrones suplicaron a los suyos por un pequeño recuerdo, pero no encontró ninguno.

Tal vez porque ya lo sabía todo el tiempo, solo que él no lo sabe.

-Estoy seguro de que fue memorable.- Respondió. Yoongi miró hacia abajo y Taehyung se sintió culpable por fingir su pérdida. Pero también se negó a ponerlo triste.

Caótico.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora