Capítulo 1. La pintura del profesor Kirke

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¿No habrá algún modo de volver? Olvidé mi linterna en Narnia.
Esas fueron las primeras palabras que se escucharon después de que los hermanos Pevensie regresaran a la realidad.
Susan aún podía escuchar la voz de Aslan, diciéndoles a ella y a Peter que nunca más volverían a Narnia, que ya habían crecido mucho. Esa era la verdad, pero Susan quería volver, quería estar en Narnia, quería seguir siendo la reina Susan, la Benévola. Pero ahora estaba de vuelta en su mundo, donde pertenecía, y ahí estaría siempre.

Los hermanos Pevensie regresaron de la escuela, ese mismo día que dejaron Narnia. Estaban tristes, en especial Peter y Susan. Porque aquel león fue muy claro, ellos ya no eran unos niños, no podían volver.

-No estés triste Su, sé que volverán.- Le decía Lucy.
-Eso espero Lu.- La voz de Susan se quebró. Lucy abrazó a su hermana.
-Siento como si aún estuviéramos ahí.- Le dijo Peter a Edmund. Sin duda él también extrañaría Narnia, al igual que Susan quería seguir siendo el gran rey Peter, el Magnífico.
-No estés triste Pete, sé que volverán.- Edmund consolaba a su hermano.
-Eso espero Ed.

Eso pasaba en ese momento en Finchley. En Narnia ya habían pasado dos días desde que los reyes y reinas de antaño se fueron, Caspian X ahora era el nuevo rey, él y los hermanos Pevensie habían logrado llevar la paz a Narnia, por fin. A pesar de eso, Caspian no estaba del todo feliz, algo le faltaba, y ese algo era Susan.
-¿Por qué no pueden volver Aslan?- El rey le preguntó al león.
-Creo que fui muy claro la última vez que se lo dije rey Caspian. Peter y Susan aprendieron todo lo que podían sobre Narnia, ahora tienen que vivir en su mundo, en su realidad.
-¿Volveré a verla?- Preguntó el rey con tristeza.
-Si ella así lo desea mi rey.
Esa fue la respuesta de Aslan, si Susan sentía lo mismo que Caspian, entonces volvería a verlo.

Los Pevensie aún vivían con el profesor Kirke y su irritable ama de llaves, la señora Macready. Aún podían recordar cuando quebraron aquel cristal de la ventana, cuando corrían desesperados por encontrar un lugar donde esconderse para que Kirke y Macready no los encontraran. Gracias a esa travesura habían llegado a Narnia, gracias a Edmund, que lanzó la bola.

Aquellos días alejados de Narnia, para los Pevensie eran todos iguales: se levantaban, se aseaban, bajaban a desayunar y Macready los llevaba hasta la estación de trenes. Así pasaron un año más, lejos de Narnia, lejos de Aslan, lejos de Caspian.

Ahora Caspian X se había embarcado en una nueva aventura, esta vez a bordo del Viajero del Alba, un enorme y hermoso barco. Su único propósito a bordo de ese barco era viajar, disfrutar de los hermosos paisajes y tratar de olvidar a Susan, pues en Narnia, ya reinaba la paz.
-La extraño.- Le decía Caspian a Reepicheep.
-Todos extrañamos a los reyes y reinas de antaño, mi señor.
Pero el ratón sabía que la reina Susan tenía un lugar especial en el corazón de Caspian. La amaba.
-Mi señor, ¿no ha hablado de esto con Aslan?- Preguntó indiscretamente Reepicheep.
-Sí Reepicheep, lo hice.
-¿Y qué le ha dicho?
-Que volverá. Que todos volverán.
-Ya lo ve mi señor, volverá a ver a la reina Susan.- El ratón trataba de animar a su rey.
-Aslan dijo que sólo podían volver si así lo querían.
-Estoy seguro de que todos quieren regresar mi rey.- Reepicheep le sonrió. Por un segundo Caspian tuvo esperanza de volver a ver Susan.

Fue un sábado cuando todo ocurrió. Ese día los hermanos se encontraban en la sala de estar.
-Qué extraña pintura.- Les dijo Lucy a sus hermanos.
-Sí, no la había visto antes.- Dijo Edmund.
-Es porque el profesor la trajo ayer.- Aclaró Peter.

Aquella pintura era un enorme y azul océano, con un bonito barco de color magenta en él, parecía que navegaba en serio. Lucy la observaba muy de cerca, cuando sintió que una gota de agua caía en su mejilla. En ese momento, lo imposible estaba por comenzar.

                                                                                                                                                    continuacion....

Las Crónicas de Narnia: susan y caspianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora