Cap. 13

629 52 9
                                    

En el otro lado de la casa, Erick está frustrándose por no encontrar el atuendo perfecto y salir con Sebastián, su casi novio.

-Maldición-dice al no encontrar su pantalón favorito, es muy temprano para salir, pero él le pidió a Sebas verse.

Su abuelo le dijo que ya podía contar con el guardaespaldas, y eso hace que lo enfurezca más, no sabe si le caerá bien, o va a ser alguien feo, y no va a tener experiencia en nada, si es no es así tratara de encontrarle algún defecto y decirle a su abuelo para que lo despidan.

Ya que se siente más cómodo con la ropa que lleva puesta, baja hasta la cocina para comerse lo primero que vea, una manzana o alguna fruta, ya que no se quiere llenar mucho su estómago.

Entra sin encontrarse a Dana cocinando algo, que es muy raro en ello, ya que siempre la encuentras haciendo algo, lo que se le hace raro es ver a una figura masculina sentada en el comedor del personal, comiendo, logra reconocerla porque se le hace conocida.

Lo ve detenida mente, y cuando el chico ve que tiene una mirada puesta en el abre sus ojos como platos ya que nunca se imaginó conocer a su mini-jefe en esas circunstancias.

-¿Qué haces aquí?-pregunta Erick con rabia

-Tranquilo solo estoy comiendo-dice señalando su plato

-Si eso ya lo sé-rueda los ojos-me refiero que dentro de mi casa

-Estoy contratado para cuidarte-sonríe

-De todos los trabajos que hay aquí escogiste este?-cruzo los brazos sobre su pecho

-Si-se levanta de su lugar para lavar su plato utilizado

-Entonces voy a ocuparte-

-Claro, ya estoy a su disposición-

-Pero así no iras vestido-señala su vestimenta, para Joel es muy formal, pero a Erick le gusta molestar

-¿Qué tiene mi ropa?-

-Tiene mucho que ver, eso no me gusta-

-Entonces me cambiare como usted diga-dio media vuelta y se retiró.

No tenía nada mejor, solo había dentro del ropero un cambio ya que no se había llevado nada, según el Erito le dijo que mañana traería su ropa.

Salió vestido con lo que había allí, eso pareció gustarle a Erick ya que sonrió.

-¿Sabes manejar?-Pregunto Joel al ver un carro último modelo.

-¿Qué clase de pregunta es esa?-

-Yo manejo-dijo arrebatándole las llaves a Erick de las manos

-Claro que no, no dejare que toques mi carro-para esto Joel ya se había subido, solo faltaba girar las llaves para que encendiera el auto

-Ups!, ni modo, ya lo prendí -sonrió encogiéndose de hombros pues había conseguido hacer enojar a Erick

-¿Sueles ser idiota siempre que consigues un trabajo nuevo?-subió al auto a regañadientes

Joel no dijo nada, solo soltó una sonrisa victoriosa

-No se me olvida lo del maldito helado, gracias a tus malditos pies- Joel no volvió a decir nada-Parezco loco hablando, di algo- Joel sonrió pero no dijo nada-Te odio, a ti, a tu maldita actitud y odio cuando sonríes- Joel paro en seco y por fin hablo

-Si tanto le molesta mi sonrisa, no me vea- Erick rodo los ojos y miro para el ventanal que se asomaba un hermoso paisaje, quería salir de ahí lo antes posible o darse un golpe mental.

No estaba preparado para lidiar tanto con un chico al que conocía apenas unas horas, pero que ya le caía de la fregada.

No podía negar que aquel chico estaba guapo, pero para Erick no se le hacía demasiado, el tenia propiedad y se llamaba Sebastián.

Mi Guardaespaldas//JOERICK//Where stories live. Discover now