}Capítulo 2. La llegada al Viajero del Alba

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ada vez, más y más gotas de agua salían del cuadro. Los hermanos Pevensie se miraban entre ellos, asombrados, sabían que significaba eso. Era el momento de regresar.
-Parece magia.- Les dijo Lucy.
-Es imposible.- Peter estaba asombrado, creía que era un sueño nada más.
-Es hora.- Dijo Edmund.
-No lo entiendo,- Decía desconcertada Susan.- Aslan dijo...- Pero no pudo terminar la oración. En un segundo, la sala estaba inundada.

Los cuatro hermanos nadaban en la sala de estar. ¿Por qué tuvieron que entrar así? No sabían nadar.
Después de un tiempo, por fin encontraron la superficie. Ya no se encontraban en la sala de estar, ahora estaban en un enorme y azul océano, a punto de ser aplastados por un gran barco de color magenta.
-¡Ahhh!- Lucy gritó al sentir que alguien la sujetaba.
-¡Lucy!- Gritó desesperado Peter, que estaba algo lejos de su hermana.
-¡Lucy, soy yo!
-¡Caspian!- Lucy estaba feliz.- ¡Peter, es Caspian!
Caspian había sacado a Lucy del agua, mientras otros marineros se ocupaban de los tres restantes.

Una vez en la cubierta del barco, los Pevensie estaban listos para aclarar sus dudas, en especial Susan y Peter.
-¿Dónde estamos?- Preguntó Lucy.
-En el Viajero del Alba.- Respondió Caspian.
-Creí que no volveríamos.- Le dijo Peter al rey.
-Hablé con Aslan. Dijo que podían volver si ustedes así lo querían.
-Claro que queríamos regresar.- Dijo Edmund. Susan y Caspian se miraron uno al otro.

-¡Majestades, es un placer verlos de nuevo!
-¡Reepicheep!- Gritó de emoción Lucy al ver al pequeño roedor.
Los reyes y reinas de antaño saludaban a aquellas personas que hace tiempo no veían: sus amigos narnianos.
Ya secos, entraron con Caspian a una habitación.
-Cuidé bien de ella, como lo prometí.- Le dijo Caspian a Peter mientras le entregaba su espada.
-Gracias.
-Lucy...- Le decía Caspian mientras le entregaba una caja de madera. Lucy la abrió lentamente.
-¡Mi daga! ¡Y mi poción curativa!- Dijo mientras sacaba sus cosas de la caja.
-Susan...- Decía Caspian, su voz temblaba.
El nuevo rey le entregó a Susan su arco, sus flechas y su cuerno.
-Gracias.- Le dijo tímidamente.
-Edmund, creo que esto te gustará.- Le dijo Caspian al Justo mientras le entregaba su linterna.
-¡Mi linterna!- Creí que nunca la volvería a ver.- Ed sonrió.
Así pasaron un rato. Caspian les contó de sus aventuras a bordo del Viajero del Alba.
-¿Encontraste una reina?- Preguntó indiscretamente Lucy.
-No.- Caspian miraba a Susan.- Ninguna que se compare con tu hermana.
Susan también lo miró, se ruborizó y en su rostro se dibujó una sonrisa.
Lucy bajó la mirada. ¿Por qué Caspian amaba a Susan y no a ella? La respuesta era simple: porque Susan era hermosa y ella no.

                                                                                                                                           Acontinuacion.....

Las Crónicas de Narnia: susan y caspianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora